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MALDITO BULO

Los bulos que relacionan la viruela del mono con las vacunas contra la COVID-19

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Claves
  • Ninguna de las vías de transmisión de esta viruela tiene relación con las vacunas contra la COVID-19
  • Uno de los síntomas de la viruela del mono son sus erupciones en la piel, muy características y que no tienen que ver con reacciones adversas en la piel que pueden producir estas vacunas
  • El adenovirus de chimpancé que usa la vacuna de AstraZeneca es una familia de virus diferente a la de esta viruela (Poxviridae)
 
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Después de la alerta sanitaria por casos de viruela del mono, varios contenidos desinformadores están intentando relacionar este virus y la enfermedad que causa con las vacunas aprobadas contra la COVID-19. Las afirmaciones falsas aseguran que estas vacunas causan, entre sus efectos adversos, las lesiones en la piel vinculadas a la viruela del mono o relacionan el adenovirus de chimpancé que usa la vacuna de AstraZeneca con esta enfermedad. 

Pero es un bulo: ninguna de las vías de transmisión de este virus tiene relación con las vacunas contra el SARS-CoV-2. Además, las erupciones en la piel vinculadas a la viruela del mono (atención, las imágenes pueden resultar desagradables) son un síntoma muy característico de esta enfermedad y se distinguen fácilmente de otro tipo de sarpullidos que pueden guardar relación con la vacuna.

Entre las formas en las que se transmite el virus de la viruela del mono no están las vacunas contra la COVID-19

La viruela del mono es una enfermedad zoonótica viral, es decir, el virus que la causa puede pasar de animales a humanos. Se considera endémica en el centro y oeste de África, aunque antes de esta alerta se han reportado casos esporádicos fuera de este continente por contacto con animales infectados o viajes a zonas endémicas.

Existe desde hace años literatura científica que describe sus vías de transmisión o las formas en las que la enfermedad puede contagiarse. Las principales son el contacto estrecho con la saliva o secreciones respiratorias, sangre, líquidos corporales, lesiones de la piel o las mucosas de personas y animales infectados. También el contacto con las erupciones de la piel o costras que provoca; la excreción viral de las heces y el consumo de animales contaminados. Así lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su página web.

Tanto el catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca, Raúl Rivas, y el profesor de Parasitología de la Universidad de La Laguna, Jacob Lorenzo-Morales han coincidido en lo expuesto por la OMS en Maldita.es. La conclusión, en palabras de los expertos y como podemos comprobar en la lista anterior, es que ninguna de estas vías de transmisión está relacionada con las vacunas contra la COVID-19 ni con sus efectos adversos.

El bulo que relaciona unos sarpullidos de herpes zóster con las erupciones de la viruela del mono: las vesículas de la viruela son claras y no se confunden con otros problemas en la piel

Nos habéis preguntado al chatbot de WhatsApp (+34 644 229 319) por un artículo publicado en el medio Información titulado “el efecto secundario de la vacuna covid, sobre todo de Pfizer, que no conoces”. Bajo el mismo podemos encontrar un texto que revela este supuesto efecto secundario: “Se trata de una erupción de sarpullido o ampollas en la piel causadas por otro virus”. Junto a una captura de este titular, también se incluye una noticia del diario ABC titulada “Cómo se contagia la viruela del mono en los humanos y cuáles son sus síntomas”. El contenido vincula los síntomas de la monkeypox con estos sarpullidos.

Sin embargo, los sarpullidos a los que se refiere la noticia de Información son herpes zóster, una erupción cutánea con ampollas causada por el virus varicella-zoster, según explica la página MedLinePlus de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Las ampollas que genera el herpes zóster son diferentes a las vesículas de la viruela del mono (atención, las imágenes enlazadas pueden resultar desagradables para algunas personas). 

Rivas detalló en la Twitchería que dedicamos a este patógeno que estas vesículas son “un síntoma clarísimo de esta enfermedad”, lo que ayuda a detectar a las personas afectadas “y tomar las medidas preventivas que hagan falta”. A estos problemas de la piel se le suman otros síntomas característicos de la viruela del mono, como fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor de espalda, inflamación de ganglios linfáticos, escalofríos y agotamiento, explican los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).

