¡Ya es viernes, malditas y malditos! Y venimos con las pilas cargadas con otras cuatro consultas que responderos: las elegidas de esta semana tienen que ver con pies descalzos y cistitis, duchas frías y calientes después de hacer ejercicio, cómo afecta al consumo energético de un frigorífico meter la comida caliente y qué pasa cuando te arrancas una cana. ¿Que tienes alguna más? Nos la puedes hacer llegar a través de nuestro número de WhatsApp (655 195 538), e-mail ([email protected]), Twitter y Facebook. Estaremos encantados de echar un cable en lo que podamos. ¡Al lío!
Andar con los pies descalzos, ¿provoca cistitis?
Lo malo que es andar con los pies descalzos y lo mucho que está relacionado con posibles malestares han sido dos de los mantras más repetidos por madres y padres desde que el mundo es mundo. Sin embargo, este es uno de los bulos que demuestran que los mayores de la casa también pueden meter la pata, como ya explicamos aquí en Maldita Ciencia.
No es la primera vez que nos preguntáis por el andar con los pies "al aire". De hecho, en este otro artículo ya explicamos por qué esto no implica que los niños se resfríen más y que, de preocuparnos, es más importarte que lo hagamos por otras medidas de higiene, como que se laven bien las manos.
Esta vez, vuestra duda también está relacionada con el frío y con la falta de abrigo en los pies. En concreto, nos habéis preguntado si, tanto las temperaturas más bajas como el andar sin zapatillas o calcetines pueden provocar cistitis (inflamación de vejiga urinaria). Pues no: no hay base científica que muestre relación entre ambas.
La causa de la cistitis es, la mayoría de las veces, una infección bacteriana. "Entre los factores de riesgo se encuentran el ser mujer (por anatomía, ya que la uretra es más corta), las relaciones sexuales, el uso de diafragma, el embarazo, la menopausia, la obstrucción en el flujo de la orina...", enumera a Maldita Ciencia Elsa Martínez García, médico de familia en el Área Sanitaria Norte de Córdoba.
Carlos Ortega Millán, también médico de familia, cuenta a Maldita Ciencia que se trata de otro de los bulos más comunes en internet: aunque es posible que algunas personas con otros factores de riesgo para la infección urinaria lo hayan relacionado, no hay ninguna prueba científica que lo corrobore.
"¿Por qué hay gente que cree que con el frío aumenta la cistitis? Base científica no se encuentra en ningún lado", reitera a Maldita Ciencia Sofía Fournier, ginecóloga en Gynaikos y maldita que nos ha prestado sus superpoderes. "Lo único que sí que es cierto es que, en épocas de frío estamos un poco más inmunodeprimidos (la capacidad de nuestro cuerpo de producir una respuesta inmunitaria ante una enfermedad es más reducida), en general, y quizá tenemos más tendencia a coger cualquier tipo de infecciones", puntualiza.
Según Martínez, en infecciones de este tipo influye todo aquel factor que ayude a que las bacterias colinicen las vías urinarias. "Y andar descalzo no aparece como factor de riesgo. Tampoco está comprobado científicamente que el frío la empeore. Es un consejo tradicional que no se basa en la evidencia, eso es todo", añade.
Es cierto que uno de los mecanismos de prevención de la cistitis es beber mucha agua. "En invierno quizá somos menos constantes al hidratarnos, lo que podría influir en las chicas que tienen tendencia a este tipo de infección. Es lo único que veo que podría tener cierta base", sugiere Fournier.
Sin embargo, según la ginecóloga, ni siquiera es en las estaciones frías cuando más casos de cistitis aparecen, sino que suele ser en verano. "Vamos con el traje de baño mojado más tiempo y la humedad local favorece la aparición de infecciones", comenta. "Con respecto al tema de andar descalzo, más de lo mismo: evidencia cero patatero (de hecho, cuando más tiempo vamos descalzos es en verano); igual que la relación entre andar descalzo y constiparse. Hay muchos estudios que han demostrado que no hay correlación entre ambos", concluye.
¿Es bueno darse una ducha de contraste frío-calor después del ejercicio físico?
Otra de las cuestiones por la que nos habéis preguntado esta semana es si darse una ducha cambiando la temperatura del agua de fría a caliente, de forma intermitente, es beneficioso tras una sesión de ejercicio físico. Lo cierto es que no hay una respuesta clara: el agua, a diferentes temperaturas, repercute de manera diferente en nuestro cuerpo. Sin embargo, no hay evidencias de que, objetivamente, repare tendones o músculos.
"Actualmente se conocen los beneficios del calor y del frío como métodos eficaces para la recuperación necesaria tras realizar un ejercicio físico", explica a Maldita Ciencia Adela Emilia Gómez Ayala, farmacéutica. "Sin embargo, al comparar los baños de contraste con distintas opciones de recuperación, no existen datos concluyentes ni estudios con la calidad metodológica necesaria para concluir de modo definitivo que estos sean más eficaces que otros métodos".
Ducharnos con agua fría tras una sesión de deporte, tiene un efecto vasoconstrictor. Esto quiere decir que hace que los vasos sanguíneos se hagan más estrechos y que así circule menos sangre a través de ellos, ayudando a disminuir la inflamación muscular y la temperatura corporal.
Si, progresivamente, giramos la manivela del grifo de nuestra ducha, haciendo que esta se caliente, obtendremos el efecto contrario al entrar esta en contacto con nuestro cuerpo, es lo que se conoce como vasodilatación. De esta forma, circulará más cantidad de sangre y se activará la reparación celular y disminución de los niveles de lactato sanguíneo.
