MENÚ
Se está moviendo por internet un artículo que alerta sobre la administración masiva de la vacuna antigripal en el que se dice que "desencadena el incremento de mortalidad entre los ancianos, precisamente por gripe estacional". Según la web, el estudio en el que se basan demuestra que aquellos que se vacunan para evitar el contagio de la enfermedad se infectan y mueren.
Pero esto no es cierto. El estudio en el que se basan es real y se publicó en 2005, pero sus conclusiones no apuntan a que la vacuna de la gripe aumente la mortalidad en los ancianos, sino a que no la disminuye. Ellos mismos reproducen un resumen de ese estudio en el que no se menciona esa conclusión. Es un titular falso.
Como decimos, estudio al que se refiere el artículo existe realmente y se publicó en la revista Jama Internal Medicine, pero el titular que se está moviendo no se corresponde con los resultados de la investigación, a los que sí se hace referencia en el cuerpo del texto. No hay evidencias de que la vacuna de la gripe "mate ancianos" ni es esa la conclusión del estudio. Tras analizar los resultados, lo que los investigadores concluyeron es que los estudios observacionales previos "sobrestimaban sustancialmente el beneficio de la vacunación".
Sin embargo, según el médico Juan Sánchez-Verde, uno de los miembros de Yo, Doctor, el estudio es antiguo por lo que tiene las limitaciones propias de 2005. "A día de hoy no creo que se publicase", explica Sánchez-Verde. Los propios autores reconocen en sus conclusiones las limitaciones del estudio
Entre otras cosas, señala que los datos cubren resultados desde 1980 hasta 2001 y tienen en cuenta la muerte por todas las causas, cuando la vacuna reduce las defunciones de carácter principalmente respiratorio. Además, la investigación se fija en la afectación por un único virus, mientras que la vacuna de la gripe es, al menos, para tres. Por último, explica que es difícil inferir las condiciones físicas de los ancianos observados, cuya salud probablemente fuese mejor a partir de los 2000 que en 1980.
Es decir, los resultados quedan limitados por estos condicionamientos, pero "desde luego, el estudio no dice que la vacuna mate ancianos. En cualquier caso, concluye que no los salva", indica Sánchez Verde.
