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MALDITA CIENCIA

Huesos de santo: qué son, por qué no son un postre saludable y por qué prohibirnos un alimento o producto no es la solución

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Además de los dulces y chucherías, ‘imprescindibles’ en las tradiciones más ‘halloweeneras’, en España es típico echar mano de algún que otro dulce, como los conocidos huesos de santo, los días que rodean al uno de noviembre, especialmente el día de Todos los Santos. Su nombre, como cabe suponer, procede de la similitud con los huesos, debido a su color blanco, su forma alargada y cilíndrica y su relleno, similar al tuétano o la médula de estos órganos.

¿Que son dulces son típicos de esta época del año? Sí. ¿Que muchas veces presumen de una receta que incluye frutos secos, como las almendras? También. Pero basta analizarlos teniendo en cuenta el resto de ingredientes para comprobar que esto ni los hace saludables ni justifica que nos atiborremos con ellos durante todo octubre y noviembre. La clave para comerlos sin boicotearnos la salud está en la frecuencia con la que los comemos y en el resto de nuestra alimentación estas semanas, que debe seguir siendo saludable (independientemente de que nos demos algún capricho).

Por qué los huesos de santo no son un postre saludable

En la receta de los huesos de santo, los protagonistas son las almendras y el azúcar, aunque en ocasiones también la patata. A la pasta a partir de estos, el mazapán, se le da forma de rollito de unos 5 o 6 centímetros que se enrolla alrededor de su relleno, normalmente de almíbar, yema y, de nuevo, azúcar. Fuera de la receta tradicional, también los podemos encontrar de coco, cabello de ángel, mermelada, chocolate o yogur. Para terminar, el toque final: el último baño de (¡sorpresa!), azúcar.

Como has podido deducir, estos dulces no se consideran un producto saludable. Aparte de la gran cantidad de azúcar con la que se elaboran, que puede suponer múltiples efectos en la salud a corto, medio y largo plazo, aunque el mazapán está hecho principalmente con almendra (que aporta ácidos grasos insaturados, calcio, magnesio, vitaminas del grupo B…), “los ‘beneficios’ que podría aportarnos se caen por su propio peso debido a su gran contenido de azúcar, que hace que no pueda considerarse un dulce saludable”, recordaba a Maldita.es la dietista nutricionista Mariana Álvarez. “Si realmente queremos incorporar esos nutrientes a nuestra alimentación, mejor un puñado de almendras que un mazapán”, añade.

Prohibirnos un alimento o producto no es la solución; comerlo lo menos posible siendo flexibles, sí

Que no sea saludable, ¿quiere decir que debemos prohibirnos este dulce típico de finales de octubre y principios de noviembre? Para nada. La clave, según explicaba a Maldita.es la dietista nutricionista Adriana Oroz, está en el equilibrio: si reducimos el consumo de estos productos a pequeñas cantidades y a momentos puntuales, dentro de una alimentación y una forma de vida saludable, no tienen por qué suponer un problema para la salud y, por lo tanto, no hay por qué renunciar a ellos completamente.

Además, como explicaba en Maldita.es Alfonso Méndez, psicólogo especializado en trastornos de la conducta alimentaria y obesidad, lo que nos prohibimos a la hora de comer se termina convirtiendo en deseo. Esto puede generar tal ansiedad que en el momento concreto que nos lo permitamos, acabemos por atiborrarnos del producto en cuestión en forma de atracón. “Acotar límites estrictos a la hora de comer puede generar una presión fisiológica y psicológica muy difícil de mantener'', recordaba Méndez.

“Si tenemos ganas de disfrutar de un mazapán [...] (de huesos de santo, en esta ocasión), podemos tomarlos con conciencia, con responsabilidad, sabiendo que no es una opción interesante desde el punto de vista nutricional pero que, si gestionamos la frecuencia en la que lo consumimos, los podemos disfrutar perfectamente, sin culpas”, señalaba Álvarez.

En palabras de Oroz, “en estas fechas, como en tantas otras celebraciones, lo más importante es disfrutar, y se puede hacer dentro de una alimentación y hábitos saludables”.


Primera fecha de publicación de este artículo: 01/11/2022

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