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Control parental de las videoconsolas: para qué sirve y cómo podemos activarlo para los menores

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Si eres padre, madre o tutor de un niño o una niña o de adolescentes, es muy probable que, una Navidad más, una videoconsola esté en la lista de los Reyes Magos. Exponer a los niños a la tecnología a una edad temprana debe hacerse con cuidado, porque aunque puede tener enfoques pedagógicos y de entretenimiento, también puede entrañar riesgos en la relación que establecen con sus dispositivos. Para tratar de mantener a raya esos riesgos y controlar el uso que se hace de estos aparatos, hay herramientas que vienen incluidas en las propias videoconsolas, como el sistema de control parental.

¿A qué riesgos nos referimos? Álvaro Pérez García, director del Grado en Pedagogía de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), recuerda a Maldita.es que “el uso excesivo de cualquier tipo de dispositivo tecnológico conlleva un riesgo de adicción, bien sea a un determinado juego, a redes sociales, a páginas de compras, etcétera”. Pero no sólo eso: “Si no se controla lo que ven, descargan o juegan nuestros hijos se corre el peligro de que el niño pueda visitar contenido para adultos, y también que pueda sufrir bullying o, incluso, grooming”.

Por eso, el especialista recomienda que se establezcan normas, se vigilen las horas de uso, se coloque la videoconsola en un lugar accesible para los padres en el que puedan controlarlo (no en la habitación de los niños) y se utilicen las herramientas de control parental. Vamos a ver qué son y cómo se pueden activar.

El control parental permite restringir contenidos y el acceso a internet, controlar la privacidad y limitar el tiempo en pantalla

El control parental permite gestionar el uso que hace el niño o adolescente del aparato. En concreto, bloquear juegos por clasificación de edad, controlar el gasto, limitar el tiempo de juego y restringir la comunicación en línea, y es una función que suelen tener disponibles casi todos los dispositivos tecnológicos y plataformas, como los móviles y las aplicaciones, por ejemplo.

Las grandes plataformas de videoconsolas, como PlayStation, Xbox y Nintendo, disponen cada una de su propio control parental, pero tienen estas características mencionadas en común, y todas son útiles, explica a Maldita.es Jorge Flores, director y fundador de PantallasAmigas.

  1. Privacidad y seguridad en línea. “Es importante determinar qué información personal pueden ver los demás y quién tiene permitido relacionarse con nuestro hijo o hija. En el caso de que las videoconsolas utilicen algún periférico como cámara web, auriculares o micrófono, será necesario configurarlo de forma específica”, detalla Flores. Esto es esencial para evitar los mencionados casos de grooming.
  2. Configuración del acceso a Internet. En línea con lo anterior, y ante los riesgos que puede suponer jugar con desconocidos o pasar de ciertos límites en Internet, esta es otra de las opciones que permite el control parental de una videoconsola. “Conectarse a Internet no es indispensable. Muchos títulos ofrecen horas de diversión sin necesidad de conectarse a la red con personas desconocidas”, señala Flores.
  3. Restricciones de contenido. “Es muy recomendable filtrar juegos, aplicaciones y páginas webs en función de la edad y características personales de quien juega”, especifica. Aquí, es interesante conocer y consultar el Sistema PEGI (Pan European Game Information), el mecanismo de autorregulación diseñado por la industria de los videojuegos que proporciona clasificaciones por edad para videojuegos en 38 países europeos.
  4. Tiempo de pantalla. Las videoconsolas de última generación ofrecen funciones para configurar el tiempo de uso en diferentes juegos y aplicaciones por separado, detalla el director de PantallasAmigas. Por ejemplo, pueden incluir la posibilidad de configurar un reporte, que llegará por email a la persona adulta responsable, sobre el tiempo total dedicado a los videojuegos, tiempo empleado en cada videojuego específico, dinero gastado y tipo de actividades realizadas con la videoconsola.
  5. Control de compras. El control parental permite establecer unos límites de gasto si se pueden comprar videojuegos u objetos dentro de los juegos.

PlayStation, Xbox, Nintendo Switch y otros dispositivos incluyen esta opción, que se configura desde Ajustes o Configuración

Para activar el control parental y configurar sus opciones, habrá que ir a los correspondientes menús de cada videoconsola. En PlayStation, primero habrá que elegir el tipo de cuenta de usuario (administrador de la familia, adulto de la familia y padre, madre o tutor legal, y menores). Una vez seleccionado el tipo de cuenta, seleccionaremos Ajustes > Control paterno/Administración de familia > Administración de familia, y ahí se podrán detallar las restricciones para los menores.

Para Xbox habrá que ir a Menú > Configuración > Cuenta > Control parental. Además, dispone de la aplicación App Xbox Family Settings, que permite administrar las actividades de los menores desde el teléfono móvil en tiempo real.

En el caso de Nintendo Switch, los ajustes también se pueden hacer desde la aplicación de control parental o desde la consola. Una vez se inicia sesión en control parental de Nintendo Switch, la app se vincula con la videoconsola y vendrán tres preguntas para configurar tres acciones: "¿Pasa mi hijo demasiado tiempo jugando a videojuegos?", "¿A qué clase de juegos juega?" y "¿Puedo restringir el acceso de mi hijo a ciertos juegos no adecuados para su edad?". Dentro de cada una de ellas, en los submenús se eligen las opciones.

En la web de ESRB (Entertainment Software Rating Board, un sistema de clasificación estadounidense de los videojuegos por edades), se pueden encontrar especificaciones detalladas paso a paso para activar el control parental en cada uno de estos dispositivos, y también guías para Windows PC, Meta Quest y otras plataformas como EA Origin, Fortnite, Google Play o Minecraft.

Ojo también con la ciberseguridad: hay que actualizar el sistema de la videoconsola y usar contraseñas seguras

¿Los niños pueden acceder a estos permisos? No, porque una vez que se configuran, para que las restricciones se pudieran eliminar, haría falta una contraseña, código de acceso PIN o confirmación por medio de un correo de una persona adulta. Pero, como con todo software, hay que estar atento a la ciberseguridad, y para eso es recomendable mantener siempre la videoconsola actualizada a la última versión, adquirir los videojuegos en tiendas o plataformas de confianza y establecer contraseñas robustas en las cuentas de los adultos.

“También puede ser útil hacer una búsqueda online para conocer las experiencias de otras familias al respecto, revisar opiniones actualizadas sobre ese control parental, e incluso saber de la existencia o no de trucos para saltarse el control”, añade Flores.

Hemos hablado de las videoconsolas, del aparato tecnológico. Capítulo aparte es el de los videojuegos, de los que hemos mencionado cómo conocer su regulación por edades. En la web de PantallasAmigas puedes encontrar diez consejos de ciberseguridad para videojuegos y también un decálogo para saber cómo elegir y disfrutar de los videojuegos en familia.

En cualquier caso, hay que recordar que todo sistema de supervisión o control parental es una ayuda, no una solución definitiva en sí mismo, como subraya Flores: “Podemos apoyarnos en ellos, pero no cubren todas las necesidades ni durante todo el tiempo. La labor de educación y concienciación debe ser constante para conseguir un consumo crítico en el marco de una autonomía progresiva”.


Primera fecha de publicación de este artículo: 26/12/2022

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