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Bulos y desinformaciones que relacionan las vacunas contra la COVID-19 con el grafeno

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Las vacunas contra la COVID-19 no tienen grafeno. Esto se puede comprobar mirando las fichas técnicas de las vacunas actualmente disponibles: Comirnaty (Pfizer/BioNTech), Spikevax (Moderna), Vaxzevria (AstraZeneca), Jcovden (Janssen), Nuvaxovid (Novavax), Valneva y VidPrevyun Beta (Sanofi).

A pesar de tener toda esta información, una de las narrativas desinformadoras más repetidas desde el inicio de la pandemia por COVID-19 es la que relaciona estos fármacos con el grafeno, un material con propiedades muy interesantes desde el punto de vista científico y sobre el que se siguen investigando sus posibles aplicaciones. Pero, hasta la fecha, ninguna de estas aplicaciones ha tenido que ver con vacunas aprobadas.

Recopilamos en este artículo los bulos, desinformaciones y narrativas que relacionan el grafeno con las vacunas contra la COVID-19.

El “informe” de Pablo Campra (investigador de la Universidad de Almería, del que la UAL se ha desvinculado) sobre la vacuna de Pfizer y el óxido de grafeno

Este es un ejemplo de cómo un bulo puede generar una cascada de desinformaciones. En julio de 2021, circuló un supuesto informe vinculado a la Universidad de Almería (UAL) que concluía que las vacunas contienen grafeno. El documento fue redactado por un profesor de la UAL, Pablo Campra Madrid, pero ni es un informe oficial de la universidad ni un estudio publicado en una revista científica ni ha sido revisado por pares.

Ante la difusión que tuvo este “informe”, la UAL emitió un comunicado donde aclaraba que desde la universidad no suscriben sus conclusiones. Además, explican que se desconoce el origen del vial de la vacuna que se analizó y que no se aportan datos sobre su “trazabilidad”. Esto es un requisito esencial de la investigación científica: la trazabilidad permitiría conocer de dónde viene la muestra, cómo se ha mantenido o si ha estado expuesta a contaminación.

Después, una carta de una sección sindical de CGT Valladolid intentó difundir el “informe” de Pablo Campra, enviando esta carta al Hospital Universitario Río Hortega. En dicha carta se indicaba que “hay indicios de que las vacunas podrían contener óxido de grafeno”, citando el trabajo de Campra.

Un tercer bulo que surge de este asunto fue una imagen con “lo que debe explicar el médico antes de vacunar a tu hijo del COVID-19”. Ese “reciente análisis” que aparece es, precisamente, el “informe” con el que se intenta vincular que estas vacunas contienen óxido de grafeno. Como ya hemos contado, ese trabajo no demuestra que la vacuna de Pfizer contenga grafeno, se basa en “una sola muestra” donde no se aportan evidencias concluyentes ni se conoce la trazabilidad del vial que se analiza.

No es cierto que las vacunas contengan grafeno ni que esa sea la causa de su supuesto magnetismo

Un vídeo viral desinformador afirma, con la supuesta voz del médico genetista Luis Marcelo Martínez, que algunas de las vacunas contra el coronavirus generan “actividad magnética entre las 12 y las 24 horas y que luego difunde al resto del organismo”. También que el grafeno podría ser la causa del supuesto magnetismo que generan las vacunas contra el coronavirus.

Pero todo ello es un bulo. Las vacunas no “generan magnetismo”, y no solo no contienen grafeno, sino que este ni siquiera tiene capacidades magnéticas.

Afirmaciones falsas de Andreas Kalcker donde dice que todas las vacunas contra la COVID-19 contienen óxido de grafeno

Andreas Kalcker, quien se presenta como científico e investigador, pero que ha difundido desinformaciones durante la pandemia, asegura en un vídeo que todas las vacunas contra la COVID-19 que se están aplicando contienen óxido de grafeno y que esto, supuestamente, estaría interfiriendo con los campos electromagnéticos del cuerpo, algo que se habría patentado en 2020 en Shangay.

Pero no es verdad: las vacunas no contienen este compuesto y la patente a la que hace referencia no tiene nada que ver con las vacunas aprobadas.

Un vídeo de la autopsia de un cerebro: no es de una persona a la que “se inoculó grafeno” con la vacuna contra la COVID-19

Un vídeo en que se ve la autopsia de un cerebro y que circula desde, al menos, septiembre de 2019, vincula las vacunas contra la COVID-19 con el supuesto grafeno que contendría este fármaco. Junto al clip, comparten el mensaje: “Autopsia del cerebro de un grafenado con coágulos". Pero, como adelantamos, el vídeo circula desde antes de la llegada de estas vacunas y de la pandemia de COVID-19.

La publicación del vídeo más antigua que encontramos es esta en Instagram. En la descripción se detalla lo siguiente: "La hemorragia intracerebral (HIC), también conocida como hemorragia cerebral, es un tipo de hemorragia intracraneal que ocurre dentro del tejido cerebral o los ventrículos".

