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De la diarrea al cólera o la hepatitis: cómo la contaminación del agua afecta a nuestra salud

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¿Es mejor el agua embotellada o del grifo? ¿Es verdad que hay que beber dos litros al día? ¿Por qué consumir agua del mar no es sano? Son algunas de las dudas relacionadas con el agua que os hemos resuelto desde Maldita.es. El acceso a este líquido, que resulta de vital importancia para la salud pública, es algo cotidiano y normal en lugares como Europa. Pero la situación no es igual en todo el mundo. En ocasiones el agua puede estar contaminada, transmitir enfermedades e incluso provocar muertes. ¿Cómo afecta la polución del agua a nuestra salud? Os lo explicamos.

Una de cada tres personas en el mundo no tiene acceso a agua potable

El acceso al agua potable es un privilegio de unos pocos y ha de ser una prioridad para conseguir una salud global del planeta”, asegura a Maldita.es Inmaculada Fernández Moreno, enfermera del Consejo General de Enfermería (CGE) y presidenta de la Asociación Española de Enfermería de Prevención y Control de Infecciones (AEEPYCI).

Una de cada 3 personas en el mundo no tiene acceso a agua potable, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Pese a que 1.800 millones de personas han obtenido acceso a los servicios básicos de agua potable desde el año 2000, “existen grandes desigualdades en la accesibilidad, disponibilidad y calidad de estos servicios”.

Casi 2.000 millones de personas dependen de centros de atención de la salud que carecen de servicios básicos de agua, según ambos organismos. En todo el mundo, uno de cada cuatro centros de atención de la salud carece de servicios de agua y uno de cada tres no dispone de acceso a la higiene de las manos en los lugares donde se presta atención. Los trabajadores y los pacientes de estos centros corren un mayor riesgo de contraer la COVID-19 y otras enfermedades”.

El agua contaminada puede provocar diarrea, cólera, hepatitis y otras enfermedades parasitarias

Algunas sustancias nocivas —a menudo sustancias químicas o microorganismos— contaminan los ríos, lagos u océanos degradando la calidad del agua y volviéndola tóxica para los seres humanos o el medio ambiente, tal y como subraya el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC, por sus siglas en inglés).

Esta agua contaminada puede ser un vehículo de transmisión de muchas enfermedades. Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos y nutricionista, menciona a Maldita.es el cólera, la hepatitis, la fiebre tifoidea (una infección que causa diarrea y una erupción cutánea), la disentería (infección del intestino que también provoca diarrea) o la polio (enfermedad infecciosa vírica con una alta tasa de contagio que afecta al sistema nervioso y que, en los casos más graves puede provocar una parálisis permanente).

Según la Organización Mundial de la Salud, “la diarrea es la enfermedad más conocida que guarda relación con el consumo de alimentos o agua contaminados”. En teoría unas 842.000 personas mueren cada año de diarrea “como consecuencia de la insalubridad del agua, de un saneamiento insuficiente o de una mala higiene de las manos”.

Los brotes de origen alimentario se producen cuando dos o más personas desarrollan la misma enfermedad transmitida por alimentos después de comer o beber lo mismo. En 2019 el agua fue vehículo de 11 brotes de los 716 que hubo en total en la Unión Europea, lo que supone el 1,5%, según un informe sobre zoonosis publicado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés). En total estos brotes afectaron a 1.170 personas.

La polución por nutrientes —como los nitratos y los fosfatos— es el principal tipo de contaminación de las fuentes de agua dulce, según el NRDC: “Si bien las plantas y los animales necesitan estos nutrientes para crecer, se han convertido en un contaminante importante debido a los desechos agrícolas y la escorrentía de fertilizantes”.

Alma Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN), explica a Maldita.es que “los principales contaminantes en el agua, desde el punto de vista dietético y de salud, afectan especialmente a la mujer gestante y al recién nacido”. 

Según cuenta, el alto consumo materno de nitratos provenientes de agua contaminada se ha asociado con defectos del tubo neural (DTN). Se trata de defectos que ocurren mientras se desarrolla el bebé (normalmente en el primer mes del embarazo) en el cerebro, la columna vertebral y la médula espinal. 

Una revisión publicada en International Journal of Environmental Research and Public Health indica que existe una asociación entre un consumo elevado de nitratos y el cáncer colorrectal, la tiroides y los defectos del tubo neural.  

El agua contaminada de piscinas, spas o lagos también puede provocar infecciones

El uso recreativo del agua también puede implicar un riesgo de contagio. Es posible contraer enfermedades al bañarse en agua contaminada por microbios en piscinas, spas, áreas de juegos con agua, mares, lagos o ríos. 

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) afirman que los síntomas más comunes causados ​​por las enfermedades transmitidas por el agua en estos lugares son diarrea, sarpullidos en la piel, dolor de oído, tos o congestión e irritación en los ojos.

Las personas en contacto con aguas infestadas también pueden contraer enfermedades parasitarias como las esquistosomiasis (que puede provocar dolor abdominal, diarrea y sangre en las heces). Al menos 230 millones de personas en todo el mundo padecen esta patología, según una investigación publicada en The Lancet.

En estos lugares, la desinfección es importante para ayudar a detener la propagación de enfermedades transmitidas por el agua. En Maldita.es ya os hemos hablado del cloro, un poderoso desinfectante que puede producir algunos problemas en la salud, especialmente si no se usa de forma adecuada.

Para protegerte de las patologías más comunes en piscinas, spas o lagos, los CDC aconsejan no permitir que entre agua en la boca mientras se nada y secarse los oídos después del baño. 

“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.


Primera fecha de publicación de este artículo: 27/12/2021

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