¡Ya ha llegado el viernes! Y como marca la tradición desde hace 156 semanas, aquí está nuestro consultorio científico que preparamos con tanto mimo y cariño. Antes de que nos vayamos de fin de semana, vamos a resolver algunas cuestiones, dudas y preguntas que nos habéis enviado y podemos resolver con expertos y literatura científica. Esta semana va mucho de cuidados y de mascotas: qué sabemos sobre perros que se 'vuelven locos' porque les crece demasiado el cerebro, quemaduras solares en la cabeza, consejos para personas que sudan mucho y si los perfumes con feromonas funcionan.
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Quemaduras en la cabeza y cuero cabelludo por exponernos al sol: cómo prevenirlas y remediarlas
Nos llegan muchísimas preguntas al consultorio relacionadas con la exposición al sol y las quemaduras que provoca, muy típicas en verano pero que pueden ocurrir en cualquier momento del año. Esta semana nos habéis preguntado por las quemaduras en la cabeza o cuero cabelludo (en concreto, en la raya del pelo), qué podemos hacer para prevenirlas, qué remedios debemos usar cuando se produzcan y si es posible usar aftersun en esta zona.
En primer lugar, confirmamos que las quemaduras solares en el cuero cabelludo son muy frecuentes, tanto en personas con pelo como sin pelo. Inés Escandell, dermatóloga estética, parte del equipo de Dermotheque y maldita que nos ha prestado sus superpoderes, explica que esto ocurre porque “no solemos aplicar fotoprotector sobre el cuero cabelludo y es habitual que el sol incida de forma perpendicular”. Según nos cuenta, las personas con pelo suelen presentar más quemaduras en esta zona en comparación con las personas con alopecia, “que suelen ser conscientes de la exposición solar a la que están sometidas, y por ello suelen cubrirla o protegerla cuando van a exponerse al sol a horas centrales del día”.
Respecto a la zona de la cabeza, Escandell comenta que los jóvenes o personas con mucho pelo es la raya del peinado donde más quemaduras suelen darse, mientras que la población con menos densidad capilar es la zona vertex y parietal (el centro del cuero cabelludo) la que más se quema, “más aún si el cabello es claro, porque deja pasar más radiación”.
Cuando hablamos de estas quemaduras, pensamos únicamente en la exposición solar aguda, como cuando pasamos el día completo en la playa o en la montaña, especialmente en las horas del día en las que la radiación solar es mayor. Pero el problema también está en la exposición solar crónica, la que ocurre todos los días del año y que no solemos ser conscientes.
La dermatóloga señala que para las personas con poco pelo o alopecia total, este tipo de exposición es muy importante “porque la mayoría de veces no se protegen de ella”. La protección para esta población es fundamental porque, aunque no se produzcan quemaduras como en un día de playa, “el daño solar se va acumulando y tanto el cuero cabelludo como la frente, nariz u orejas, son las zonas donde más cáncer cutáneo tratamos los dermatólogos”.
Ahora que somos conscientes del daño de las quemaduras en el cuero cabelludo. ¿Qué podemos hacer para prevenirlas? Montse Fernández, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén, apunta a Maldita.es unas breves recomendaciones, como usar sombreros, pañuelos y gorras para mitigar la exposición solar, además de evitar las horas centrales del día y optar por resguardarse a la sombra o en interiores. “También existen filtros solares específicos para proteger el cuero cabelludo y la fibra capilar”, comenta Fernández. Las personas sin pelo, por otro lado, pueden emplear la misma crema de protección solar que usen en la cara. Recordamos las recomendaciones de uso de los protectores solares: aplicarlos regularmente y después de cada baño para que sean efectivos.
