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Un año de la crisis de desinformación de Ceuta

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La pequeña playa de El Tarajal, bordeada por un espigón que sostiene la valla que separa Ceuta de Marruecos, este 17 de mayo recupera parte del ajetreo que perdió hace más de dos años cuando la frontera con el país vecino se cerró por la pandemia de la COVID-19. Pero no han sido dos años de completa calma. Esta cala de arena gris y aguas mansas vio cómo precisamente hace un año, el 17 de mayo de 2021, miles de personas la atravesaban en un cruce fronterizo sin precedentes en esta ciudad autónoma de poco más de 83.000 habitantes. Un cruce que, en cuestión de horas, también dio paso a una crisis desinformadora. Las redes sociales y los grupos de WhatsApp sirvieron de campo de batalla para los que querían sembrar el caos en la madrugada del 18 de mayo. 

Monir es una de las personas que atravesaron la frontera, primero a pie y luego a nado bordeando el espigón con la valla que separa el territorio marroquí del español, hasta pisar la playa de El Tarajal, en Ceuta. Recuerda cómo estaba al otro lado y un amigo le llamó por teléfono y le dijo: “Monir, la frontera está abierta, vamos, cruzamos y ya vemos luego”. Él ya conocía Ceuta; de hecho la conocía muy bien: se había pasado 10 años en ella tratando de buscarse la vida hasta que a finales de 2019, según cuenta, le expulsaron a Marruecos. Desde entonces estuvo buscando la forma de volver para poder trabajar: “Estuve un año y medio en Marruecos pelao’, sin trabajo, buscando la forma de volver a Ceuta”, cuenta a Maldita.es. Y ese 17 de mayo vio la oportunidad de volver. 

“Cuando llegué a la puerta de la frontera me encontré con mucha gente, nunca me imaginé que me iba a encontrar eso, mujeres y niños pequeños. ¡Me quedé flipado!”, exclama. Durante los días 17 y 18 de mayo de 2021, según afirmó un mes más tarde el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una comisión de Interior en el Congreso de los Diputados, lo que se produjo “no fue una crisis migratoria”, fue una “crisis fronteriza” en la que hubo una “llegada de más de 8.000, 9.000 personas”. Sin embargo, estos datos no aparecen reflejados en los informes publicados por el Ministerio de Interior sobre migración irregular, en los que no se incluye el número de llegadas esos dos días de mayo. 

Al otro lado de la frontera, en tierra española, se encontraba Isabel Brasero, responsable de Cruz Roja Ceuta. Ella, junto a trabajadores y voluntarios de esta organización, estuvieron atendiendo a los migrantes que llegaban por centenares a la playa ceutí. “No era algo normal”, recuerda y explica a Maldita.es que, a pesar de que el protocolo era hacer test de coronavirus a todos los que entraron, se tuvo que dejar de hacer por la gran afluencia de personas. Brasero cuenta que antes de esta entrada de personas, desde Cruz Roja tenían una nave que iba a ser cerrada, pero que se reactivó. Estas naves han estado activas para la atención de personas migrantes hasta finales de abril, cuando se cerraron.

Naves gestionadas por Cruz Roja donde se atendió a los migrantes hasta finales de abril de 2022. Autor: Maldita.es.

Lo excepcional de la entrada a través de este puesto fronterizo no es lo único que Brasero recuerda de los días 17 y 18 de mayo: “Mi WhatsApp no dejaba de ser bombardeado con bulos”. Pocas horas después de que comenzaran a llegar personas, la noche del 17 al 18 de mayo, comenzaron a circular muchas imágenes sobre lo que estaba sucediendo en la frontera de El Tarajal. Una de esas fotografías fue la de un guardia civil rescatando a un bebé que estaba ahogándose en el mar. A las pocas horas de difundirse, comenzaron a circular mensajes que afirmaban que el bebé era un muñeco y que esa imagen no se correspondía con el cruce de Ceuta. “El niño era de verdad, era una foto real”, asegura Brasero. 

También Carlos, nombre ficticio, que regenta un bar que está al lado del puesto fronterizo de El Tarajal, cuenta a Maldita.es que el niño era real: “La madre era una porteadora”. Así se conoce a las mujeres, principalmente marroquíes, que se dedican a comprar productos en Ceuta y Melilla y transportan esta mercancía sobre sus espaldas al lado marroquí. También desde la Guardia Civil y la delegación del Gobierno en Ceuta afirmaron a Maldita.es que el rescate fue real y que el bebé fue rescatado el 17 de mayo cuando cruzaba junto a su madre la frontera. 

