¡Buenos días un viernes más, malditas y malditos! Para no faltar a lo que ya es una pequeña tradición semanal, hoy os traemos las respuesta a cuatro de las preguntas que nos habéis planteado a lo largo de los últimos días. Como ya sabéis los veteranos y recordamos a los nuevos, podéis enviarnos todas vuestras dudas y consultas a nuestro correo electrónico ([email protected]), WhatsApp (655 195 538), Twitter y Facebook. ¡Al lío!
¿Sirve para tratar lesiones el kinesiotaping, las tiras de colores que utilizan algunos fisioterapeutas?
Verdes, rosas, azules... Eso sí, siempre llamativas y estrafalarias, ¿o acaso no te han llamado la atención alguna vez esas bandas de colores en piernas, brazos o espalda de una persona que, deducimos, se ha lesionado? Estas tiras adhesivas se conocen como kinesio tapes (y la técnica, kinesiotaping) y las utilizan algunos fisioterapeutas para tratar lesiones musculares.
Sin embargo, a pesar de que no existe consenso definitivo sobre el tema y aunque el vendaje neuromuscular, como también se le conoce, pueda ser útil como "extra" o complemento al tratamiento, no hemos encontrado evidencias científicas que garanticen que su aplicación suponga la solución definitiva a un problema muscular.
De hecho, el kinesiotaping es el protagonista de un intenso debate desde sus inicios en 1979 y a raíz de su recurrente uso en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012 (aunque ya se hablaba de él desde que David Beckham lo utilizó en 2007). Hay fisioterapeutas que lo utilizan como herramienta complementaria a un tratamiento, creyendo o no que podría conllevar una mejora gracias a sus supuestas cualidades o bien al efecto placebo, y quienes descartan esta posibilidad dada la falta de evidencias sobre su eficacia.
A pesar de que existen estudios favorables al uso de esta técnica, (como este, de 2007, en relación a su efecto en la contracción de algunos músculos; este, de 2012, sobre su supuesto beneficio en la fuerza y rango de movilidad o este, de 2014, que sugiere que la técnica podría ser efectiva para el tratamiento del dolor crónico), el reducido número de casos, así como la calidad y metodología de las investigaciones, no permiten concluir que este sea un método realmente efectivo.
"El uso que dan al kinesiotaping los fisios que siguen la evidencia es normalmente como placebo y como manera de dar un estímulo al paciente para modificar algún patrón de movimiento", explica Jorge Rodríguez, fisioterapeuta miembro del Health and Care Professional Council, a Maldita Ciencia.
Esta revisión concluye que no hay evidencias de que el uso (exclusivo) de esta práctica sea eficiente como tratamiento para lesiones musculoesqueléticas. Puedes encontrar otros muchos estudios, revisiones y comentarios a favor y en contra del vendaje neuromuscular en este artículo de Rodríguez. "¿Sirve para "curar" lesiones musculares? No", aclara. "Si acaso puede usarse como vendaje compresivo, pero no está diseñado para eso y no es la mejor opción", añade.
¿Es recomendable utilizar aloe vera en quemaduras o heridas?
Seguro que habéis oído alguna vez, entre los diversos usos que se le atribuyen al aloe vera, que es recomendable para tratar quemaduras o heridas, ya sea utilizando el gel procedente directamente de la planta o como componente en algún producto cosmético. Esta semana nos habéis preguntado por ello y lo cierto es que no: el aloe vera presenta ciertos componentes irritantes que pueden producir efectos secundarios al aplicarlos sobre afecciones de la piel.
"El aloe vera no es un buen tratamiento para las quemaduras, heridas ni, en general, para la dermatitis. En el caso de que la piel esté alterada o presente algún tipo de agresión, hay más riesgo de sensibilización, es decir, de desarrollar inmunidad de forma que, si el aloe vera vuelve a entrar en contacto con la piel, esta podría generar una reacción inflamatoria", confirma a Maldita Ciencia Sara Gómez Armayones, dermatóloga en el Hospital Clinic, en Barcelona. "De hecho, vemos pacientes con alergia al aloe vera. Hay productos mucho más adecuados para tratar este tipo de lesiones", añade.
Según Armayones, aunque a la planta se le atribuyen cualidades antisépticas y reparadoras de la piel, los estudios no han podido demostrar que su eficacia sea superior a los antisépticos como la sulfadiazina de plata, medicamento utilizado para prevenir y tratar las infecciones de las quemaduras de segundo y tercer grado y con un gran poder bactericida. "Aún así, hay que ver la edad del paciente y la extensión de la quemadura por riesgo de absorción sistémica (en todo el organismo)", avisa Gómez.