Por otro lado, como ya explicamos en Maldita.es, el herpes zóster no es uno de los efectos secundarios confirmados de ninguna de las vacunas contra la COVID-19. Lo que sí podría ocurrir, según Paloma Borregón, dermatóloga de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), es que la vacuna facilitase la reactivación del herpes zóster. Pero, como decimos, no tiene nada que ver con los síntomas de la viruela del mono.

También hay literatura científica que ha explorado la relación entre herpes zóster y vacunas contra la COVID-19. Por ejemplo, un estudio de caso de un paciente, un estudio en Hong Kong que afirma que hay un riesgo absoluto muy bajo de desarrollar herpes zóster tras la vacunación; y una investigación que evidencia que hay más casos de este herpes tras la vacuna contra la COVID-19 que tras la de gripe.

El bulo que relaciona el adenovirus de chimpancé que usa la vacuna de AstraZeneca y la viruela del mono: este adenovirus no puede causar ninguna enfermedad y el reservorio de esta viruela son los roedores silvestres africanos

Por otro lado, circula un tuit que cita una noticia sobre los casos confirmados de la viruela del mono en la Comunidad de Madrid. En él pueden leerse, literalmente, estas dos frases: “la zoonosis no existe” y “vacunas con adenovirus de chimpancé”. 

La vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca incluye un adenovirus de chimpancé modificado de tal forma que adquiera cierto parecido al SARS-CoV-2. Así, nuestro organismo puede crear ‘defensa’ contra el real. Ahora bien, este adenovirus no es capaz de provocar ninguna enfermedad: ni la COVID-19 ni la viruela del mono.

Aun así, el tuit relaciona la tecnología que usa esta vacuna para inmunizar contra la COVID-19 (el adenovirus de chimpancé) con la viruela del mono. Sin embargo, como explica la OMS y coincide Rivas, el reservorio natural del virus (los organismos que lo alojan) ni siquiera suelen ser chimpancés, sino roedores silvestres africanos, capaces de infectar a ardillas, ratas, ratones, monos, perritos de las praderas y humanos. Así lo muestran los datos disponibles sobre esta enfermedad, que se investiga desde 1970.

No hay relación entre el adenovirus utilizado por AstraZeneca y el virus de la viruela del mono

Por último, los adenovirus y el virus de la viruela del mono, aunque ambos son virus, pertenecen a diferentes familias en las que se clasifican estos patógenos

Por un lado, los adenovirus son una familia de virus que pueden causar infecciones en las vías respiratorias, los ojos y el tubo gastrointestinal, según explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés). 

Por otro, el ‘culpable’ de la viruela del mono es un virus del género Orhopoxvirus, que pertenece a la familia Poxviridae, como explica la OMS. Otros Orthopoxvirus conocidos son el Variola virus (que causaba la viruela, una enfermedad erradicada) y el Cowpox virus (que provoca la viruela bovina).

Es decir, no hay semejanza entre el virus utilizado en la vacuna de AstraZeneca y el virus causante de la viruela del mono: ni pertenecen a la misma familia ni causan las mismas enfermedades. 

Las afirmaciones falsas sobre la vacuna de Emergent Biosolutions que sirve para la viruela del mono

“Vacuna para viruela del mono ya lista. La fabrica la misma empresa criminal que fabricó la del ántrax y la del covid: Emergent Biosolutions”. El texto se mueve junto a una entrevista televisada a Heiko Schöning, fundador del grupo negacionista Médicos por la Verdad en Alemania.

Emergent Biosolutions es una empresa farmacéutica de Estados Unidos especializada en “protección contra las amenazas a la salud pública a través de una cartera de vacunas y terapias innovadoras”. Entre sus productos se encuentra una vacuna contra la viruela humana, ACAM2000. Sin embargo, este preparado no es un producto reciente: lleva aprobado desde 2007 en Estados Unidos. Además, cuenta con autorización de uso en Singapur y Australia, aunque no en Europa. Tampoco es preciso que sea una vacuna para la viruela del mono, ya que su uso aprobado es para prevenir la viruela humana, aunque como hemos explicado en Maldita.es, también se emplea para prevenir la viruela del mono. Por último, no es cierto que Emergent Biosolutions tenga una vacuna contra la COVID-19.

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