¡Feliz viernes y bienvenidos, malditas y malditos, a una nueva edición de nuestro consultorio científico! Nuestra cita semanal para responder públicamente a algunas de las preguntas que nos hacéis llegar por todos esos canales de comunicación que tenemos abiertos con nuestra comunidad: Twitter, Facebook, email y WhatsApp.
Sin más retraso, aquí van algunas de esas dudas que nos habéis consultado.
La ilusión óptica que te dice si estás estresado
Nos lo habéis preguntado hasta la saciedad a través de WhatsApp: ¿es real este mensaje que consta de una ilusión óptica y el siguiente texto? "Esta imagen fue creada por un neurólogo japonés. Si está quieta estás tranquilo, si se mueve un poco estresado y si se mueve como un carrusel, muy estresado. Cuéntame cómo te va, a mí no se me mueve."
No, no es cierto que el movimiento de la ilusión óptica prediga tu nivel de estrés. Esto es lo que sabemos.
Tras hacerse viral acompañada del nombre de un supuesto psicoterapeuta japonés llamado Yamamoto Hashima, en teoría autor de la imagen (aunque en el mensaje en español su nombre no aparece), el verdadero creador ha dado explicaciones en su cuenta de Instagram.
Se llama Yurii Perepadia y es un ilustrador y diseñador gráfico ucraniano. Creó la imagen en 2016 utilizando un truco visual que recibe el nombre de su creador, Akiyoshi Kitaoka, que consiste en que pequeñas líneas o zonas en blanco y negro situadas sobre otras de color parecen cambiar el foco de visión y así simulan movimiento en la imagen. Perepadia asegura que el tal Yamamoto Hashima no tiene nada que ver, y que ni siquiera existe.
¿El bicarbonato adelgaza?
También nos habéis hecho llegar por varias vías vuestras dudas sobre el supuesto poder adelgazante de bicarbonato, acompañadas de vídeos en Youtube, posts en blogs y artículos en medios de aspecto más o menos fiable. ¿Es verdad?
No, no lo es. Beber bicarbonato disuelto en agua no solo no adelgaza, sino que además puede dañar la salud. El bulo, nos explica Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos y dietista-nutricionista, puede tener varios orígenes unidos a su pH alcalino. El más habitual es que si un exceso de acidez en el cuerpo nos lleva a subir de peso, contrarrestar eso con una dieta alcalina (o tomando bicarbonato) nos ayuda a adelgazar.
Esto no tiene ninguna base científica. Las dietas alcalinas no adelgazan por ser alcalinas ni por supuesto curan ninguna enfermedad. "Parten de una premisa falsa: que el pH de nuestro cuerpo puede regularse mediante la alimentación. Afortunadamente, el pH de la sangre (al que se refieren principalmente estas dietas o trucos) se mantiene bastante estable gracias a los mecanismos homeostáticos del riñón y de los pulmones."
Cuando ese pH se altera, tenemos un problema de salud que debe tratarse médicamente, y no algo que pueda modificarse con una dieta o con bicarbonato. "En los casos de acidosis metabólica sí que se usa el bicarbonato de sodio como tratamiento, pero inyectado en sangre."
¿Qué ocurre al beber bicarbonato disuelto en agua? Pues que al llegar al estómago reacciona con el ácido clorhídrico y da como resultado CO2, agua y cloruro de sodio (sal común). Los dos segundos pasan al intestino, mientras que el CO2, un gas, se desplaza para terminar siendo expulsado en forma de eructos o de ventosidades.
Eso significa que primero nos sentimos hinchados, y tras expulsar todo ese gas podemos pensar que hemos adelgazado, pero Robles asegura que "ni la sal común ni el agua resultantes van a tener efecto quemagrasas alguno y el CO2 no va a tener ningún efecto sobre el pH de la sangre".
Sin embargo, tomar bicarbonato en cantidades descontroladas (en estos vídeos se recomienda una cucharada al día, sin especificar si se trata de 2 gramos o de 10) puede tener efectos peligrosos. Para empezar, porque se supera con creces la cantidad máxima de sodio recomendada (2 gramos al día según la OMS) para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Pero además porque sí puede modificar el pH del estómago, reduciendo la absorción de algunos nutrientes, puede afectar al comportamiento de algunos medicamentos o producir un efecto rebote: que el bicarbonato neutralice el ácido clorhídrico del estómago, las células del estómago reaccionen produciendo más ácido y aparezcan molestias por sensación de acidez en el estómago.
