A raíz de las protestas de agricultores y ganaderos en España se están volviendo a difundir bulos, teorías conspiranoicas y narrativas desinformadoras que hemos desmentido en Maldita.es. Algunos de estos mensajes se comparten por personas que acuden a esas protestas, otros aprovechan estas movilizaciones para difundirlas por redes sociales.
Agenda 2030: control de la población, insectos, desarrollo urbano y críticas en general
Con las protestas, se está aprovechando para circular desinformaciones sobre la Agenda 2030, una meta aprobada por los Estados miembros de la ONU en 2015 con 17 objetivos, como erradicar la pobreza, garantizar el acceso a la educación a nivel global, reducir el cambio climático y favorecer la igualdad de género.
En primer lugar, las protestas critican de manera genérica a la Agenda 2030, sin aludir concretamente a ninguno de los puntos, calificándola de “criminal” o modificando el contenido de los 17 objetivos de desarrollo sostenible.
“La Agenda 2030 pretende el control de la población”. Se trata de mensajes que relacionan la Agenda 2030 con los supuestos confinamientos climáticos, con la conspiración que lo vincula a la ciudad de los 15 minutos y con el bulo de que las vacunas y los microchips están pensados para controlar la humanidad. Nada de esto es cierto: no hay pruebas de que existan los “confinamientos climáticos”, la ciudad de los 15 minutos es una propuesta urbanística para acercar las necesidades humanas sin “imponer” o “limitar” los desplazamientos, y los mensajes sobre vacunas y microchips para control humano son una conspiración sin fundamento.
“La Agenda 2030 quiere eliminar la agricultura y que la gente coma insectos”. Son narrativas que vinculan estos objetivos de la ONU a una supuesta intención de que la población se alimente con insectos. Relacionado con esto, se desinforma sobre supuestas prohibiciones al consumo de carne. El único punto de la Agenda 2030 relacionado con la alimentación es el objetivo 2, hambre cero, que busca “un mundo libre de hambre y malnutrición para 2030”. No hay mención a los insectos ni a prohibir determinados alimentos.
Yerma 2030. Con el contexto de las protestas, se intenta difundir un supuesto documental llamado Yerma 2030: La España Vacilada, cuyo discurso está construido sobre bulos y desinformaciones que hemos desmentido en Maldita.es. Las narrativas que emplea son, sobre todo, de modificación artificial del tiempo y sequía inducida.
“Todas las personas que vivieron en zonas rurales serán reubicadas por la fuerza en zonas inteligentes”. Una narrativa dice que la Agenda 2030 incluye un traslado forzoso de habitantes de zonas rurales a ciudades. Según estimaciones del Banco Mundial, cerca del 56% de la población mundial vive en ciudades y se espera que esto aumente al 70% para el año 2050. Los motivos de este traslado, explica la Organización Internacional para las Migraciones, son complejos: mejores oportunidades, conflictos, vulnerabilidades climáticas o deseos vitales, pero no es únicamente “por la fuerza”.
Desinformaciones sobre “derribos” de presas para “inducir sequía”
En el contexto de estas protestas se ha rescatado la narrativa de que en España se están “derribando presas y pantanos” para, entre otros objetivos, “inducir la sequía” y provocar escasez de agua.
Lo que se está demoliendo en España, y no ahora, sino al menos desde el año 2000, son obstáculos de los ríos que estaban en desuso o que tenían que derruirse por ley al haber finalizado el permiso que daba el derecho a terceros para el uso del agua. La mayoría de los obstáculos eran azudes, barreras de poca altura que elevan el nivel de agua para desviar parte de su caudal, pero no buscan embalsan el agua como las presas.
Por mucho que la narrativa desinformadora insista en que se han derribado presas, la capacidad de los embalses en la España peninsular ha aumentado. En octubre de 2023 hay más capacidad total de embalsar agua (56.039 hectómetros cúbicos) respecto a la que había en 2005 (53.252 hm3, -4.97%). Este aumento se debe, en parte, a que hay al menos 20 embalses nuevos desde 2010.
La narrativa de la modificación artificial del clima y los ‘chemtrails’
“Impiden la lluvia, roban el agua, destruyen presas y ahora toman medidas”. Las protestas agrícolas han hecho aflorar la teoría conspirativa de los chemtrails, que dice —sin ningún fundamento— que las estelas generadas por los aviones están pensadas para impedir la lluvia, modificar el clima o soltar sustancias químicas peligrosas a la población.
Estas líneas en el cielo pueden ser cirros, un tipo de nube que se genera en capas de la atmósfera cercanas a la superficie, o bien pueden ser contrails, estelas de condensación de los aviones.
Estas estelas de condensación no “fumigan” ni tienen capacidad de modificar el tiempo atmosférico. Sí que tienen un impacto negativo en el medioambiente, contribuyendo al calentamiento global.
“Aviones sueltan yoduro de plata para eliminar nubes cuando hay pronóstico de lluvia”. También se vuelve a confundir el funcionamiento del yoduro de plata, que usan algunos agricultores para conseguir que las tormentas de granizo sean menos dañinas: este compuesto provoca la lluvia antes de que sea granizo, no la elimina.