Bulo que se difundió sobre el rescate a un bebé en la playa de El Tarajal.

“Los militares estaban metiéndose en el agua porque la gente se ahogaba”, recuerda Carlos. Dos personas murieron tratando de cruzar la frontera, según afirmó Fernado Grande-Marlaska en la Comisión de Interior celebrada el 25 de junio de 2021 en el Congreso de los Diputados. 

“Había grupos de menores, familias, mujeres con niños y grupos de subsaharianos”, relata Brasero. Carlos cuenta que un primo suyo, menor de edad, también cruzó esos dos días, al igual que muchos otros menores que llegaron hasta Ceuta sin acompañamiento de sus padres o tutores, y que su madre le llamó llorando. “Venían niños del colegio”. “Hablabas con ellos y decían que iban a ver jugar a Ronaldo”, recuerda Brasero. Según los datos que aparecen reflejados en el portal de inmigración de la Secretaría de Estado de Migraciones, alrededor de 1.500 menores entraron a través de esta frontera los días 17 y 18 de mayo. Estos menores no acompañados fueron derivados a una nave específica. 

También el resto de las personas llegadas fueron derivadas a las naves situadas al lado del puesto fronterizo. Sin embargo, según cuenta Brasero, muchas de ellas no quisieron ir a estas naves: “Muchos se fueron por las rocas y crearon asentamientos. Entendían que les iban a devolver a Marruecos”. Según afirmó el ministro del Interior Grande-Marlaska, durante el primer día de cruces a través de la frontera de El Tarajal fueron devueltas 2.700 personas a territorio marroquí. 

Puerta de acceso entre el puesto fronterizo de El Tarajal y las naves donde estuvieron los migrantes alojados. Autor: Maldita.es.

Uno de los que se escondió para evitar ser devuelto fue Monir, que pasó las primeras noches escondido de la policía y durmiendo en la calle: “Tenía miedo de que me echaran a Marruecos, la policía quería echarnos a Marruecos”, cuenta a Maldita.es. Como él otros muchos también deambulaban por las calles o por el entorno del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que está al otro lado de la ciudad autónoma y entre árboles. “Su idea [al entrar] era buscar el CETI”, afirma Brasero. Según indican a Maldita.es desde la Secretaría de Estado de Migraciones, en el mes de mayo entraron en el CETI 223 personas y señalan que “previamente a la entrada en el centro tenían que estar en cuarentena en las instalaciones de la Ciudad Autónoma”. Un año más tarde, a fecha de 12 de mayo de 2022, este centro tiene una ocupación de 412 residentes, según datos facilitados por este organismo.

A la izquierda, el Centro de Estancia Temporal de Migrantes de Ceuta. Autor: Maldita.es.

Grupos de WhatsApp que se usaron como “grupos de noticias” en los que se difundieron bulos sobre incendios en colegios o coches a manos de inmigrantes

Andrea, vecina de Ceuta, recuerda un año después que pasó mucho miedo la noche del 17 al 18 de mayo de 2021: “No es solo que cruzaran, es que había miles y miles”. Tras las primeras horas de llegadas de personas a través de la frontera, ella y sus amigos crearon lo que define como “grupos de noticias” por WhatsApp donde se reenviaban videos y fotos de lo que supuestamente estaba ocurriendo en las calles, desde supuestos incendios, hasta supuestas ocupaciones o agresiones. “Mira, este es el colegio que quemaron”, relata a Maldita.es mientras pasa al lado del centro escolar Lope de Vega, que está al lado de su casa. Uno de los vídeos que reenviaron esa noche y las siguientes a través de esos canales de WhatsApp es el de una intervención policial en las puertas de ese centro después de supuestamente haber sido asaltado y quemado por parte de inmigrantes recién llegados a Ceuta. Pero se trataba de un bulo

