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El proceso de vuelta a la nueva normalidad continúa en toda España y hoy desciende un nuevo escalón: todas las Comunidades Autónomas ya han logrado alcanzar, al menos, la fase 1. Esto quiere decir que poco a poco volvemos a las aceras, a los reencuentros y a poder llenar (al menos al 50%) las terrazas de los bares.
Sin embargo, esta situación plantea nuevas dudas: ¿es más probable que nos contagiemos en lugares al aire libre o cerrados, ahora que nuestro abanico de posibles contactos se amplía?
Los lugares con más contagios: domicilios y transporte
Un grupo de científicos chinos publicó en Medrxiv (que distribuye manuscritos médicos completos pero no publicados y que aún deben someterse a una revisión por pares) este preprint en el que se analizaron los casos de coronavirus de 320 municipios de China entre el 4 de enero y el 11 de febrero de 2020 (sin incluir la provincia de Hubei). "Identificamos todos los brotes que involucraron tres o más casos y revisamos las principales características de los espacios cerrados en los que se reportaron los brotes y los problemas ambientales internos asociados", indican los autores.
Los lugares donde se localizó un mayor número de brotes (un total de 1245 casos confirmados en 120 ciudades) fueron los domicilios, seguidos del transporte, ambos espacios cerrados. Al aire libre solo se identificó un posible foco que supuso el contagio de dos personas. Según las conclusiones del preprint, "todos los brotes identificados de tres o más casos ocurrieron en un ambiente interior, lo que confirma que compartir este tipo de espacio es un riesgo importante de infección por SARS-CoV-2".
El 1 de septiembre de 2020 se publicó un artículo científico que concluyó que una persona con COVID-19 infectó a 23 de los otros 67 pasajeros de un autobús con aire acondicionado. Las personas sentadas más cerca de la persona infectada no tuvieron un mayor riesgo de contagiarse, lo que según los autores se explicaría al menos parcialmente por la transmisión aérea del coronavirus.
La transmisión en espacios cerrados, 18,7 veces mayor que al aire libre
Por otro lado, los resultados de este otro preprint mostraron que las probabilidades de que un caso primario transmitiera la COVID-19 en un ambiente cerrado fue 18,7 veces mayor en comparación con los espacios al aire libre. La recomendación de los autores es reducir el contacto cercano innecesario en ambientes cerrados para ayudar a prevenir posibles contagios y mantener el R0 por debajo de 1.
Gwen Knight, investigadora del Centre for Mathematical Modelling of Infectious Diseases ha recopilado en este enlace diferentes casos y focos de contagio de coronavirus utilizando diversas fuentes. "La información sobre algunos es más detallada y rigurosa, a partir de estudios científicos o webs sanitarias, mientras otros se basan en noticias y artículos, con un enfoque más periodístico. Lo interesante es que uno de los parámetros que se incluye en el listado se refiere a si el contagio ha ocurrido en interiores o exteriores", explica aquí el químico Luis Jiménez, conocido en redes como Centinel.
"Basta ordenar un poco los datos del listado para comprobar que, en el momento de escribir estas líneas (24 de mayo), el listado de Knight incluye 188 focos. Y de éstos, tan solo 7 (el 3,7%) tiene como origen una actividad realizada exclusivamente en exteriores", añade Jiménez.
En este artículo, Jiménez recoge estos y otros muchos estudios sobre focos de infección identificados.
Aun siendo menos posible el contagio al aire libre, sigue siendo necesario tomar precauciones
A las personas que viven en las nuevas incorporaciones a la fase 1, como Madrid o Barcelona, ya se les permite formar parte de reuniones de hasta 10 personas y sentarse en una terraza hasta ocupar la mitad de su aforo. En las provincias que ya han conseguido desescalar hasta la fase dos, la gente puede ir entrando al interior de los bares y el número máximo en una reunión se amplía hasta 15.
Sin embargo, la semana pasada el Ministerio de Sanidad ya comunicaba el uso obligatorio de mascarilla en aquellas situaciones en las que no se pudiese garantizar la distancia de seguridad interpresonal de 2 metros, como ya os contamos aquí.
"En lo que respecta a entornos al aire libre o exteriores, prácticamente no hay casos documentados. Esto no significa que no existan, ya que seguramente también son más difíciles de rastrear. Pero muy probablemente el riesgo es mucho menor que el existente en interiores. Por lo tanto, parece bastante seguro ir saliendo al exterior lo antes posible. Eso sí, sin descuidar las medidas que sean necesarias", explica Jiménez.
Es decir, al final, aunque es cierto que es más probable que los contagios ocurran en lugares cerrados, que estos se den en lugares al aire libre no es imposible. De ahí la necesidad de seguir manteniendo las medidas de prevención. Además de los dos metros de distancia entre personas y el uso de mascarilla cuando esto no sea posible, recuerda lavarte bien las manos, utilizar la parte interna del codo cuando tosas o estornudes.
"Si ahora volvemos a la vieja normalidad y ya no seguimos la estrategia de distanciamiento social, será como una bomba de tiempo", explica Peter Jüni, epidemiólogo de la Universidad de Toronto y el Hospital St. Michael en este artículo sobre el mismo tema del New York Times. "Nunca se sabe dónde explota y cuándo".
* Actualizado el 7 de septiembre con un nuevo estudio.