La “patente de vacuna con óxido de grafeno”: no se probó en humanos, ni tiene relación con las vacunas COVID-19

"Encontramos la patente de vacuna con óxido de grafeno como portador". Esto dice un mensaje de Telegram que difundió La Quinta Columna, un canal de desinformación y teorías de la conspiración sobre la COVID-19.

La patente corresponde a una vacuna experimental que sólo se probó en ratones y que no se ha estudiado en ensayos clínicos con humanos. La solicitó en septiembre de 2020 el Centro Nacional de Investigación en Ingeniería de Nanotecnología (NERCN, por sus siglas en inglés) de Shanghái (China). Además, la patente no tiene ninguna relación con las vacunas contra la COVID-19 que están aprobadas y en uso en la Unión Europea y España.

Ni las vacunas ni los hisopos de las PCR contiene grafeno ni generan magnetismo

Un vídeo viral dice que “están inyectando grafeno” con la vacuna contra la COVID-19 y con los hisopos que se usan en las PCR, agregando que estos elementos “magnetizan a los inoculados”. Para defenderlo, el vídeo usa una especie de medidor de radiación electromagnética. Pero, como contamos, las vacunas no contienen grafeno y los hisopos de PCR están fabricados con polímeros convencionales, como el poliéster.

Alberto Nájera, vocal del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), explicaba a Maldita.es que, al acercar ese medidor a la persona, “no se sabe qué están midiendo” porque “nosotros mismos perturbamos o modificamos con nuestra presencia esos campos, sin necesidad de vacuna”. Además, el aparato que usado en el vídeo costaba unos 16 euros, mientras que el instrumental que se emplea para hacer estas mediciones de la manera más precisa posible puede costar entre 5.000 y 7.000 euros.

Afirmaciones falsas de antivacunas que dice que el óxido de grafeno está en las vacunas, las PCR y las mascarillas y es el causante de la COVID-19

Ricardo Delgado Martín es el fundador de La Quinta Columna, un canal de desinformación y teorías de la conspiración sobre la COVID-19. En un vídeo en el que aparece, hace una serie de afirmaciones falsas sobre la COVID-19: que el organismo ha sido intoxicado con óxido de grafeno a través de las mascarillas, los hisopos de las PCR, las vacunas contra la COVID-19 y las vacunas antigripales. A su vez, indica que este material es el que causa la enfermedad COVID-19.

El óxido de grafeno no se encuentra en las vacunas contra la COVID-19 y tampoco en las vacunas contra la gripe o en los hisopos de las PCR. Sí que hubo un tipo concreto de mascarilla quirúrgica que contenía grafeno, pero la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) cesó el 15 de abril de 2021 la venta de estas mascarillas y pidió a quienes las compraran que no las usaran. Por último, es el SARS-CoV-2 el patógeno que causa la enfermedad COVID-19, no el óxido de grafeno.

Aunque lo diga una exempleada de Pfizer, las vacunas de ARN mensajero no contienen óxido de grafeno

Karen Kingston, una exempleada de Pfizer, dijo en una entrevista del programa The Stew Peters Show que las vacunas de ARN mensajero como la de Pfizer o Moderna contienen óxido de grafeno. Según Kingston, el material se encontraría en el lípido pegilado (que encapsula el ARNm de las vacunas), fabricado por la empresa china Sinopeg.

Los lípidos que usan estas vacunas se conocen y están disponibles en la ficha técnica de estos fármacos: son pequeñas partículas de grasa, que ni están compuestas de grafeno ni de óxido de grafeno. Por otro lado, desde Sinopeg, que tiene la capacidad para fabricar y vender estos lípidos, se precisó a Maldita.es que ellos nunca han proporcionado estas nanopartículas con óxido de grafeno.

Además, Kingston no ha participado en la investigación, desarrollo o fabricación de la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer, como dijo. Según el perfil de LinkedIn de Kingston, ella trabajó en el departamento de ventas y marketing de Pfizer entre 1996 y 1998, mucho antes de la pandemia contra la COVID-19 y de la existencia de estas vacunas.

Un documento de Pfizer donde aparece la palabra óxido de grafeno: no se refiere a la vacuna, sino a la composición de un portaobjetos para mirar en un microscopio

Un documento de Pfizer se ha usado para decir que “las vacunas contra la COVID-19 contienen óxido de grafeno” porque en él aparecen las palabras “graphene oxide”. Pero es un bulo. El “óxido de grafeno” al que hace referencia este informe se refiere a un portaobjetos, una lámina recubierta de este material que se usa para observar en microscopios.

Captura del documento de Pfizer donde se señala “óxido de grafeno”.

La conspiración de la luz azul que interacciona con “el grafeno de las vacunas”

Una teoría de la conspiración dice que las luces de tonos azulados y morados tienen la capacidad de emitir radiación peligrosa para la salud humana o, incluso, permiten el “control cerebral”. Algunas de las imágenes que usan para difundir esta conspiración la acompañan con mensajes afirmando, además, que estas luces “interaccionan con el grafeno de las vacunas” contra la COVID-19, cuando, en realidad, las vacunas no cuentan con este componente.

La exposición a la luz azul es inocua para el organismo: ni es dañina ni tiene energía suficiente para romper o modificar la estructura de moléculas y átomos ni de cambiar el comportamiento humano.

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