Nos habéis preguntado por este vídeo que circula por Facebook en el que un joven de Tauste (Aragón) denuncia la matanza de 26 ovejas y un cordero de su rebaño por parte, supuestamente, de una bandada de buitres. Como prueba, el joven muestra las plumas que estas aves dejaron sobre los huesos y restos de las ovejas en el lugar en el que, en teoría, atacaron y acabaron con ellas.
Sin embargo, no hay pruebas de que las ovejas hayan muerto por el ataque de buitres, y los análisis de sus cadáveres apuntan a un cánido.
Desde el Gobierno de Aragón nos han confirmado que el informe emitido por los veterinarios del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca tras la necropsia a los animales indica que las lesiones encontradas en los cadáveres ovinos son mordiscos, lo que relaciona su muerte directamente con algún tipo de carnívoro de mediano tamaño, y no herdias que pudiesen ser causadas por buitres. Añade que la presencia de los buitres se produjo tras la muerte de los animales.
La misma información ha sido publicada por los Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) de Aragón en su página de Facebook: el análisis de las muestras recogidas demuestran que el ataque no lo protagonizaron los buitres, sino un cánido.
El caso se ha hecho viral a partir del vídeo que grabó el dueño de las ovejas, en el que señala directamente a los buitres como responsables y muestra las plumas de estas aves en el lugar como prueba. En el vídeo critica también la falta de medidas para proteger al ganado de estas situaciones.
"Pasó lo mismo hace cuatro años y la policía nos dijo: no os metáis, porque vais a salir perdiendo y no os van a pagar las ovejas. Ese día, dimos el brazo a torcer. Hoy ya no", replica el joven en el vídeo. "Ganaderos, por favor, apoyadnos. Hoy me ha pasado a mí, pero mañana os puede pasar a vosotros".
En un post anterior de Facebook, APN pedía prudencia hasta que se confirmase la naturaleza del ataque: "Si luego se demuestra que han sido perros, ¿cuanto daño se habrá hecho a una especie que solo ha cumplido con lo que siempre ha hecho: comer animales ya muertos?". Por ello, insisten en prestar especial atención a la divulgación de datos que, como este, podrían ser (y en este caso, han resultado ser) erróneos.