En las imágenes, grabadas desde una vivienda situada enfrente del centro, se escucha a una mujer decir que los inmigrantes estaban “por la parte de arriba” del colegio y que “eran cuatro”. Sin embargo, desde el centro público aseguraron a Maldita.es que “no ha habido ningún tipo de incidente”. Según explicaron desde el centro Lope de Vega, la Policía acudió al centro escolar para comprobar qué pasaba después de que “varios rumores de los vecinos” avisaran de que “habían entrado en el edificio”, pero desde la Jefatura de Estudios del centro señalan que, una vez allí, la Policía comprobó que no había nadie en el lugar y que no se había producido ningún tipo de destrozo ni incidente. De hecho, afirmaron que durante la mañana del 18 de mayo las clases continuaron de forma ordinaria. Un año después de que el colegio y las autoridades negaran este suceso, Andrea, que vive al lado del centro, sigue pensando que es real que hubo un incendio a pesar de no haberlo visto.

No es el único bulo sobre un supuesto incendio o asalto de un centro escolar los días 17 y 18 de mayo. En la cabecera de un contenido publicado el martes 18 de mayo por el diario ABC se aseguraba que “al menos cuatro colegios han sido ocupados” y que “uno de ellos ha resultado incendiado” en relación con la llegada de inmigrantes a la ciudad de Ceuta el 17 de mayo. Dentro de esta pieza también se decía que “las personas que han entrado a la ciudad —que equivaldrían ya a en torno un 10 por ciento de su población total— han ocupado al menos cuatro colegios y uno de ellos ha resultado incendiado” y no indicaban la fuente de esta afirmación. También en redes sociales se publicaron mensajes asegurando que los inmigrantes habían roto las puertas y entrado a los colegios de San Agustín y Juan Morejón. 

Sin embargo, el 18 de mayo desde todos los centros escolares, excepto el CEIP Ramón María del Valle Inclán que no quiso hacer declaraciones, negaron que se produjera algún incendio o incidencia en relación con la llegada de inmigrantes a la ciudad. También desde los bomberos de Ceuta aseguraron que no era cierto que se hubiera producido un incendio en un colegio tras la llegada de inmigrantes el 17 de mayo. Por su parte, la Policía Nacional de Ceuta aseguró a Maldita.es el 18 de mayo que no se tenía “constancia material de ningún incendio ni ningún hecho delictivo en un colegio" y explicaron que había habido “un incendio en un cubo de basura cerca de un colegio” pero afirmaron que no se conocía al autor o autores.  

Además, desde la Consejería de Educación de la ciudad autónoma, explicaron a Maldita.es que no les constaba que hubiera habido ningún incendio ni altercado en los centros y que, aunque "hubo bulos sobre entradas en colegios, nadie ha confirmado nada de eso". La única incidencia que se comunicó desde la mayoría de los centros educativos de Ceuta fue la falta de alumnos. Algunos de ellos señalaron que esto se debe al “miedo de los padres” porque fueran “andando solos” al centro

Los bulos sobre supuestos incendios no se limitaron a los centros escolares. A lo largo del 18 de mayo circularon otros que aseguraban que las personas migrantes recién llegadas habían incendiado desde un Mercadona hasta la iglesia católica “más grande de Ceuta”. Sin embargo, ambos incendios eran falsos. Desde el departamento de Comunicación de Mercadona aseguraron que era falso y desde los dos establecimientos de esta cadena de supermercados que hay en Ceuta negaron que se hubieran quemado sus locales. 

“Esa iglesia que decían estaba al lado de mi casa”, cuenta Isabel Brasero, responsable de Cruz Roja Ceuta, que afirma que se trataba de un bulo. Se difundió en redes la captura de un supuesto artículo de El Mundo titulado: "Arde la Iglesia Católica más grande de Ceuta después de una noche de disturbios". Pero se trataba de un montaje realizado a partir de otro artículo sobre un incendio en una iglesia en Plasencia (Extremadura) en agosto de 2020. 

“Hubo incendios de coches, se quemaron coches”, asegura Andrea, pese a no tener más pruebas que los contenidos que se reenviaron por WhatsApp. Uno de los contenidos que circuló la noche del 17 al 18 de mayo fue la imagen de un coche ardiendo junto con mensajes como "ALERTA en CEUTA. Los disturbios siguen escalando rápidamente en Ceuta y alcanzan niveles preocupantes. Varios migrantes jóvenes han prendido fuego a un vehículo particular al negarse el dueño a entregarles sus pertenencias". Sin embargo, se trataba de una imagen que no correspondía con la llegada de inmigrantes a Ceuta los días 17 y 18 de mayo de 2021, sino que era una foto que lleva publicada al menos desde 2014. Además, desde la Policía Nacional en Ceuta afirmaron a Maldita.es el 18 de mayo por la mañana que no tenían constancia de incendios provocados por inmigrantes en Ceuta.