En Maldita Ciencia ya hablamos de cómo actuar frente a una quemadura o una herida o corte en este artículo sobre primeros auxilios. En el primer caso, lo recomendado es que, sobre la quemadura, corra agua a temperatura ambiente durante unos 15 minutos y, posteriormente, evaluar su gravedad. "Se debe acudir a un centro médico si se trata de quemaduras importantes. Si hay que desbridar ampollas para hacer las curas, lo que recomendamos es agua y jabón", explica Gómez. En caso de cortes, lavarlo con agua y desinfectarlo con jabón suave o suero fisiológico. Si este parece grave, aplicar presión directa y acudir a un profesional médico.
¿Puedes donar sangre si tienes un tatuaje?
Tenemos buenas noticias: tener tatuajes no te impide ser donante de sangre. Si vives en España, solo tienes que esperar cuatro meses después de realizarte el tatuaje. Esta información se encuentra claramente en la web “Donar Sangre” de la Cruz Roja. En algunos países este periodo cambia, como en México, donde piden doce meses de espera. En otros, como Estados Unidos, puedes donar inmediatamente, siempre que te hayas hecho el tatuaje en un centro acreditado.
¿Por qué hay que esperar estos cuatro meses? Hay que asegurarse de que la persona donante no haya contraído ninguna enfermedad transmisible por sangre. Los tatuajes realizados en estudios que siguen los protocolos de higiene son totalmente seguros. Sin embargo, con agujas no esterilizadas se podrían contraer enfermedades como hepatitis B o C o transmitir el virus VIH.
Como nos explica Javier Perdiguero Garés (@perdidue), enfermero en un Banco de Sangre, estos virus pueden no ser detectables, aun con las técnicas de laboratorio actuales, hasta que han pasado 4 meses. De ahí este "periodo ventana" para poder volver a donar sangre después de un tatuaje. Se aplica lo mismo en el caso de hacerse piercings o agujeros para pendientes, aunque se hagan en farmacia.
Este periodo ventana puede ser mayor en función de los métodos con los que se hagan los análisis de sangre, razón por la que en algunos países el periodo de espera es mayor.
¿Es malo para la salud tocarse el ombligo?
Probablemente de pequeño escucharas el mantra de que no te tocaras el ombligo porque no era bueno para la salud y la frase conseguía su cometido: te paralizaba de inmediato. Pues no hemos encontrado ninguna evidencia científica de que tocarse esta curiosa parte del cuerpo sea ni bueno ni malo.
El ombligo es, básicamente, una cicatriz que queda tras la rotura del cordón umbilical del bebé. Ese cordón es vital para el feto, pues le lleva oxígeno y nutrientes, que sería imposible que ingiriera de otra forma, porque todavía no puede ni respirar ni comer alimentos. Además, también transporta desperdicios del bebé de vuelta a la madre, para que ella se deshaga de ellos.
Una vez que nace, este cordón se corta porque el bebé ya no lo necesita y se deja un trocito pegado a la piel que se desprenderá solo a los pocos días. Ese muñón sí que no hay que manipularlo, solo lavarlo con agua y secarlo muy bien. Si este apéndice se infecta se produce lo que se conoce como onfalitis, una infección que también puede afectar al ombligo ya formado de los adultos debido a una mala higiene.
Como explican en la web Médicos y Pacientes, de la Organización Médica Colegial, “muchas veces los botones o tejidos de la ropa pueden irritar esta cicatriz embrionaria y la zona que le rodea”. Los síntomas más comunes de la infección son enrojecimiento del ombligo, hinchazón, que está caliente, llega a oler mal, supura un líquido o incluso pus.
En ese caso es muy importarte acudir al médico para que valore la situación. El tratamiento de la infección consiste en una higiene adecuada, una pomada o un antibiótico y, “solo en casos muy extremos, se procede a un drenaje quirúrgico”.
Relacionada con el ombligo también existe una fobia, la omfalofobia, que es cuando una persona puede llegar a sufrir mareos, vómitos o incluso miedo ante el ombligo de otra persona o el suyo propio, tanto por observarlo como por tocarlo. Pero, en resumen, salvo que tengas esta fobia y te pongas muy mal al tocarte el ombligo, no hay ninguna evidencia científica que diga que tocarse esta curiosa cicatriz sea bueno o malo para tu salud.
Y antes de que te vayas...
Nos repetimos hasta la saciedad (lo sabemos), pero queremos recordaros una vez más que, para consultas personales, casos específicos y diagnósticos particulares, lo mejor es acudir a un profesional médico que estudie el caso y os recomiende el tratamiento más adecuado. ¡Pasad muy buen fin de semana!