Nos habéis preguntado si las frutas y verduras crudas podrían ser un factor importante en el contagio de COVID-19. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), actualmente no hay evidencia de que los alimentos sean una fuente o vía de transmisión del coronavirus.
"Las experiencias de anteriores brotes de coronavirus afines, como el coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV) o el del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), indican que no se produjo transmisión a través del consumo de alimentos", recuerda Marga Hugas, científica jefe de la EFSA. "Actualmente no hay pruebas que sugieran que este coronavirus sea diferente en ese sentido", añade.
Como ya explicamos en otras ocasiones en Maldita.es, la evidencias científicas muestran que el virus se propaga al inhalar las gotitas presentes en el aire cuando una persona infectada tose o estornuda. Según informa el Instituto Federal de la Evaluación de Riesgos de Alemania (BfR, por sus siglas en alemán) en su página web, actualmente no hay casos que hayan mostrado evidencia alguna de que las personas puedan ser infectadas por el nuevo coronavirus por otro método, como el consumo de comida o el contacto con artículos contaminados.
Además, debemos asegurarnos de no ser nosotros mismo quienes favorezcan la transmisión. ¿Cómo? Usando guantes al seleccionar y comprar productos frescos como frutas y verduras. Según del Caño, aunque ya llevemos puestos unos propios desde casa, lo recomendable es sustituirlos por los que proporciona el supermercado. Para evitar la contaminación cruzada, nunca deben tocarse ni con nuestros guantes ni con nuestras manos al descubierto.
Una vez llegamos a casa, hay que prestar especial atención a no tocarnos la cara y comprobar que las superficies están limpias, lavarnos las manos, abrir las bolsas, sacar los productos y volver a lavarlas después. "Por suerte, este virus se inactiva con el jabón, así que el lavado de manos será primordial", recuerda la experta. De ahí la importancia de no llevarnos las manos a la cara hasta que no hayamos pasado por la pila o el lavabo.
En palabras de del Caño, la contaminación por envases es remota, porque no deberíamos hablar ni toser sobre ellos; pero si queremos limpiarlos, podemos hacerlo con un paño y lejía diluida (dos cucharadas soperas por litro).
"En el caso de fruta y verdura también tenemos que lavarla, bajo un chorro de agua fría frotando bien. Si queremos dejarla en remojo con líquido desinfectante, debemos asegurarnos de que este sea de uso alimentario y de aclararlo bien después, para eliminar los restos que pudieran quedar", indica la experta en industria alimentaria. Y concluye recordando que, al acabar, debemos lavarnos las manos de nuevo.
*Actualización: hemos modificado el titular de este artículo para transmitir mejor la idea de que si bien no hay evidencias de contagios por comer frutas y verduras, deben manipularse con higiene igual que cualquier otra superficie.