La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido en numerosas ocasiones a los diferentes países afectados por la pandemia de COVID-19 que hagan test a los casos sospechosos. Aquí os hemos hablado de su importancia y aquí las diferencias que hay entre las llamadas PCR y los test rápidos.
Este 7 de abril el Ministerio de Sanidad ha publicado que los más de un millón de test rápidos de detección de anticuerpos "que empezaron a distribuirse a las comunidades autónomas el pasado domingo" permitirá aumentar "las posibilidades de diagnosticar de forma precoz el COVID-19". Este más de un millón de test forma parte de una partida de cinco millones de unidades que se distribuirá "en los próximos días", según el Ministerio de Sanidad.
¿A qué personas van destinados los test rápidos?
Según la nota de prensa del Ministerio de Sanidad y la guía para la utilización de test rápidos de anticuerpos para COVID-19, los test se realizarán en pacientes sintomáticos, moderados o graves en el ámbito hospitalario, o leves en el ámbito extrahospitalario, fundamentalmente en residencias de personas mayores y centros socio-sanitarios.
Si el test rápido da positivo se considera confirmada la infección por coronavirus y si da negativo se hará una PCR. Estos test rápidos de detección de anticuerpos servirán de complemento a las PCR, que es la técnica diagnóstica de referencia. Aquí puedes leer cómo funciona una PCR.
En las cárceles la PCR seguirá siendo la prueba de elección diagnóstica, según el Ministerio de Sanidad, aunque los test rápidos se usarán "en pacientes con alta sospecha clínica".
¿Qué fiabilidad tienen?
La fiabilidad de estos test rápidos "ha sido estudiada en el Centro Nacional de Microbiología con muestras de pacientes de varios hospitales", según el Ministerio de Sanidad. La especificidad es del 100% y la sensibilidad del 64% sin importar cuánto tiempo ha pasado desde el inicio de los síntomas y una sensibilidad del 80% tras más de 7 días desde la aparición de los síntomas, siempre según Sanidad.
La sensibilidad es la probabilidad de que una persona infectada sea detectada por el test rápido. En cambio, la especificidad es la probabilidad de que una persona sana no sea considerada infectada por el test rápido. Por lo tanto, según el ministerio entre el 36% y el 20% de los infectados no serán detectados por los test rápidos y ninguna persona sin el coronavirus dará positivo.