Cada 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, una jornada que celebran todos los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1987 para llamar la atención del daño que hace este producto y todas las enfermedades y muertes tratables que causa.
La población sabe que fumar tabaco mata, es nocivo para la salud y aumenta el riesgo de multitud de enfermedades. A pesar de esto, recibimos en el consultorio científico preguntas que tratan sobre el acto de fumar, sobre la composición del tabaco, sobre riesgos concretos y sobre cómo interacciona con otras prácticas.
¿Es mejor vapear que fumar? Menos daño, pero con muchos riesgos
Las evidencias científicas más sólidas sugieren que usar cigarrillos electrónicos es menos dañino que fumar tabaco normal. Pero vapear no es inocuo, tiene riesgos importantes para la salud y la evidencia también apunta que quizá no es un método efectivo para dejar de fumar.
De hecho, muchos trabajos científicos muestran que la mayoría de gente que quiere dejar de fumar cigarrillos y se pasa al vapeo no cambia un hábito por otro, sino que combinan los dos, con los daños que ello supone para la salud. Más info en Maldita.es y en Factchequeado (una iniciativa de Maldita.es y Chequeado).
Fumar sisha o tabaco: el humo de la cachimba es peor, pero es difícil comparar ambos
El humo de la pipa de agua (también llamado shisha, narguile o cachimba) es peor que el de un cigarrillo: contiene más carcinogénicos, 30 veces monóxido de carbono y partículas , más nicotina y se inhalan más metales pesados.
Es complicado evaluar y comparar por separado ambas prácticas, pero sí se sabe que fumar pipa de agua está asociado a cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias y bucales.
Fumar empeora las resacas
La ciencia desconoce aún muchas cosas sobre las resacas, pero una sí está clara: fumar y beber alcohol se asocia a sufrir más y peores síntomas el día después.
Un trabajo científico de 2012 observó que quienes fuman y beben a la vez tendrán una resaca más duradera y con síntomas más intensos que quienes beben la misma cantidad de alcohol pero sin fumar. No está claro por qué ocurre esto, pero una posible hipótesis apunta a que los receptores de nicotina en el cerebro influyen en cómo ‘se siente’ una persona al beber y en los neurotransmisores que se liberan.
El tabaco de liar no es menos dañino que el cigarrillo industrial
La evidencia científica es nítida: fumar tabaco de liar no es menos dañino que el tabaco industrial. Se ha demostrado que el tabaco de liar tiene más aditivos que el cigarrillo, sus consumidores tienen niveles más elevados de carcinogénicos y elementos que causan enfermedad cardiovascular. Sus fumadores, además, tienen más riesgo de cáncer de laringe, esófago, boca y faringe que los adeptos al industrial.
La idea de que el tabaco de liar es natural, menos dañino, menos ‘químico’ o menos adictivo es una estrategia de marketing que las tabaqueras han manejado históricamente para colocar en el mercado otros productos de tabaco. Además, como es un tabaco más barato, hace más fácil su consumo y quienes intentan dejarlo por motivos económicos pueden encontrar un nuevo ‘refugio’ en este producto.
No hay evidencia de que los cigarrillos industriales tengan pólvora
“¿Es cierto que el papel del tabaco industrial tiene pólvora para evitar que se apague y, por esto, es más perjudicial que los cigarrillos de liar?”. Esta consulta, que se divide en tres, tiene fácil respuesta: no hay evidencia de que los cigarrillos industriales tengan pólvora.
Aparte de esto, los cigarrillos en la Unión Europea no pueden tener ingredientes para “evitar que se apaguen”, sino todo lo contrario: existe una directiva europea desde 2011 que obliga a que estos se autoextingan si se dejan desatendidos o no se consumen, para evitar incendios.
El tabaco afecta a la salud del pelo y acelera la alopecia
Una duda que nos enviaron al consultorio científico es si el tabaco afecta al cabello. Según explicó David Saceda, del Grupo de Tricología de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), “el tabaco sí que afecta bastante al cabello y acelera signos de envejecimiento como, por ejemplo, las canas”.
Los cambios que provoca el humo del cigarro suelen aparecer a los 35 años y son proporcionales a cuánto se haya fumado. El tabaquismo, además, acelera la alopecia androgénica (calvicie común), tanto la masculina como femenina. Esto sucede porque, en general, quienes fuman tienen peor riego sanguíneo en el cuero cabelludo.
¿Cómo eliminar el olor a tabaco y reducir las sustancias tóxicas?
El humo de tercera mano es el residuo que deja el humo del tabaco. Se adhiere al polvo y a las superficies interiores y se vuelve a emitir hacia el aire, generando un problema de salud. Aunque es difícil eliminarlo, existen algunos trucos basados en la evidencia.
Para las superficies (suelo, muebles), se aconseja aspirar de manera recurrente con aspiradoras que cuenten con filtro HEPA, limpiar con soluciones ácidas (vinagre blanco) y desengrasantes). Sobre textiles y cubiertos, se aconseja lavadora y, si están muy contaminados, lavarlos varias veces. También existen en el hogar superficies ‘ocultas’, que no se suelen tener muy en cuenta a la hora de lavar y que también contribuyen al olor del tabaco, como conductos de ventilación, debajo de las mesas, el interior de los armarios, las estanterías, etcétera.
¿Mismo riesgo de muerte en un no fumador que en quien deja de fumar a los 35?
Un trabajo científico se interpretó por parte de medios como que “dejar el tabaco antes de los 35 años iguala el riesgo de muerte con una persona que nunca ha fumado”.
En el estudio, que es una observación de medio millón de adultos, se ve que el riesgo de mortalidad de un adulto que lo dejó a los 35 es muy cercano al que nunca ha fumado, pero por ejemplo no tiene en cuenta el riesgo enfermedades crónicas y graves, ni de la pérdida de calidad de vida que conlleva el tabaquismo.
Primera fecha de publicación de este artículo: 31/05/2023