Es algo que probablemente hayas oído muchas veces: “No leas con poca luz que te vas a fastidiar la vista”. Las evidencias científicas de las que disponemos apuntan a que no es cierto que sea así. Sin embargo, a muchas personas se les puede “cansar la vista” leyendo en estas condiciones, que sí puede resultar difícil y trabajoso.
Como explica a Maldita Ciencia el doctor Rubén H. Pulido García, maldito que nos ha prestado sus superpoderes, “más allá de las molestias mencionadas, no se produce ningún daño en el ojo ni alteraciones permanentes en el sistema visual”.
El experto añade que “no hay más que notar que durante centurias los seres humanos han leído de noche iluminados solo por lámparas de gas o de aceite, velas y hasta antorchas, sin que se hayan reportado enfermedades o daños específicos por esta causa, tal como nos lo recuerda la Academia Americana de Oftalmología".
¿Por qué ocurren molestias como fatiga ocular cuando leemos con poca luz? El ojo humano tiene mecanismos de adaptación a las diferentes condiciones de iluminación. Cuando trabaja en situaciones de escasa iluminación, la pupila se dilata. Pulido explica que en estas condiciones “se activan los fotorreceptores especializados en trabajar con poca luz: los bastones, que no permiten ver colores ni observar detalles sino distinguir contrastes y tonos de gris”. Por el contrario “se desactivan los que se especializan en trabajar con buena iluminación: los conos, que permiten la visión en colores y el discernimiento de detalles”.
No hemos encontrado ningún estudio que examine los efectos a largo plazo de leer con poca luz. Sin embargo, sí que hay varios trabajos que han investigado distintos factores. Por ejemplo, un estudio de miopía realizado en Sídney (Australia) que estudió a 1.700 niños de entre seis y doce años encontró que cuanto más tiempo pasaban jugando fuera, menos probable era que desarrollaran miopía, un trastorno del enfoque del ojo que provoca que los objetos distantes se vean borrosos.
Una revisión sistemática de estudios encontró un efecto protector frente a este trastorno al pasar tiempo fuera de casa, especialmente entre la población del sudeste de Asia. Sin embargo, hay indicios de que el problema podría no ser el tiempo que pasamos leyendo en casa, con o sin poca luz, sino el poco tiempo que se pasa fuera de casa. Los autores del estudio apuntaron a que el efecto de la luz del día podría tener efectos sobre la profundidad de campo y la habilidad de enfocar.
Otro estudio de 2011 encontró que tener que realizar tareas mirando muy de cerca podía influir en el inicio de miopía, pero que era un factor mucho menos importante que otros. El factor más importante para determinar si vas a tener o no miopía parecen ser los genes que heredas de tus padres. Si tanto tu madre como tu madre son miopes hay un 40% de probabilidad de que tú también lo seas. Si ambos tienen buena visión, el riesgo baja a un 10%.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Rubén H. Pulido García para la consulta sobre luz y visión.
Gracias a vuestros superpoderes, conocimientos y experiencia podemos luchar más y mejor contra la mentira. La comunidad de Maldita.es sois imprescindibles para parar la desinformación. Ayúdanos en esta batalla: mándanos los bulos que te lleguen a nuestro servicio de Whatsapp, préstanos tus superpoderes, difunde nuestros desmentidos y hazte Embajador.