Y una vez que el daño está hecho, ¿cómo se pueden tratar estas quemaduras? ¿Es posible usar aftersun en la cabeza? Lo cierto es que las personas sin pelo pueden emplearlo sin problema. Escandell indica que estas lociones “son productos hidratantes, que incluyen en su fórmula algún ingrediente calmante”. Sin embargo, las personas con pelo lo tienen más complicado para aplicar estas cremas, por lo que opta por plantear usar “algo fresco para aliviar las molestias, como agua termal”.
Por último, Fernández recuerda que cuando se produce una quemadura, además de las ya mencionadas recomendaciones de refrescar y rehidratar la piel, es importante “no tirar de la piel que se va desprendiendo”. En el caso de que aparezcan ampollas, “hay que cuidar que no se infecten y no deben tocarse ni reventarse (y si esto pasa, lavarlas con agua y jabón neutro y cubrirlas con un vendaje antiadherente)”. En el caso de que sean quemaduras severas o aparezcan síntomas de infección, lo mejor sería acudir al médico cuanto antes.
¿Es verdad que hay perros que se ‘vuelven locos’ porque les crece demasiado el cerebro?
Una semana más seguimos con vuestras dudas perrunas. Ya os hemos contado si es suficiente dar de comer a los perros sólo una vez al día o por qué estos animales se asustan con los fuegos artificiales. Ahora nos habéis preguntado si es verdad que algunos perros “se vuelven locos” porque les crece demasiado el cerebro. En realidad, lo que puede ocurrir es que algunos canes padezcan enfermedades que les hagan comportarse de forma anormal o agresiva.
“Hay una leyenda urbana que se escuchaba ya desde los años 70 del siglo pasado y que decía que los perros Dóberman se vuelven locos porque les crece el cerebro”, explica a Maldita.es Mercedes González, veterinaria y maldita que nos ha prestado sus superpoderes.
Pero, según asegura la experta, no existe ninguna evidencia científica de que sea así. El crecimiento del cuerpo y sus tejidos, incluyendo los huesos y el cerebro, “está determinado por factores hormonales y se detiene cuando se alcanza la madurez”. Este momento puede variar en los perros dependiendo sobre todo de su raza, su sexo y su estado de alimentación, entre otros factores.
Una vez finalizado el crecimiento, “ya no hay un aumento de tamaño de ningún órgano salvo en condiciones de enfermedad, que es cuando debe intervenir un veterinario para determinar la causa y poner un tratamiento, incluyendo los casos de agresividad”.
El veterinario Javier Hermoso de Mendoza Aranda, que también nos ha prestado sus superpoderes, explica que cualquier perro es susceptible de agredir, “ya sea por miedo o ansiedad (la causa más habitual de agresión) o por un motivo médico (excepciones, normalmente)”.
“Seguramente estas creencias (de que los perros “se vuelven locos”) tienen su origen en agresiones producidas por perros que tengan una condición médica o dolorosa”, indica. Según cuenta, cualquier enfermedad que curse con dolor o les irrite puede llevar a una agresión cuando se les intenta manejar: “El fallo orgánico o patologías del sistema nervioso central o endocrinas causan estos síntomas de forma primaria, en ocasiones, debido a la alteración hormonal o funcional que comportan”.
La idea de que "les crece demasiado el cerebro", tal y como explica Hermoso, “suena a inflamación”. “Posiblemente viene de asociar estos síntomas a patologías del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) que alteran el comportamiento de forma más visible que otras”, indica. Estas patologías pueden tener origen infeccioso (meningitis de diverso origen, rabia...) o no infeccioso (secuelas de traumatismos, enfermedad hereditaria...).
Hay varios tipos de encefalopatías que pueden hacer que a los perros se les inflame el cerebro y provocar un “dolor tremendo” o incluso demencia, según confirma a Maldita.es el maldito Enrique Sebastián Alcántara, adiestrador profesional de perros y especialista en modificación de conducta.
La mayoría de las encefalopatías “se pueden tratar y muchas también pueden ser detectadas precozmente”. Según el experto, ninguna raza está libre de padecer estas enfermedades.
