Es una idea tan vieja que ha vivido de boca en boca antes incluso de que existiese internet, y nos habéis preguntado por ella: ¿es verdad que beber un vaso de agua con azúcar después de hacer ejercicio ayuda a evitar las agujetas en los días siguientes? La respuesta es que no, no hay ninguna evidencia de que sea así.
Las teorías sobre qué son exactamente las agujetas han cambiado en las últimas décadas. Antes se pensaba que se trataba del efecto de cristales de acido láctico que se formaban en los músculos y de ahí esa sensación de pequeñas agujas. De ahí proviene el remedio del agua con azúcar, que ayudaría a deshacer esos cristales y prevenir su formación.
Ahora se sabe que esta no es la causa de las agujetas, que se deben en realidad a microtraumas y microrroturas en las fibras musculares. El agua con azúcar deja por tanto de tener sentido, aunque pueda ser utilizado por el efecto placebo que cualquier remedio tiene frente a no usar remedio ninguno.
¿Qué funciona entonces contra las agujetas? Lamentamos informar de que no hay ningún remedio mágico a nuestro alcance. En este artículo del National Health Service (NHS) británico se sugiere que, para aliviar el dolor de las agujetas intensas se utilice descanso, hielo, masajes deportivos y analgésicossi es necesario. Otros estudios han analizado la eficacia de otras soluciones, los zumos de frutas ricos en antioxidantes (granada, arándanos o sandía entre otros), y han encontrado resultados positivos cuando su consumo es habitual y sostenido en el tiempo.
La clave contra las agujetas se encuentra, en realidad, en el mismo ejercicio que nos las causa: calentar bien antes de entrenar, mantenerse hidratado y estirar bien después, además de ir incrementando la intensidad poco a poco es lo que mejor puede ayudarnos a evitar las agujetas.