“Dormí con un cuchillo debajo de la almohada”, cuenta Andrea, que dice que sus amigas también estaban muy asustadas. El 18 de mayo cuenta que no salió a la calle y que el bar en el que trabajaba le comunicó que permanecería cerrado. “Imagínate que van a tu casa 7.000 u 8.000”, exclama y añade: “Estaban sueltos por la calle [...] haciendo salvajadas”. 

“La ciudad estaba vacía de gente ceutí”, cuenta a Maldita.es Pilar Alba, voluntaria de la asociación Elin, que trabaja en la acogida de personas migrantes y en la sensibilización social sobre este tema en Ceuta. Según cuenta Alba, el 18 de mayo las tiendas estaban cerradas: “Era como si estuviésemos en guerra”. 

Durante esos días “en redes sociales había mensajes incendiarios de agresiones”, afirma. Estos mensajes comenzaron a circular la noche del 17 al 18 de mayo, con alertas como “dos mujeres apuñaladas en estado crítico en pleno centro”. Este mensaje fue publicado originalmente por una cuenta que se hizo llamar Ceuta Noticia que publicó su primer tuit el 18 de mayo a la 1am y que fue borrada a lo largo del 18 de mayo. Desde la Policía Nacional afirmaron ese mismo día que no tenían constancia de apuñalamientos tras la entrada de personas a través de El Tarajal. 

Otro de los contenidos difundido pocas horas después ese 18 de mayo afirmaba que "Continúan las violaciones grupales en Ceuta: 9 víctimas más en una noche en la que cerca de 10.000 marroquíes han cruzado la frontera de la ciudad autónoma. Expertos alertan del peligro del auge de <<sentimientos islamófobos>>". Este se hacía pasar por un tuit publicado por el medio El País, pero se trataba de un tuit falso que utilizaba la imagen de ese diario. Además, según aseguraron desde el 112 a Maldita.es no se recibió ninguna llamada por violaciones y la Policía Nacional de Ceuta no tenía constancia de que hubiera habido violaciones grupales en la ciudad desde la llegada de inmigrantes el 17 de mayo. Según los datos disponibles de criminalidad del Ministerio del Interior, el año 2021 descendieron los delitos, con 3.916 registrados, respecto a 2019 y 2018, con 4.746 y 4.722 respectivamente, años de referencia por tener características similares, ya que 2020 hubo confinamiento durante los meses de marzo y abril por la pandemia de la COVID-19. 

Personas en las calles y la ayuda de los vecinos

Sabah Hammed recuerda esos días como si fuera ayer: “Nadie sabía lo que estaba pasando”. Desde la azotea de su casa familiar señala a Maldita.es un muro blanco que hay enfrente y recuerda cómo las manchas que aún se aprecian se crearon por las decenas e, incluso, centenares de personas, según cuenta, que esperaban su ayuda. Tras las primeras horas de miedo y, según dice, falta de respuestas por parte de las administraciones, el 18 de mayo decidió dar asistencia a los migrantes que llamaban a su puerta, junto a Nayma Mohamed, Najad Habib, Leila Abdeselam y Ali Hamido, todos vecinos de Ceuta. 

Sabah Hammed en la azotea de la casa donde ayudó a las personas llegadas el 17 y 18 de mayo. De fondo, la antigua prisión. Autor: Maldita.es

“Decidimos hacer una olla de comida, 18 kilos de macarrones”, recuerda Hammed desde el salón de esta casa y rodeada de todos los que estuvieron con ella dando asistencia a las personas migrantes. Explica que la comida se acabó nada más empezar a repartirla. “Sabían que yo había acogido a gente”, afirma e indica que eso hizo que empezaran a llamar a su puerta. Durante los primeros meses de la pandemia, en 2020, Hammed acogió a 38 personas marroquíes, 36 adultos y dos niños, que se habían quedado atrapadas en Ceuta con el cierre de fronteras por la situación sanitaria. “Hacíamos bocadillos y no era suficiente”. 

