La anemia es una afección que se produce porque el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos. Cuando esto ocurre, disminuye la capacidad de la sangre para transportar oxígeno a los tejidos del organismo. Entre los síntomas más comunes están la fatiga, la debilidad, los mareos y la somnolencia. Existen múltiples mitos relacionados con esta afección, como que su origen siempre se debe a una mala alimentación, que tomar mucho limón puede provocarla o que puede causar leucemia.
La anemia no siempre se debe a una mala alimentación
Aunque algunos tipos de anemia están relacionados con una mala alimentación, esta no es la única causa, según explica a Maldita.es Mónica Pérez, miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas y presidenta de la Asociación Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Extremadura (AEXDN).
Hay varios tipos de anemia, como las que se producen por deficiencia de vitamina B12, de ácido fólico o de hierro. Esta última es la más común, según MedlinePlus, el servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
“Puede presentarse por pérdidas de sangre (menstruaciones abundantes, úlceras gástricas, parásitos intestinales, celiaquía...), porque haya problemas con la absorción del hierro o no se aporte en cantidades suficientes (aquí es donde entraría la alimentación) o porque hayan aumentado los requerimientos, como ocurre en el embarazo”, afirma a Maldita.es Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos y nutricionista.
La Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) explica que algunas anemias se asocian a procesos crónicos como la insuficiencia cardiaca, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la enfermedad renal crónica o la artritis reumatoide.
No todas las personas con anemia tienen que evitar hacer deporte
No es cierto que todas las personas con anemia tengan que evitar hacer cualquier tipo de actividad física. Si bien es cierto que esta afección puede provocar fatiga, cansancio y un peor rendimiento deportivo, “esto no significa que no se pueda hacer nada de deporte”, señala Pérez. Eso sí, “habrá que limitar y controlar la duración, intensidad y tipo de actividad que se realiza”.
Consuelo Martínez Redondo, doctora en Medicina por la Universidad de Murcia y médico especialista en Hematología que nos ha prestado sus superpoderes, afirma que hay anemias leves y de años de evolución que no tienen ninguna repercusión en la capacidad de hacer deporte.
Si la anemia es grave, normalmente se recomienda al paciente que no haga deporte intenso, “ya que necesita acelerar más el ritmo cardíaco para mantener un buen aporte de oxígeno a todas las partes del cuerpo”. Lo más aconsejable sería acudir a un especialista que valore cada caso y seguir sus recomendaciones.
Hay que tener en cuenta que la anemia puede influir en el rendimiento deportivo de los atletas y provocarles debilidad, dificultad para respirar y palpitaciones cardíacas, según la Sociedad Médica Estadounidense de Medicina Deportiva (AMSSM, por sus siglas en inglés).
Fiorella Medina Salazar, miembro del Grupo Español de Eritropatología de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), explica a Maldita.es que, si se practica deporte de alta intensidad, es aconsejable “cambiar la rutina de ejercicio hasta que mejore la anemia”. “Si la afección se intensifica, los síntomas también y aparecen con esfuerzos cada vez más pequeños”, afirma.
No hay evidencias de que tomar mucho limón o vinagre provoque anemia
Otra falsa creencia es que tomar mucho limón o vinagre puede provocar anemia. Robles asegura que es un mito y que, en ningún caso, el limón, el vinagre u otros alimentos van a cambiar el pH de la sangre ni van a entrar en contacto directo con los glóbulos rojos, “ya que previamente se digieren y lo que se absorbe y pasa a la sangre son sus compuestos por separado”.
No es la primera vez que en Maldita.es nos preguntáis por propiedades falsas que se atribuyen al zumo de limón o al vinagre. De hecho, ya explicamos por qué el limón no previene ninguna enfermedad ni cura el cáncer y por qué no hay evidencias de que hacer gárgaras con agua y vinagre prevenga la infección por coronavirus.
El mito del hierro en las espinacas
Tampoco es cierto que tomar muchas espinacas sea un buen remedio para prevenir y combatir la anemia, según las nutricionistas consultadas. “Aunque hasta ahora se las consideraba el alimento estrella frente a la anemia, sabemos que el hierro que tienen no se absorbe tan bien como el de otros alimentos”, explica Pérez.
El hierro que se encuentra en los vegetales, que se conoce como no hemo, puede absorberse con dificultad. A ello se suma que las espinacas contienen oxalatos. Estos compuestos, según subraya la experta, también interfieren con la absorción del hierro.
Aunque muchos tipos de anemia no se pueden prevenir, comer determinados alimentos saludables sí puede ser de utilidad, según la Sociedad Estadounidense de Hematología (ASH, por sus siglas en inglés). Entre ellos, el organismo aconseja incluir en la dieta los que disfrutan de altos niveles de hierro (como la carne de vaca, los frutos secos y las nueces), vitamina B-12 (carne y lácteos) y ácido fólico (jugos de cítricos o legumbres).
Las personas con sobrepeso también pueden padecer anemia
Existe la falsa creencia de que las personas con sobrepeso no padecen anemia. Robles asegura que, en realidad, sí pueden tenerla, ya que esta afección no está relacionada con la cantidad de grasa corporal (que es lo que condiciona que una persona tenga exceso de peso).
“En los casos en los que el exceso de peso se debe a la sobrealimentación, si en la dieta no hay alimentos que aporten una cantidad suficiente de hierro o este no se absorbe bien, puede haber anemia”, señala.
Medina insiste en que tener sobrepeso no es sinónimo de estar bien nutrido. “No existe una relación directa entre el sobrepeso y la anemia. Es posible que, aún con sobrepeso, nos falten nutrientes tan esenciales como el hierro o la vitamina B12”, asegura.
De hecho, una investigación publicada en la revista científica Pediatrics indica que los niños con sobrepeso tienen una mayor prevalencia de deficiencia de hierro. Las mujeres embarazadas con obesidad también pueden correr un mayor riesgo de padecer esta deficiencia, según una revisión difundida en la revista Nutrients.
No hay evidencias de que la anemia pueda provocar leucemia
No hay evidencias de que la anemia pueda provocar leucemia, según aseguran las expertas consultadas. “En todo caso, es la leucemia la que puede cursar con anemia, pero no al revés”, señala Pérez.
La leucemia es un cáncer de las células primitivas productoras de sangre. La Sociedad Americana contra el Cáncer indica que algunos pacientes que la padecen pueden desarrollar anemia y que ciertos tratamientos como la radioterapia y la quimioterapia también pueden provocar esta enfermedad.
Medina subraya que la anemia constituye una de las causas más frecuentes de consulta clínica por su elevada incidencia en niños, mujeres jóvenes e individuos de edad avanzada y porque “muchas veces no es una enfermedad por sí misma, sino que constituye un signo que suele aparecer en el curso de muchas enfermedades”.
Aunque es cierto que algunos trastornos hematológicos pueden comenzar con anemia, “no son los casos más frecuentes, por lo que es importante una correcta valoración del paciente para conocer el origen de la afección”.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes la maldita Consuelo Martínez.
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