Hay que tener en cuenta que la sensación de alivio es subjetiva, diferente para cada persona, por lo que es difícil evaluar los resultados reales de una ducha de estas características. Según este estudio, tanto el agua fría como el contraste de temperatura a través de la misma podrían ser beneficiosas para la percepción de la fatiga, pero no en la de dolor muscular. Esta otra investigación también sugiere que esta técnica no acelera la recuperación física tras hacer deporte.
"A la vista de los estudios que se tienen actualmente, caracterizados por una deficitaria calidad metodológica, sólo puede proponerse elegir aquella modalidad de recuperación que mejor se adapte a sus horarios, instalaciones y preferencias de la persona", propone Gómez. "Es evidente que se necesitan investigaciones de calidad superior, como para que los resultados sean fiables y pueda recomendarse una determinada modalidad de recuperación", concluye.
¿Cómo afecta a la eficiencia energética meter comida caliente en el frigorífico?
Hace poco contestamos a la duda de si era malo meter comida caliente en el refrigerador. Lo hicimos desde el punto de vista de la seguridad alimentaria; hoy lo hacemos desde el punto de vista del consumo energético. Introducir comida caliente afecta a la cantidad de energía que consume el frigorífico, aunque no es de los factores más impactantes.
Aun así, como explica a Maldita Ciencia Rubén Lijo, ingeniero eléctrico y divulgador, "es una de las cuestiones que afectan a nuestro día a día y en la que podemos aportar nuestro granito de arena a favor de la eficiencia energética".
¿Cómo regula un frigorífico la temperatura? Un termostato asegura que su interior se mantenga a la temperatura que hayamos programado (por ejemplo, entre 3ºC y 5ºC). Como explica Lijo, "una vez que el termostato detecte que el frigorífico se calienta más de 5ºC, activará el compresor y comenzará a refrigerar, consumiendo energía de la red eléctrica".
Cuando mantenemos la puerta de la nevera abierta mucho tiempo, la temperatura interior se verá afectada por el aire caliente de la cocina y eso hará que se rompa el equilibrio y tengamos la nevera a más de 5ºC. Se consumirá energía para poder compensar este calentamiento. Lijo explica que pasa lo mismo cuando metemos comida caliente. "Si la comida está recién sacada del horno, a 80ºC, meterla directamente al frigorífico va a incrementar mucho la temperatura interior, así como a calentar alimentos que estén próximos al lugar en que la pongamos", señala.
En concreto, según varios estudios, por cada grado que se aumenta la temperatura de la nevera se incrementa el consumo energético entre un 2% y un 8%. Aun así, el factor que más determina el consumo es la temperatura ambiente a la que nos encontramos. Por eso es importante colocarlo en lo posible en un sitio en el que esté alejado del horno, radiadores y de la luz directa del sol.
Sin embargo, como explicamos en un consultorio anterior, recordamos que no meter la comida en el frigorífico puede provocar que se estropee. Lijó nos da algunos consejos para optimizar el proceso de enfriamiento de los alimentos para conseguir que éste ocurra más rápido: "En primer lugar, puedes enfriar el recipiente de la comida en el fregadero sumergiéndose unos minutos en agua fría o agua con hielo. En segundo lugar, si guardas la comida en recipientes de menor tamaño, aumentará la rapidez con la que se enfríen".
Por último, "una vez que pongas los recipientes en el frigorífico, mantén la zona a su alrededor lo más libre posible para permitir la circulación de aire y favorecer su refrigeración", propone.
¿Te salen más canas si te las arrancas?
Es un mantra que se repite sin parar: ¿si te arrancas una cana te salen siete? No, no hay evidencias de que si te arrancas canas te salgan más. Ramón Grimalt, Profesor de Dermatología en la Universitat de Barcelona y miembro de la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología), explica que es un famoso mito (‘si te arrancas una te saldrán siete nuevas’). Sin embargo, "lo único cierto es que, progresivamente, cada vez salen más".
Las canas se producen debido a cambios en la producción de la melanina, el mismo pigmento que determina el color de la piel. El doctor Kraleti, de la Universidad de Medicina de Arkansas (EEUU), explica que "arrancarse una cana solo causará que te vuelva a salir una cana, en el mismo lugar. Solo puede salir un pelo por folículo. Los cabellos circundantes no saldrán blancos hasta que se acabe la melanina en sus respectivos folículos".
Y añade: "es mejor recortar las canas y no arrancarlas de un tirón porque el tirón puede dañar el folículo. Si se hace muchas veces puede acabar causando una infección e incluso que de ahí ya no pueda salir pelo".
Es normal que salgan canas a partir de cierta edad. En medicina se considera normal si es a partir de los 20 años, en el caso de las personas blancas, 25 asiáticas y 30 negras. En las mujeres, las primeras canas suelen aparecer en la zona más cercana a la frente. En los hombres, en la más cercana a las mejillas. Una causa de canas prematuras, las que se produzcan antes de estas edades, puede ser algún problema de salud, como hipotiroidismo o deficiencias vitamínicas.
Con la edad se producen procesos de envejecimiento celular que influyen en la producción de melanina. Una vez sale un pelo, este no cambia de color. Pero el pelo se va regenerando, cayendo y saliendo nuevo. Es este proceso en el que los nuevos cabellos pueden ir saliendo grises o blancos, ya que se va produciendo menos melanina.
Uno de los principales factores que influyen en que estos procesos ocurran antes o después es la genética. También se cree que pueden influir factores externos a los que esté expuesto el pelo, como el sol o la contaminación.
Y por último...
Siempre os decimos que estamos encantados de ayudaros y responder a vuestras preguntas. Pero también os recalcamos que, para algunas preguntas, no nos necesitáis a nosotros, sino a un médico especialista que conozca vuestro caso y pueda orientaros.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes nuestra maldita Sofía Fournier, que nos ha ayudado con la consulta sobre cistitis.
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