El nobel de Medicina Luc Montagnier ha declarado en una entrevista en el medio francés Pourquoi Docteur que el coronavirus causante de la pandemia de la COVID-19 es el resultado de un "accidente industrial" salido de un laboratorio chino. Os explicamos por qué aunque tenga un Nobel, no debes hacer caso a las palabras de nadie si no aporta evidencias.
Luc Montagnier es un virólogo francés cuyo equipo descubrió en 1983 el virus VIH causante del sida. En 2008 fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina "por el descubrimiento del virus de inmunodeficiencia humano" junto con Françoise Barré-Sinoussi.
No obstante, que sea médico no lo hace autoridad en cualquier campo y su mera palabra sin evidencia no es suficiente para considerarla válida. Ya os hemos explicado que no hay ninguna prueba de que el coronavirus causante de la COVID-19 fuese creado en un laboratorio.
Montagnier ya ha defendido con anterioridad pseudoterapias contrarias a la evidencia científica actual como la homeopatía. Según el científico, la homeopatía "tiene una base científica que está siendo ignorada" porque "el problema de la ciencia actual es que se silencia todo lo que puede molestar a la economía". Y no, la homeopatía no ha demostrado tener eficacia (más allá del placebo). Lo explicamos aquí.
Una falacia de autoridad
Pero es un Premio Nobel de Medicina. Sabrá de lo que habla, ¿no? Pues si lo que dice no es apoyado por la evidencia científica no. Esto se conoce como falacia de autoridad: defender algo como verdadero porque quien lo dice tiene cierta autoridad en la materia aunque no aporte evidencias. Este razonamiento elude la carga de la prueba, es decir, la obligación de aportar datos que sostengan las afirmaciones.
De hecho, otro experto, Jean-Paul Stahl, profesor de Enfermedades Infecciosas en el Hospital Universitario de Grenoble y antiguo presidente de la Sociedad Francesa de Enfermedades Infecciosas respondió a las declaraciones de Montagnier en el mismo medio. Según Stalh, Montaigner da credibilidad a una 'fake news', una "teoría de la conspiración" y rechaza la evidencia de que el coronavirus "es un virus animal transmitido a los humanos por una proximidad física entre estos animales y los humanos, con una modificación del virus que le permite volverse a transmitir en los humanos. El resto son noticias falsas y la conspiración habitual…".
Las investigaciones científicas apuntan al "origen natural" del virus
Como ya os contamos, científicos especializados en salud pública que han seguido de cerca la crisis sanitaria del nuevo coronavirus han publicado un comunicado en la revista The Lancet en el que hacen referencia a las investigaciones que demuestran el "origen natural" de este brote de COVID-19.
El objetivo principal del texto es condenar y desmentir los rumores que mantienen que el origen de la epidemia no fue natural, sino una creación humana como herramienta para lograr fines de todo tipo (reducir la población envejecida, igualar el número de hombres y mujeres...). Sin embargo, según indica el comunicado publicado en The Lancet, "científicos de múltiples países han analizado genomas del agente causal y los resultados concluyen, de forma abrumadora, que el origen está en la vida silvestre".
Los autores de este artículo, publicado en el foro científico Virologic, indican que "la evidencia genómica no apoya la posibilidad de que el nuevo coronavirus haya sido creado en un laboratorio". Este otro estudio indica que el origen del SARS-CoV-2 fueron mutaciones y selección natural, además de recombinación del SARS-CoV, el virus capaz de infectar a animales como el murciélago.
Además, esta investigación publicada en la revista científica Nature concluye que el genoma del nuevo coronavirus es un 96% idéntico al del coronavirus capaz de infectar a los murciélagos. En la misma línea, un artículo publicado en Nature Medicine concluía que el SARS-CoV-2 "no es una construcción de laboratorio o un virus manipulado a propósito".