Nos habéis preguntado por un supuesto remedio casero consistente en utilizar ajo para extraer astillas, recomendado por varias páginas web como esta, esta o esta.
En teoría, si cortamos una fina lámina de ajo, la situamos sobre la zona de la piel en la que se ha incrustado una astilla y esperamos a que sus propiedades antiinflamatorias "hagan su magia" durante unas horas, podremos sacar el trocito de madera, vidrio o metal sin problema. A pesar de que puedes encontrar muchas publicaciones que aconsejen esta "solución natural", desde Maldita Ciencia no hemos podido encontrar evidencia alguna de que esto realmente sea eficaz.
De hecho, todos los expertos médicos a los que hemos planteado esta pregunta, si el ajo funciona para sacar astillas, coinciden: nunca han oído un remedio similar y no hay nada de ciencia en él. "A nivel científico, al menos, utilizar ajo para sacar una astilla no tiene nada de sentido", explica a Maldita Ciencia Sara Gómez Armayones, dermatóloga del Hospital Clinic, en Barcelona. A Elisa Lopera y Juanjo de la Fuente, jefa y médico de urgencias del Área Sanitaria Norte de Córdoba, respectivamente, no les consta nada parecido y "no le ven base más allá de un bulo".
"No creo que mejore la situación", opina Jaime Ribas, enfermero de urgencias y a domicilio en Barcelona. "Si utilizase ajo en un caso así, ya me hubieran echado de urgencias", bromea. Lo que recomienda Ribas si una astilla de madera o metal provoca una infección, es utilizar una pomada antibiótica y, en el caso de que sean astillas procedentes de un erizo de mar, por ejemplo, preguntar por cremas específicas.
"Utilizar ajo en estos casos no tiene un efecto positivo conocido, pero tampoco negativo. Hoy en día podemos encontrar productos científicos desarrollados para muchos casos específicos diferentes", explica Ribas. "Si las pomadas de 10 y 15 euros se pudiesen sustituir por ajo, yo sería un fan más. Pero no es así", bromea de nuevo.
Según lo que explica aquí Rosa Pérez Losa, enfermera de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), lo que habría que hacer en esta situación es lavar bien la zona donde esté incrustada la astilla, así como las manos y el instrumental que vayas a utilizar (pinzas, aguja fina de coser...).
"Si ves la punta de la astilla fuera de la piel, trata de tirar de ella con su mismo ángulo de entrada para evitar romperla. Si no la ves, pero la notas bajo la piel, rasca suavemente la piel con la punta de la aguja para poder acceder a la astilla y tirar de ella con la pinza", explica Pérez y añade que no debes clavarte la aguja en la piel, rasparla demasiado o hacerte una herida; tampoco apretar la zona con las uñas, ya que esto podría introducirla más. "Si notas molestias mayores y no puedes acceder a la astilla, deberás acudir a un centro sanitario".