Nos habéis preguntado sobre un post publicado en varias páginas web y en Facebook que dice que "el colesterol es un cuento inventado" y que "se acabó el negocito de las farmacéuticas". El argumento es que "el colesterol se elimina de la lista de factores de riesgo que incrementan la posibilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular".
_SE LE ACABO EL NEGOCITO DE ENFERMEDADES INVENTADAS A LOS FABRICANTES DE FÁRMACOS_
Buenas noticias:
¡Todos los usuarios de Lipitor se regocijan!
* El colesterol * finalmente se elimina oficialmente de Naughty List. El gobierno de EE. UU. Finalmente ha aceptado que * colesterol * no es un _nutriente de preocupación_. * haciendo un giro en U * sobre sus advertencias para que nos mantengamos alejados de los alimentos ricos en colesterol desde la década de 1970...
Es cierto que ha habido un cambio en las recomendaciones médicas sobre el colesterol en los últimos años, pero no todo lo que se dice en el mensaje lo es. Lo explicamos.
En estas publicaciones, muchas de las cuales surgen a raíz de un artículo publicado en 2015 en The Washington Post, se lee que "el gobierno estadounidense ha aceptado que el colesterol no es un nutriente de preocupación" y que esto significa que alimentos como los huevos o la mantequilla "ahora se han clasificado como seguros". Una parte es cierta; otra, no.
Lo primero que hay que saber es que el colesterol es una sustancia de aspecto parecido a la cera y parecido a la grasa que se produce dentro de nuestro cuerpo, en el hígado, y también se encuentra en algunos alimentos. El colesterol es necesario para que las células de nuestro cuerpo cumplan sus funciones, pero un exceso de colesterol se considera un factor de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Esto ha dado pie, durante años, a una extendida (pero ahora sabemos que incorrecta) teoría de relación causa-efecto: una ingesta elevada de colesterol a través de la dieta, creíamos hasta hace poco, suponía un aumento en los niveles de colesterol en la sangre y con ello una mayor probabilidad de desarrollar algún tipo de enfermedad cardiovascular.
La supuesta relación entre el colesterol y las enfermedades cardiovasculares surgió en 1968 en base a la literatura científica del momento. Desde entonces, la American Heart Association adoptó una nueva recomendación: limitar el consumo del colesterol a 300 miligramos al día y restringir el consumo de huevo a un máximo de tres unidades a la semana, dado que estos eran ricos en la sustancia.
Pero las evidencias científicas actuales desmontan tal hipótesis: no parece haber esa relación entre ambos factores ya que todo apunta a que el incremento del consumo de colesterol a través de la dieta, el llamado colesterol exógeno, se asocia con una menor síntesis de colesterol endógeno (el que produce nuestro propio cuerpo), lo que posiblemente se trate de un mecanismo de compensación que mantiene los niveles de colesterol constantes en nuestro cuerpo.
Entonces, ¿qué es mentira?
Ahora bien, esto no quiere decir que todos los alimentos anteriormente "vetados" por contener altos niveles de colesterol se hayan clasificado como seguros y saludables, tal y como dice el mensaje que circula por WhatsApp.
El motivo es que la mayoría de los alimentos ricos en colesterol, como la carne, la leche entera o la mantequilla también tienen altos niveles de ácidos grasos saturados de origen animal que, según las últimas revisiones, podrían ser los verdaderos culpables del riesgo de desarrollar este tipo de enfermedades (junto a otros ácidos grasos, como los trans).
Algunas excepciones de esta estrecha relación son precisamente el huevo y las gambas: la cantidad de ácidos grasos saturados de origen animal en ellos es mínima (nula en caso del huevo).
Considerando que los huevos son un alimento asequible y nutritivo, que contiene proteínas de calidad y son ricos en micronutrientes incluyendo vitaminas y minerales, es cierto que los investigadores recomiendan incluirlos como parte de una dieta sana en cantidades mayores de lo que era habitual hace solo unos años: de no sobrepasar los tres huevos a la semana a animar a consumirlos cada día si así nos apetece, dentro de una dieta equilibrada.
Otro de los componentes de los alimentos que se relaciona con el aumento del riesgo de este tipo de enfermedades son los ácidos grasos trans, cuyo uso está regulado.