La noticia científica de la semana, con permiso de la pandemia, es el hallazgo por parte de científicos británicos y estadounidenses encabezados por la profesora Jane Greaves (Universidad de Cardiff, Reino Unido) de fosfano en Venus. Este elemento químico está presente en la Tierra como resultado de la actividad biológica, aunque también se puede producir por otros mecanismos (industriales, por ejemplo, como insecticida).
Por ese motivo, una de las posibles explicaciones que dan los científicos a su hallazgo en la investigación que han publicado en la revista Nature es que se produzca "por analogía con su producción biológica en la Tierra, por la presencia de vida". Es decir, que consideran esta como una posibilidad, pero ni la aseguran ni es la única que contemplan. Te lo explicamos.
¿Qué han hallado los científicos?
Graves y su equipo utilizaron en 2017 y 2019 dos telescopios capaces de captar y medir radiaciones a través del espacio, el telescopio James Clerk Maxwell y el ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array). Gracias a esas observaciones registraron las señales que indican la presencia de fosfano en Venus, con una concentración de 20 partes por mil millones entre sus nubes.
¿Qué es la fosfina?
Como explica este reportaje de la Agencia SINC (que hemos republicado aquí en Maldita Ciencia), "la fosfina o fosfano o trihidruro de fósforo (PH3) es un gas incoloro, inflamable, tóxico e inodoro en estado puro, aunque a menudo huele a ajo o pescado podrido cuando se presenta junto a otros compuestos similares." En la Tierra solo algunos microorganismos son capaces de generar fosfano, además de la que se produce de forma artificial.
Sabemos que hay fosfano también en otros planetas del sistema solar, concretamente en los grandes planetas gaseosos. En ellos se genera en las capas más profundas de la atmósfera, donde hay presiones y temperaturas muy altas.
La presencia de fosfano en Venus no puede tener el mismo origen que en esos planetas porque aquí la superficie rocosa actúa como barrera y porque en su atmósfera altamente oxidante este se descompondría rápidamente. Así que tiene que haber otra explicación.
¿Qué significa el hallazgo de fosfina en Venus?
Los autores de esta investigación reconocen que aún no tienen una respuesta para esta pregunta: "la presencia de PH3 no tiene explicación después de haber estudiado exhaustivamente las rutas químicas y fotoquímicas estables, y no conocemos ninguna vía de producción abiótica [sin vida] en la atmósfera de Venus, sus nubes, su superficie o subsuperficie o por acción de rayos, volcanes o llegada de meteoritos".
Los autores proponen distintas opciones. Una de ellas es que el fosfano sea resultado de procesos geológicos o químicos desconocidos por ahora. Otra, como ya decíamos, es que sea resultado de actividad biológica microbiana, como ocurre en la Tierra.
Entonces, ¿hemos encontrado vida en Venus?
La respuesta a esa pregunta, por ahora, es que no. No hemos encontrado vida en Venus. Lo que tenemos es una sustancia que en la Tierra producen organismos vivos y que en Venus no sabemos qué la produce, así que organismos vivos podría ser una de las explicaciones. Los propios autores dejan claro que "la detección de PH3 no es una evidencia robusta de vida, solo de una química anómala y sin explicación"
Alberto González Fairén, investigador del Centro de Astrobiología del CSIC, explica a Maldita Ciencia que en su opinión "las alternativas no biológicas (geoquímicas) no se pueden descartar en absoluto, y la opción biológica es, por definición, la más compleja. Quiero decir: la detección en Venus de un gas que en la Tierra solo sabemos que se produce de forma natural por procesos biológicos no es en absoluto una prueba sólida de la presencia de vida en Venus".
Lo que ocurre es que durante décadas se ha especulado con la posibilidad de que haya vida en Venus, ya que en el pasado se encontró dentro de la zona habitable del sistema solar, hasta que nuestra estrella aumentó su luminosidad y su radiación se hizo demasiado intensa. En este artículo del astrofísico Daniel Marín puedes leer más sobre Venus y Marte y cuando ambos perdieron sus condiciones de habitabilidad.
Porque como decimos, hoy Venus es un planeta con unas condiciones en superficie que hacen difícil imaginar la supervivencia de cualquier forma de vida similar a las que conocemos en la Tierra: la temperatura supera los 400 grados, la presión es cien veces superior a la que se da en la superficie terrestre y está cubierta por una atmósfera de nubes que en ciertas capas más altas son templadas pero muy ácidas.
Eso quiere decir que si existiesen esos microbios en esas capas altas de las nubes venusianas, habrían encontrado un entorno a salvo de esas enormes temperatura y presión pero tendrían que haber desarrollado la capacidad de sobrevivir en medios muy ácidos. Esto no sería una novedad: como señala González Fairén, "en la Tierra hay organismos que habitan entornos hiperácidos, por ejemplo en el río Tinto, en Huelva".
Hacen falta más observaciones
Como ocurre a menudo con las investigaciones científicas más llamativas, las principal conclusión de Greaves y sus compañeros es que hacen falta más observaciones, investigaciones y evidencias que permitan confirmar la presencia de fosfano en Venus y que den más pistas sobre su origen. "En último caso, la solución podría llegar de volver a visitar Venus para hacer mediciones in situ o para traer de vuelta aerosoles".
"Para verificar la presencia de vida extraterrestre, tenemos que verla. En el caso que nos ocupa, habría que llevar una nave a las nubes de Venus, recoger muestras, traerlas a la Tierra, y ver realmente los microorganismos. Todo lo que quede por debajo de este límite de verificación, siempre será una indicación y nada más", concluye González Fairén.
De hecho, el 21 de octubre de 2020 se ha publicado un reanálisis de las observaciones de Venus que concluye que no se ha detectado de forma estadísticamente significativa de fosfina. Es decir, según este estudio preliminar no se puede considerar que se haya detectado fosfina. No obstante, de momento se trata de un preprint.*
Un preprint no ha pasado la necesaria revisión previa a ser publicado en una revista científica. Esto no invalida sus conclusiones pero sí hace necesario tomarlas con cautela. Puedes leer más sobre los preprints y su abundancia durante esta pandemia en este artículo de la Agencia SINC republicado en Maldita.es.
* Actualizado el 30 de octubre de 2020 con un estudio preliminar que pone en duda el descubrimiento de fosfina en Venus.
Primera fecha de publicación de este artículo: 15/09/2020