Diego Delgado, estudiante de Veterinaria y uno de nuestros malditos, confirma que el cerebro podría estar más grande de lo normal por inflamación (meningitis, por ejemplo), algo que podría aumentar la presión intracraneal y dar lugar a problemas de conducta.
Además, existe una enfermedad neurológica que afecta al sistema nervioso a causa de un trastorno anatómico llamada “el síndrome de Chiari”, tal y como indica Mar Puig, auxiliar veterinaria y educadora canina que nos ha prestado sus superpoderes.
“Se trata de una malformación. El cráneo es demasiado pequeño para albergar adecuadamente la masa cerebral”, explica. Esto provoca “el desarrollo de unas cavidades anormales a lo largo de la médula espinal que conlleva un aumento de la presión sobre las estructuras nerviosas”.
“No es una patología exclusiva de una raza, ni tan siquiera se decanta por una determinada edad o sexo, pero los perros braquicéfalos (aquellos con la cabeza achatada y el hocico corto) son mucho más susceptibles a padecerla”. Entre sus síntomas, destacan la falta de coordinación, la debilidad, el rascado, la mordida excesiva de la piel y mucho dolor.
Este dolor, según Puig, puede provocar un comportamiento agresivo, apatía, inactividad, un estado emocional alterado y alteraciones del sueño. “En los casos más graves los gritos de dolor del animal son estremecedores”, asegura. Para su diagnóstico es necesario realizar una resonancia.
Alcántara aconseja consultar a un veterinario siempre que un perro presente fiebre, apatía, cambios en el comportamiento y la personalidad (agresividad, por ejemplo), descoordinación o convulsiones.
¿Por qué sudamos y qué pueden hacer las personas que sudan mucho para evitarlo?
El verano es la época de las playas, del sol… y del sudor. Si encima tiendes a sudar mucho, puede ser problemático. Por eso nos habéis preguntado por qué se produce el sudor y por consejos para reducir esa sudoración. En resumen, el sudor reduce el calor corporal y hay opciones para que sudes menos como evitar el alcohol y las comidas picantes y tratamientos disponibles si el sudor te genera problemas en tu día a día.
El sudor es una de las formas que tiene nuestro cuerpo de regular su temperatura, refrigerando el cuerpo. Aunque existen otros mecanismos para eliminar el calor, la mayoría se disipa por evaporación del sudor y de la respiración, explica a Maldita.es la dermatóloga que nos ha donado sus superpoderes Inés Escandell: “Al salir el sudor a través de las glándulas sudoríparas que tenemos en todo el cuerpo, este se evapora y ayuda a disipar el calor”.
¿Y cuándo debe preocuparnos sudar ‘demasiado’? Para Manuel Fernández, dermatólogo del Grupo Pedro Jaén, el exceso de sudoración es alarmante cuando se produce en ausencia de los estímulos normales que inducen la producción de sudor como el estrés, el calor, el ejercicio intenso, la ingesta de comidas o bebidas muy calientes y/o picantes... e interfiere en la salud física y emocional de la persona. Esta condición “perjudica notablemente la calidad de vida y las relaciones laborales y personales de los pacientes, ya que no pueden escribir, conducir, sujetar objetos… sin que queden mojados. Muchos de ellos desarrollan fobia social ante las críticas y el rechazo que supone mostrar un aspecto desaseado”, añade.
Este exceso de sudor de forma cŕonica se llama hiperhidrosis y su incidencia es de entre el 1 y el 5% de la población, aclara Escandell. La sudoración ocurre sobre todo en las palmas de las manos, plantas de los pies y axilas. También puede afectar a otras zonas como cuero cabelludo, cara o espalda, pero es menos frecuente. Lo más habitual es que la hiperhidrosis sea primaria y comience en la infancia o adolescencia pero puede ser secundaria asociada a otras enfermedades y empezar en la edad adulta.
