Hola malditas y malditos, y bienvenidos una semana más al consultorio de Maldita Ciencia en el que intentamos responder a algunas de las preguntas que nos enviáis cada semana. Os damos las gracias a todos los que nos escribís, y os aplaudimos por mantener el sentido crítico siempre despierto, incluso en los rigores veraniegos de agosto.
Benceno en el aire acondicionado del coche
Forma parte de una cadena de WhatsApp que nos habéis enviado por varias vías en la que un pediatra advierte de que en un coche estacionado al sol y a más de 16º de temperatura los niveles de benceno son muy altos, y aun más si al entrar en el coche ponemos el aire acondicionado sin bajar las ventanillas antes, ya que todo el aire caliente acumulado en el sistema de climatización saldrá expulsando aun más benceno que nosotros respiraremos. Añade que el benceno es "es una toxina que afecta al riñón y al hígado", que es muy difícil de expulsar por nuestro cuerpo, que es tóxica y cancerígena y que envenena los huesos y produce abortos entre otras cosas.
Se trata de un bulo que lleva años circulando, y que ya han desmentido, entre otros, la OCU y Snopes. Es cierto que el benceno es un componente derivado del petróleo que es peligroso para la salud, y por eso los que lo manipulan como forma de su trabajo tienen que utilizar protecciones especiales. Sin embargo, el benceno que se pueda utilizar en las distintas fases de producción de un coche se habrá evaporado cuando el coche llegue a su dueño y por tanto no hay riesgo de intoxicación por benceno al meterse en un coche por muy caliente que esté su interior.
Algunos estudios han sacado conclusiones interesantes al respecto. Este se realizó en Corea en 2001 analizó la exposición a algunos compuestos en personas que se mueven en coche y en transporte público y concluyó, entre otras cosas, que las personas que van en coche sí parecen sufrir una mayor exposición al benceno, pero que este proviene del combustible que utilizan sus coches, y no de los componentes internos de los mismos, y que la exposición parece ser mayor en invierno que en verano, así que no parece que el aire acondicionado tenga un gran impacto en el asunto. En ningún momento de ese estudio se relacionaba el benceno con el riesgo de cáncer.
Otro estudio realizado en Alemania en 2007 analizaba los efectos para la salud del aire interior de un coche nuevo y un coche con tres años de antigüedad aparcados al sol y concluyó que no parecía haber ninguna amenaza en los compuestos que contenían ninguno de los dos.
Fumar marihuana es beneficioso
Estamos últimamente a vueltas con si fumar esto o aquello es mejor o peor para la salud. Dejando claro para empezar que lo más saludable es no fumar nada en absoluto, ya hemos explicado que el humo de las cachimbas es peor que el de los cigarros (aunque sus efectos en la salud sean difíciles de comparar) y que vapear es más saludable que fumar, aunque también tiene sus riesgos.
Ahora, alguno nos habéis preguntado si fumar marihuana podría ser, no solo mejor para la salud que fumar tabaco, sino incluso beneficioso. Vamos a empezar por aclarar que fumar nunca es beneficioso. Lo deja claro la Asociación Americana del Pulmón: durante la combustión necesaria para fumar, ya sea tabaco, marihuana o cualquier otra cosa, se generan una serie de sustancias químicas que son irritantes, tóxicas y cancerígenas. Además, añade que los fumadores de marihuana suelen hacerlo de forma diferente a los del tabaco: aspiran el humo más profundamente y lo retienen en sus pulmones más tiempo, de forma que aumentan la exposición a esas sustancias nocivas.
Es difícil decir qué es peor para la salud, si fumar tabaco o fumar marihuana, porque ambos tienen efectos muy distintos sobre el cuerpo y la salud, además de que se consumen de forma y con frecuencias diferentes. La sustancia psicoactiva del tabaco es la nicotina, un estimulante que aumenta los niveles de dopamina en el cerebro, lo que produce una sensación de placer y recompensa. Como estimulante que es, la nicotina aumenta la actividad neuronal y da la sensación de tener más energía. En el caso de la marihuana, la sustancia activa es el tetrahidrocanabinol o THC y afecta a la percepción del tiempo, la coordinación, el placer, la memoria y las habilidades cognitivas.
La kava, un "ansiolítico natural"
Nos habéis preguntado también por la kava y si se puede considerar realmente un ansiolítico natural. Esto es lo que sabemos.
