Tras la muerte de una joven en Badajoz debido a una posible intoxicación por la ingesta excesiva de ácido lipoico, un complemento alimenticio al que se le atribuyen propiedades quemagrasa, en Maldita Ciencia os contamos lo que sabemos sobre este compuesto.
Lo primero es que el término quemagrasas no es un término científico ni legal, como explica Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos y nutricionista, en este hilo de Twitter, sino un concepto coloquial que permite a los consumidores identificar algunos de sus efectos. Por otro lado, como es un suplemento alimenticio y no un medicamento, se vende sin receta, aun cuando su ingesta en grandes cantidades puede suponer graves problemas para la salud.
El ácido lipoico, que ingerimos de manera natural a través de alimentos como el brócoli, las espinacas o la carne roja (aunque el cuerpo también es capaz de "fabricarlo" por sí solo), es un cofactor enzimático. "Esto quiere decir que es necesario para que algunas enzimas deshidrogenasas [que participan entre otros procesos en el metabolismo energético de las células] realicen su acción", explica Robles y añade que tiene función antioxidante. Puedes leer más en este post de la propia Robles.
Además se le han atribuido efectos positivos sobre la diabetes, el cáncer, desórdenes psiquiátricos y otros problemas de salud.
Según Robles, algunas de estas acciones positivas que se le atribuyen sí tienen evidencia y están aprobadas en algunos países. Por ejemplo, en Japón y Alemania, el ácido lipoico se usa como fármaco en dosis de 600 mg/día en neuropatía diabética (daños en los nervios a raíz de la diabetes).
También existen dos metaanálisis (este y este) que han evaluado su efecto en relación a la pérdida de peso, y ambos concluyen que, aunque sí que esta es una de las consecuencias de su ingesta, la diferencia de peso es mínima (entre 0,69 y 1,29 kg) y solo a corto plazo.
El problema es que, por otro lado, también se le conocen algunos efectos adversos, especialmente en mujeres embarazadas, lactantes, niños, personas con diabetes, problemas renales o hepáticos o personas con deficiencia de vitamina B1.
Por ese motivo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) desaconseja su uso en personas con esas características y sitúa en 0,6 mg/kg al día la Ingesta Diaria Admisible (IDA) de ácido lipoico para los demás (una persona de 70 kg podría ingerir hasta 42 mg diarios sin presentar efectos adversos). En 2015 emitió una opinión científica en la que exponía que la dosis más elevada que no muestra efectos adversos es de60mg/kg al día (cantidad 100 veces superior a la IDA).
En cualquier caso, el consejo de Robles, es que cuando vayamos a consumir un complemento alimenticio tengramos en cuenta varias cosas. En primer lugar que natural e inocuo no son equivalentes, ya que el primer adjetivo puede abarcar componentes con principios activos de acción farmacológica. Por otro lado, que los complementos alimenticios no pasan los mismos controles que los medicamentos y que pueden tener interacciones con los que ya estemos tomando, por lo que es recomendable consultar la posibilidad de tomarlos con un profesional de la salud.
Además, recuerda que si sigues una dieta saludable y completa no necesitas tomar suplementos de ningún tipo para estar saludable o para adelgazar. Por eso, en caso de optar por su consumo, asegúrate de que son completamente seguros.