Estas posibles enfermedades detrás de la sudoración excesiva pueden ser el hipertiroidismo, la diabetes o alteraciones hormonales “que hay que detectar para implantar un tratamiento adecuado”, señala Fernández. Además, la acumulación de sudor en los pliegues y algunas zonas de la piel favorece la aparición de grietas, de irritaciones y fisuras que pueden llegar a infectarse por la proliferación de hongos y bacterias. Por todo ello, el dermatólogo aconseja acudir a un profesional sanitario porque existen tratamientos efectivos para reducir y normalizar la producción de sudor.
Para sudar menos, Escandell aconseja evitar espacios muy concurridos, no consumir alcohol, no consumir picante, evitar el calor en la medida de lo posible, utilizar prendas de fibras naturales como el algodón y el lino, cambiar de calzado y calcetines con frecuencia y utilizar calzado y ropa ancha. Manuel Fernández añade que se debe mantener la piel seca y evitar la acumulación de sudor en los pliegues de la piel, andar descalzo todo lo que sea posible, controlar el estrés y usar productos de higiene específicos recomendados por el dermatólogo.
Entre los tratamientos existentes contra la hiperhidrosis se encuentran los antitranspirantes aplicados a la piel, los fármacos orales, la cirugía y las inyecciones de toxina botulínica.
¿Funcionan los perfumes con feromonas para seducir?
Los olores nos traen recuerdos y generan emociones. ¿Pero tanto como para usar feromonas, sustancias químicas secretadas por seres vivos, en el perfume para seducir y ligar con otras personas? ¿Realmente funciona? La respuesta corta es no.
Carmen Agustín, bióloga, doctora en neurociencias e investigadora del sistema olfativo en la Universitat de València, hizo su tesis doctoral sobre las feromonas sexuales en ratones. La investigadora explica a Maldita.es que la atracción por feromonas de macho es innata en las hembras de ratón. Estas sustancias las detecta un segundo sistema olfativo, vomeronasal, que algunos mamíferos hemos perdido, aclara Agustín.
La cuestión de si los humanos tenemos feromonas "es compleja y controvertida, ya que primero hay que definir qué es una feromona", señala a Maldita.es la médica alergóloga Adriana Izquierdo Domínguez, miembro de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).
La feromona está compuesta por una o solo unas pocas sustancias químicas, es específica de la especie, tiene efectos en la conducta o endocrinos bien definidos y está poco influenciada por el aprendizaje evolutivo, según la mayoría de definiciones, explica Izquierdo. Pero, hasta la fecha, añade la médica, "no se han aislado productos químicos en humanos que cumplan con todos los criterios, por lo que científicamente no podemos afirmar que realmente los perfumes con feromonas ayuden a una persona 'seducir' a otra persona".
Por lo tanto, no está demostrado que haya feromonas en humanos porque, “aunque podrían ser olfativas, es extremadamente difícil, sino imposible demostrar una atracción innata en humanos”, explica la neurocientífica. De hecho, las feromonas que se usan en los perfumes funcionan sólo para “la seducción de cerdos en las granjas porque sustancias como la androstenona, que se publicitan como feromonas humanas, son feromonas porcinas que van muy bien para inducir el celo en reproducción asistida en granjas”, añade Carmen Agustín.
Antes de que os vayáis...
Como todas las semanas llegados a este punto nos gustaría recordaros que estamos aquí para resolver todas las dudas y preguntas que tengáis respecto a información científica, pero que si lo que te inquieta tiene que ver con un diagnóstico, tratamiento o afección personal, lo único que podemos aconsejarte es que acudas a un profesional sanitario que conozca personalmente tu caso y pueda tratarte adecuadamente.
En este artículo han colaborado con sus superpoderes Inés Escandell, Mercedes González, Javier Hermoso de Mendoza, Enrique Sebastián Alcántara, Dario Delgado y Mar Puig.
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