En mayo de 2021 se fue corriendo la voz y su casa se convirtió en un lugar de asistencia para muchas de las personas que estaban en la calle tras cruzar la frontera. “Tuvimos que darles números para las duchas”, recuerda Nayma Mohamed, que estuvo ayudando a estas personas junto a Hammed. Con el paso de los días algunos vecinos de Ceuta les comenzaron a donar ropa para las personas que pasaban por su casa: “Tenían su pantalón, su calzoncillo, sus calcetines”, explica Mohamed. “Pensándolo en frío no sé cómo lo hemos hecho”, relata a Maldita.es Najad Habib, otra de las vecinas de Ceuta que estuvo asistiendo a los migrantes en casa de Hammed. 

A la Izquierda, Ali Hamido Mohamed; a la derecha Najad Habib Alí. Autor: Maldita.es.

Desde la azotea de esta casa de tres pisos también se ve de cerca la antigua prisión, al otro lado de la calle, donde muchos inmigrantes pasaron los días tras la entrada de mayo de 2021. “Antes se podía entrar, ahora está cerrada”, cuenta Alí Hamido, presidente de la asociación de vecinos del barrio de Poblado Regulares, que recuerda a Maldita.es cómo, cuando todavía se podía acceder a estas instalaciones, la visitó junto con periodistas para contarles cómo vivieron las personas que se alojaron en ellas. 

“La gente vio que aquí no tenían futuro, todos querían ir a la Península”, explica a Maldita.es Sabah Hammed. En el segundo trimestre de 2021 el paro en Ceuta se situaba en el 24,2%. “Ceuta es un paso, aquí no tenemos trabajo ni para nosotros”, afirma Hammed. Según Alí Hamido, presidente de la asociación de vecinos de Poblado Regulares, la desigualdad que hay en esta ciudad autónoma provoca que la tensión entre vecinos de Ceuta y migrantes sea mayor. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2020, último año en el que hay datos publicados, Ceuta era la segunda región autónoma con mayor desigualdad en España por detrás de Melilla. “Nuestros menores están abandonados'', afirma Hamido a Maldita.es, que propone que se habiliten espacios como la antigua cárcel para dar talleres a los más jóvenes. 

Solicitudes de asilo para salir a la Península

“Que haya menos gente en la calle ha ayudado a que haya menos fricción”, afirma Pilar Alba, de la asociación de atención de migrantes Elin. Según afirmó el ministro del Interior Fernando Grande Marlaska durante la Comisión de Interior el 25 de junio, el 80% de las personas que entraron los días 17 y 18 de mayo de 2021 fueron devueltas a Marruecos. Desde Maldita.es hemos preguntado al Ministerio del Interior por la cifra de personas que entraron en esos dos días y el número de personas totales devueltas a Marruecos, pero hasta el momento de esta publicación no hemos obtenido respuesta. 

Con las solicitudes de asilo fue desapareciendo el problema para la ciudad”, afirma a Maldita.es Joana Millán, representante del colectivo Maakum que atiende a jóvenes migrantes en Ceuta, que cuenta que hubo migrantes que solicitaron asilo y así podían salir de Ceuta. Uno de ellos fue Monir, que lo solicitó y así pudo dejar atrás Ceuta: “Un amigo mío de Ceuta me dijo lo de asilo y yo fui a extranjería a pedirlo”. 

“En los últimos meses, lo que he visto de Ceuta no me gusta la verdad”, afirma y cuenta que hubo gente que le decía que les quitaban el pan: “Piensan que somos muy malos, que somos ladrones”. Según cuenta, un día un señor le gritó que se fuera a su país cuando llevaba bolsas con alimentos: “Le dije que yo había venido para mejorar mi vida, para hacer algo bueno”. También relata que cuando estuvo trabajando echando una mano a un amigo suyo en su cafetería oía comentarios negativos sobre “los moros”: “Me dolía, pero no podía decir nada”.

