Como muchos habéis vuelto recientemente a clase, nos habéis preguntado si la cafeína de verdad ayuda a estudiar o es más bien perjudicial para la salud. La respuesta es que sí parece ser de ayuda en cantidades moderadas, pero no es fácil saber exactamente cuánta cafeína tomamos.
La cafeína estimula el sistema nervioso y como tal se ha utilizado desde siempre en tareas que requieren estar despiertos y atentos. Por eso muchos hemos recurrido a ella cuando nos tocaba estudiar. Además, según un estudio de la Universidad Johns Hopkins, la cafeína ayuda a mejorar y consolidar los recuerdos a largo plazo cuando se toma después de una sesión de estudios.
Sin embargo, hay que tener algunas cosas en cuenta en lo que se refiere a la cafeína, ya que se trata de una sustancia psicoactiva estimulante con efectos conocidos sobre el sistema cardiovascular cuando el consumo es excesivo y capaz de generar síntomas de tolerancia y de abstinencia tras un consumo prolongado.
El problema es que la cafeína está muy extendida y generalizada como parte de distintos productos (cafés, tes, chocolate, bebidas energéticas, refrescos...), en muchos casos orientados a un público joven y adolescente, y por eso no es fácil llevar un control directo de cuánta consumimos y podemos pasarnos de cantidad sin darnos cuenta.