Nos han llegado algunos mensajes en los que nos preguntabais si es cierto que teñirse el pelo durante el embarazo puede repercutir en el desarrollo y la salud del futuro bebé. Os contamos lo que hemos descubierto al respecto.
Es cierto que existen estudios que sugieren una posible relación negativa entre estos productos y la salud del bebé, como alteraciones en su peso al nacer o un mayor riesgo de sufrir leucemia durante los dos primeros años de vida. Sin embargo, las investigaciones se han realizado en ratones, utilizando una cantidad de producto mucho mayor que la que se utiliza para teñir el pelo y de manera continua, no como los tratamientos de color de este tipo que usa una mujer. Además, la proporción del producto que llega a la piel es muy pequeña (y menor aún la que logra absorberse) por lo que, en caso de que parte de este llegara a la placenta, la cantidad sería mínima.
“Hay que tener en cuenta que los estudios en relación a este tema son del tipo casos y controles, que sirven para generar hipótesis, pero no las confirman”, explica a Maldita Ciencia Ángela Hermosa, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología. Es decir, que para demostrar sus supuestas conclusiones sería necesario llevar a cabo un ensayo clínico. “Para ello, tiene que aprobarlo un comité ético y, a día de hoy, no se considera ético realizar ensayos clínicos en mujeres embarazadas, de ahí la falta de información”, aclara la experta.
Entonces, teniendo en cuenta todas estas variables, ¿podemos concluir que teñirse durante el embarazo o los meses previos a este puede ser perjudicial para el futuro bebé? La respuesta la da Rita Vassena, ginecóloga en Eugin, a Maldita Ciencia: “En principio, no. No hay estudios sustanciales que demuestren que utilizar estos productos pueda ser perjudicial para la fertilidad de la madre ni para la salud de su hijo”. Hermosa, por otro lado, recuerda que los tintes que se emplean en la actualidad tienen una escasa tasa de absorción cutánea y, en dosis tan bajas, carecen de efectos tóxicos. “Por tanto, y en principio, parece que su uso durante el embarazo y los meses previos es seguro”, añade.
El miedo a que estas tinciones puedan ser dañinas procede de observaciones o investigaciones de hace décadas. Estas sugieren que, al suministrar algunos de sus compuestos en altas concentraciones a ratas y ratones, podrían alterar su fertilidad. “Pero las dosis utilizadas en estos estudios son mucho más altas que las presentes en productos para el cabello”, aclara Vassena. “Además, en el laboratorio estos se suministran de manera continuada cosa que, evidentemente, no pasa con las personas (nadie se tiñe el pelo todos los días)”, añade.
Si miramos diferentes investigaciones, este estudio, llevado a cabo en más de 1300 mujeres, concluye no haber encontrado relación alguna entre el uso de estos productos y el cáncer cerebral en niños. Este otro, en ratas, no hallado diferencias en la fertilidad o en la salud de las futuras camadas hasta la segunda generación y tras el suministro de esa sustancia a las hembras durante todo el embarazo.
Ahora bien, esta otra investigación sugiere una asociación entre el uso de tintes y productos de alisado del cabello durante el embarazo y un aumento de enfermedad en niños menores de dos años. Por otro lado, este concluye que hay un mayor riesgo de alteraciones en el peso al nacer y este que aumenta el riesgo de padecer leucemia en la infancia (en una edad menor a los dos años).
“Por eso, y en general, la posición de los médicos es recomendar un uso prudente: seguir usando los productos sin miedo, ya que su toxicidad está lejos de comprobarse, pero minimizando la posibilidad de absorción, por si acaso”, aclara Vassena. Para ello, la experta recomienda usar guantes durante su aplicación, hacerlo en lugares bien ventilados, aclararlos correctamente después de haberlos utilizado y no dejar el producto actuar sobre la piel más de lo necesario, “sin pasarse”.
Puesto que los órganos vitales del futuro bebé se desarrollan durante el primer trimestre del embarazo y ante la falta de estudios clínicos, a día de hoy, lo más adecuado según Hermosa es evitar teñirse durante estos tres primeros meses y, de hacerlo, prestar atención al tinte utilizado. “Existen alternativas, como los tintes vegetales semipermanentes, por ejemplo”, plantea.
Antes de acabar, Vassena recuerda que no por tener el pelo largo se absorberá más producto. “Solo lo absorberá la piel de la cabeza, no el pelo: una mujer de melena larga no se expone más que una con el pelo corto. Además, aquellas que lleven mechas pueden continuar dándoselas sin miedo: en este caso el producto no entra si quiera en contacto con el cuero cabelludo”, concluye.