Finalmente él pudo salir de Ceuta y viajar hasta Algeciras, donde estuvo unos meses hasta que pudo viajar a Madrid. Como él, otras 3.151 personas solicitaron asilo en Ceuta en 2021, una cifra mucho mayor que en 2020, cuando 285 personas solicitaron asilo o en 2019, con 579 solicitudes en esta ciudad autónoma, según datos del Ministerio del Interior. “Les daban el papel, el billete se lo buscábamos nosotros”, cuenta Sabah Hamed. 

“La situación se empezó a estabilizar”, dice Paula Domingo, coordinadora de Elin. Según explica Domingo, tras pedir asilo y que esta solicitud fuera admitida a trámite, las personas salían de Ceuta: “Fue el coladero para desbloquear Ceuta”. “Tienen otra forma de salir, que es esconderse en barcos y camiones”, añade. 

Algunos de los que tratan de colarse en los barcos o en los bajos de los camiones son los menores que están en situación de calle y que atiende la organización No Name Kitchen. Según cuentan Bárbara Becares, responsable de prensa, y Greta Casaneli, voluntaria de esta organización que arribó en Ceuta en febrero de 2021, hay menores llegados en mayo de 2021 que viven en la zona del puerto de Ceuta esperando para poder hacer “risky”, como se conoce a la técnica utilizada para migrar en los bajos de un camión o subiendo por las cuerdas de los barcos que están amarrados.

Becares afirma que estos niños “no confían en el sistema” y, añade, “tienen miedo de que cuando abran la frontera les echen”. Algunas de estas devoluciones ya se produjeron el 13 de agosto de 2021, tal y como denunció el Defensor del Pueblo, que afirmó que el procedimiento no cumplía “con los requisitos legalmente establecidos” y aseguraba desconocer el número de menores devueltos. Además, desde la Fundación Raíces, que llevaban la defensa letrada de otros dos menores, denunciaron en diciembre de 2021 que habían sido devueltos. 

Según coinciden desde diferentes organizaciones como Elin, Maakum o Cruz Roja, este colectivo es uno de los que más rechazo y tensión genera con la población ceutí. “Hay mucha fricción entre ceutíes y menores en la calle”, afirma Pilar Alba, de Elin. Según cuenta Joana Millán, de Maakum, meses después de la llegada de mayo, se difundió un bulo en el que se apuntaba directamente a los menores que migraron sin acompañamiento: “Vino un chaval de vacaciones [...], fue una agresión muy fuerte y las noticias lo que empezaron a decir es que le habían agredido menas”. Este bulo hacía referencia a una agresión a un joven el sábado 24 de julio en las cercanías de la playa de la Ribera. Esta agresión se difundió con mensajes como “aumenta la inseguridad en Ceuta: siete inmigrantes ilegales de origen marroquí apuñalan a un menor español para robarle el bolso”. 

Un día después de esta agresión, la Asociación de Estudiantes de Ceuta convocó una manifestación “por la seguridad” para el 29 de julio. Sin embargo, esta agresión nada tenía que ver con personas inmigrantes llegadas el 17 y 18 de mayo. Según indicó la Policía Nacional en septiembre de 2021 a Maldita.es, todos los implicados en la agresión eran españoles y vecinos de Ceuta.

Ahora no hay tanto bulo sobre ellos porque no son tan visibles”, afirma Bárbara Becares, de No Name Kitchen. “Ahora son invisibles”, puntualiza Greta Casaneli, de la misma organización. Joana Millán coincide en la no visibilidad de las personas migrantes en las calles de Ceuta: “Hay población migrante, pero no en los espacios públicos”. 

Este 17 de mayo se ha reabierto la frontera con Marruecos de manera bilateral dos años después

Un año después de esta entrada de miles de personas y más de dos años desde que se cerrara el paso fronterizo en marzo de 2020 como consecuencia de la pandemia de la COVID-19, este 17 de mayo a las 00:00 se ha abierto esta frontera terrestre tanto en Ceuta como en Melilla. 

Según recoge una nota de prensa de La Moncloa, esta apertura tendrá dos etapas: una inicial este 17 de mayo en la que se ha permitido el acceso “a territorio español los ciudadanos y residentes en la Unión Europea y aquellas personas autorizadas a circular en el espacio Schengen”; y una segunda, a partir del 31 de mayo, en la que “también podrán ingresar en territorio español los trabajadores transfronterizos legalmente reconocidos”. 

Artículo realizado por Maldita.es con la colaboración de Oxfam Intermón. 

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