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MALDITA CIENCIA

¿Usar cubrebocas causa hipoxia? No hay evidencias de que sea así

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No para de viralizarse que usar cubrebocas (mascarillas o cubrebocas) produce hipoxia (falta de oxígeno en el organismo) y que no debe de usarse para prevenir el contagio de coronavirus.

Sin embargo, no hay evidencias científicas que demuestren que su uso provoque a sus portadores una carencia de oxígeno. Os contamos lo que sabemos al respecto. 

La cadena que se mueve sobre el cubrebocas y la hipoxia afirma que “respirar una y otra vez aire exhalado se convierte en dióxido de carbono, por eso nos sentimos mareados": "Esto intoxica al usuario y mucho más cuando debe movilizarse, realizar acciones de desplazamiento. Provoca malestar, pérdida de reflejos y de pensamiento consciente y genera gran cansancio”. 

cadena desmentida por maldita.es
EL CUBREBOCAS PRODUCE HIPOXIA 
El uso prolongado de cubrebocas produce hipoxia.
Respirar una y otra vez aire exhalado se convierte en dióxido de carbono, por eso nos sentimos mareados.
Esto intoxica al usuario y mucho más cuando debe movilizarse, realizar acciones de desplazamiento.
Provoca malestar, pérdida de reflejos y de pensamiento consciente.
Genera gran cansancio.
Además, la carencia de oxígeno produce descomposición de la glucosa y la subida peligra del ácido láctico.
Algunas personas manejan su auto con el cubrebocas, eso es muy peligroso, porque, el aire viciado puede hacer perder el conocimiento al conductor.
Lo recomendable es usarlo sólo si tienes a alguien enfrente o muy cercano, y es importante recordar levantarlo cada 10 minutos para seguir sintiéndote saludable.
Es contraproducente para las personas que atienden 8 horas al público, pues se están intoxicando sin saberlo.
¡Todas las vidas son importantes.!"
Que la prevención no te lleve a otro problema... usemos la mascarilla con conocimiento de causa.

Los cubrebocas no son estancos y no retienen gases

“No, el uso de cubrebocas (mascarillas) no produce hipoxia”, asegura María Elisa Calle, experta en Epidemiología y Salud Pública y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Las mascarillas, según explica, no son estancas: entra aire por los laterales y la parte superior y con ese aire entra el oxígeno y se elimina el dióxido de carbono

“Además, los tejidos utilizados dejan pasar el gas y el oxígeno es un gas. Respiramos oxígeno mezclado con nitrógeno y espiramos CO2, que también es un gas. Si fuera cierto, los cirujanos que intervienen durante varias horas, estarían muertos y no solo cansados”, afirma Calle, que además forma parte de la Asociación de mujeres investigadoras y tecnólogas (AMIT).

Califica el texto difundido como “incoherente”, ya que el aire exhalado no se convierte en CO2, sino que es CO2: “Un cubrebocas (mascarilla) funciona filtrando partículas, no gases. Para eso hacen falta dispositivos o máscaras antigas, no cubrebocas”.

"No hay estudios que respalden lo que dice el mensaje"

El epidemiólogo e investigador de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Abrar Chughtai, defiende que “es muy poco probable” que los cubrebocas (mascarillas) puedan causar hipoxia y subraya que su uso es seguro tanto para el personal de salud como para la población en general. “No existen estudios sobre mascarillas que respalden lo que dice el mensaje”, señala a Maldita Ciencia. 

Algunas investigaciones han tratado de averiguar si efectivamente existe relación entre el uso de mascarillas por parte del personal sanitario y la reducción de oxígeno, pero no se han alcanzado conclusiones que lo demuestren. Un estudio publicado en 2008 en la revista Neurocirugía tenía como objetivo analizar si la saturación de oxígeno de los cirujanos disminuía cuando usaban cubrebocas quirúrgicos durante intervenciones de larga duración. Aunque sí que registró una bajada en la saturación tras la primera hora de la operación, no hay evidencias que demuestren que se debía al uso de cubrebocas. Los propios investigadores reconocían que no sabían si podría deberse “a la mascarilla o al estrés de la intervención”.

En el mensaje difundido en redes, se llega a afirmar que conducir con cubrebocas es “muy peligroso”, ya que el conductor podría llegar a perder el conocimiento. No hay evidencias de que esto realmente sea así. “No debería haber ningún problema. Si alguien tiene algunas enfermedades respiratorias preexistentes como asma y experimenta alguna dificultad, debe hablar con su médico”, explica Chughtai.