En resumen: beber bicarbonato disuelto en agua no ayuda a adelgazar ni tiene ningún poder antigrasa. Como mucho, nos hará sentir hinchados a causa del CO2 que se producirá en el estómago y al expulsar ese gas podremos pensar que hemos adelgazado. Por el camino, esto puede provocarnos algunas molestias y problemas de salud.
¿Un mensaje para evitar el alzhéimer?
Otra pregunta que nos habéis hecho por WhatsApp: ¿Qué hay de cierto en un “trabajito” para “mover las neuronas”? Consiste en un texto viral escrito con algunas letras sustituidas por números similares,por ejemplo “CONSTRUYENDO UN CASTILLO” escrito como “C0N57RUY3ND0 UN C4571LL0”. La persona que descifre el mensaje, dice la cadena,“tiene menos posibilidad que otras de sufrir Alzheimer”.
Para saber si es verdad o no, le hemos preguntado a la Sociedad Española de Neurología (SEN): “No es que este ejercicio en particular ayude a evitar el alzhéimer, pero lo cierto es que si queremos tener un cerebro sano, debemos estimularlo para que su funcionamiento y que su capacidad sea cada vez mayor”, nos contesta la asociación de neurólogos.
La Sociedad Española de Neurología recomienda “hacer todo tipo de actividades que permitan la estimulación del cerebro” como la lectura, la escritura, resolver pasatiempos, juegos de cartas… “Se ha demostrado que las personas que realizan más actividades intelectuales y que evitan el aislamiento social tienen menos predisposición a padecer enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer, explica la SEN.
Así que sí, ejercicios intelectuales como el de esta cadena de WhatsApp pueden ayudar a tener un cerebro sano y a tener menos predisposición a enfermedades como el alzhéimer pero no solo este mensaje concreto.
¿Qué es y para qué sirve el aceite vegetal ozonizado?
Nos habéis preguntado por un producto que se vende como cosmético, el aceite de oliva (o de otras fuentes vegetales) ozonizado, que en teoría tiene propiedades hidratantes y nutritivas para la piel. ¿Es verdad?
El ozono es una molécula formada por tres átomos de oxígeno que nos suena por el famoso agujero de la atmósfera pero que tiene presencia en otros lugares y aplicaciones, entre otras cosas gracias a sus efectos desinfectantes.
Su uso en el cuidado de la salud es polémico: algunas personas defienden la eficacia del ozono para tratar todo tipo de enfermedades, en la mayoría de los casos a base de insuflarlo e introducirlo dentro del cuerpo a través del ano o la vagina (aquí un resumen de por qué esto no es una buena idea, de la mano de Yo, Doctor). Pero otro tipo de aplicaciones buscan aprovechar las propiedades del ozono de forma indirecta, introduciéndolo en otros productos.
Uno de ellos es el aceite ozonizado. Deborah García Bello, química y divulgadora científica, nos explica que cuando se ozoniza el aceite, esto afecta a su estructura, modificando el aspecto final del aceite y lo hace más viscoso.
En cuanto a su uso, algunos estudios sugieren que tiene un efecto positivo en los tratamientos sobre la piel. Aquí, por ejemplo, al compararlo con el uso de ácido hialurónico para el tratamiento de quemaduras concluye que es igual de eficiente para tratar los síntomas de la quemadura y un poco mejor para evitar que la piel muestre una marca oscura después de estar curada. Y aquí se revisa la validez del aceite de sésamo ozonizado para la cura de lesiones cutáneas.
De forma, explica García Bello, que "sí tiene propiedades interesantes y se está estudiando. No es la panacea con la que se anuncia pero tampoco es una tomadura de pelo total".
Por último... ¡al médico!
Estamos encantados de ayudaros a entender y despejar dudas sobre cualquier tema relacionado con la información científica o médica sobre la que tengáis dudas... pero si con lo que dudáis es con vuestra propia salud, nuestra respuesta siempre será que acudáis a un médico especialista.
El consejo de una página de internet nunca debería sustituir a la de un profesional titulado que conozca vuestro caso. Os animamos a consultar con ellos vuestras dudas, y a que pidáis cuántas opiniones distintas consideréis hasta quedar a satisfechos con la respuesta.