La kava (Piper methysticum) es una planta de origen polinesio. Con su raíz se elabora una bebida que tiene propiedades sedantes y anestésicas y que por tanto se ha propuesto como un tratamiento alternativo para la ansiedad, especialmente teniendo en cuenta que los actuales medicamentos ansiolíticos han demostrado ser eficaces, pero también que pueden provocar efectos secundarios poco deseables. Revisiones realizadas por la Biblioteca Cochrane han demostrado que la kava es una forma efectiva de reducir los síntomas de la ansiedad cuando se la compara con el placebo.
Sin embargo, en 2001 surgió cierta preocupación por una posible toxicidad de los extractos de kava que podía causar efectos perjudiciales en el hígado, y como resultado se reguló o limitó en muchos países, aunque algunos científicos apuntaron que los casos de toxicidad se dieron en pacientes con problemas hepáticos anteriores o que tomaban medicamentos que pudieron interferir con la kava.
Si tocas una ortiga sin respirar, no pica
Es una leyenda urbana muy popular y ahora que tanta gente está de vacaciones y ha elegido la naturaleza, viene muy a cuento: ¿de verdad si tocas una ortiga sin respirar no pica?
Todo apunta a que es un bulo. No hemos podido encontrar ninguna evidencia científica al respecto ni la teoría tiene demasiado sentido si tenemos en cuenta cómo pican las ortigas: sus hojas están cubiertos de unos pequeños pelitos que en realidad son tubos rellenos de ácido fórmico. Al tocarlos, se rompen y se quedan clavados en nuestra piel, libreando ese ácido que desencadena la reacción del sistema inmune y provoca la aparición de ronchas, pequeñas ampollas y un intenso escozor. Dejar de respirar en este caso no tendría ningún impacto sobre este proceso (a no ser que lo hagamos durante tanto tiempo como para perder la consciencia, cosa que no tendría mucho sentido).
Lo que sí hemos encontrado fue un experimento realizado por escolares del instituto Moncho Valcárcel en As Pontes, A Coruña, en el que pusieron a prueba esta teoría utilizando a 90 compañeros como conejillos de indias voluntarios. Con los ojos vendados, les tocaron con una ortiga y les pidieron que aguantaron la respiración. De todos ellos, 81 notaron el picor de la planta, con lo cual concluyeron que el método solo funciona en ocasiones muy puntuales por algún tipo de anomalía.
Anticonceptivos en el champú
¿Es posible hacer crecer el pelo más sano y fuerte echando pastillas anticonceptivas en el champú? Nos lo habéis preguntado y hemos puesto todos nuestros recursos para daros una respuesta.
Para empezar, hemos testimonios y blogs hablado de este truco, pero ni un solo estudio o evidencia que ponga a prueba esta hipótesis. Todo apunta a que el bulo proviene de una confusión sobre el efecto de los anticonceptivos hormonales sobre la caída del pelo y un sesgo por parte de quien lo ha probado y dice que le funciona. Vamos por partes.
Las pastillas anticonceptivas basan su efecto en distintas combinaciones hormonales, y las hormonas tienen efectos sobre el pelo: están detrás de muchos casos de alopecia androgénica y también son en parte responsables de que a algunas mujeres embarazadas les crezca el pelo más fuerte y brillante (además de un especial cuidado en la dieta durante esa etapa, probablemente). Algunas mujeres notan una mayor caída del cabello cuando toman algunas píldoras anticonceptivas, mientras que otras lo notan justo después.
Pero eso no quiere decir que al frotarse esas píldoras por la cabeza junto al champú eso vaya a tener ningún efecto sobre el cabello. Para empezar porque la forma de absorción de las hormonas no es la misma, y para seguir porque la forma en que el cuerpo de las mujeres procesa esas hormonas no siempre es igual: depende de cada pastilla, de cada mujer e incluso de cada momento.
Que algunas personas aseguren que esto les ha funcionado tampoco es una evidencia de nada por distintos motivos. Para empezar, porque habría que ser más concretos: ¿qué píldoras usaron? ¿Y cuántas? ¿En qué tipo de champú? Segundo porque este tema es muy subjetivo: habría que medir de forma objetiva en qué consiste esa mejora que aseguran haber experimentado para comprobar que no se trata de un sesgo o un efecto placebo.
Y por último…
Desde Maldita Ciencia estamos encantados de que nos enviéis todas vuestras dudas, creemos firmemente que entre todos es más fácil que no nos la cuelen.
Pero también sabemos que para muchas cuestiones, a quien tenéis que acudir es a un médico, a uno de verdad. Creemos que aunque internet es una herramienta muy útil para buscar información, en ningún caso debería sustituir el consejo de un profesional titulado que conozca vuestro caso.