La OMS recomienda no tocar el cubrebocas mientras se usa

También se aconseja en el texto levantar el cubrebocas cada 10 minutos para “seguir sintiéndote saludable”. Sin embargo, esto contradice las indicaciones para el uso correcto de cubrebocas

La OMS aconseja evitar tocar el cubrebocas mientras se usa y, si se hace, lavarse las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. "Hay que colocar bien el cubrebocas (mascarilla) desde el principio y no tocarla hasta que nos podamos lavar las manos antes y después", contaba Gemma del Caño, experta en industria alimenticia.

Guillermo Melgar, farmacéutico y autor de Farmacia Enfurecida, insiste en que “si utilizamos mal el cubrebocas (mascarilla) estamos aumentando muchísimo las probabilidades de contagiarnos y de contagiar”. No es recomendable ponerse el cubrebocas de bufanda, quitársela para hablar o estornudar ni reutilizar cubrebocas de un solo uso.

https://twitter.com/Farmaenfurecida/status/1256497264668954625

Obligatoriedad de las mascarillas en espacios públicos en España*

El sábado 2 de mayo, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado en rueda de prensa que a partir del lunes 4 de mayo será obligatorio el uso de mascarilla en el transporte público y que para facilitar el cumplimiento se repartirán 6 millones de mascarillas en los nudos de conexión, 7 millones a la Federación Española de Municipios y Provincias y 1,5 millones entre organizaciones como Cáritas o la Cruz Roja.

La portavoz del Gobierno español, María Jesús Montero, indicó el pasado domingo 17 de mayo en rueda de prensa que, dada la opinión unánime de las Comunidades Autónomas sobre la conveniencia de hacer uso obligatorio de las mascarillas en los lugares públicos, "el Ministerio de Sanidad regulará la medida en los próximos días".

Por su parte, Salvador Illa, ministro de Sanidad de España, también confirmó tras la reunión con las Comunidades Autónomas del mismo domingo que "hay un consenso muy amplio en reforzar la obligatoriedad del uso de la mascarilla" por lo que "se está evaluando esta medida con las comunidades autónomas y con el conjunto de expertos para precisar en una orden ministerial en los próximos días". "Sí que habrá un reforzamiento de la obligatoriedad de las mascarillas pero, hasta que la orden no esté cerrada, no se podrán avanzar más detalles al respecto", concluía el ministro.

Según recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE), a partir del jueves 21 de mayo el uso de mascarillas será obligatorio a partir de los seis años (aunque también es recomendable para los niños de entre tres y cinco), tanto en la vía pública, como en espacios al aire libre y en cualquier otro espacio público cerrado, siempre que no sea posible mantener la distancia de seguridad interpersonal (al menos dos metros).

Es decir, salvo en determinadas excepciones, como en personas que presenten algún tipo de dificultad respiratoria que pueda verse agravada al utilizarla y en aquellas cuyo uso se encuentre contraindicado por motivos de salud, a partir del 21 de mayo es obligatorio utilizar mascarilla (preferiblemente higiénica o quirúrgica) para la población general en las situaciones indicadas.

Además, el BOE recuerda la necesidad e importancia de seguir manteniendo la distancia interpersonal, el lavado frecuente de manos y las demás medidas de prevención recomendadas hasta el momento.

En España, el Ministerio de Sanidad ha cambiado totalmente de postura en lo que al uso de mascarillas se refiere, pasando de no recomendarlas más que en casos concretos a hacerlas obligatorias en el transporte público y recomendarlas a la población general en dos circunstancias: cuando no sea posible mantener la distancia de seguridad en el trabajo, compra, espacios cerrados o en la salidas a la calle en los supuestos permitidos y al utilizar el transporte público.

Al igual que el Ministerio de Sanidad de España, algunos organismos como los Centros de Control de Enfermedades estadounidenses recomiendan usar mascarilla a la población general, especialmente en lugares donde sea difícil guardar la distancia de seguridad y en regiones donde exista una alta transmisión de la enfermedad, como  ya os explicamos aquí. Mientras que algunos países como Eslovaquia han ido más allá obligando a usarlas, la OMS defiende que la población general sana no necesita utilizar mascarillas para hacer frente a la pandemia de COVID-19. En su lugar, considera que solo necesitan llevarla quienes atienden a alguien que se sospeche que pueda estar contagiado y quienes tienen tos o estornudan.

*Actualizado el 18 y el 20 de mayo para incluir las novedades sobre la obligatoriedad del uso de mascarillas en lugares públicos.

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