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MALDITO BULO

Qué sabemos sobre los mensajes que dicen que “se está atacando mal” el coronavirus porque la causa de la muerte no es la neumonía sino una trombosis

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Nos habéis hecho llegar varias versiones de un mensaje que está circulando mucho por las redes sociales donde se dice que, según médicos italianos, se estaría “atacando mal” el virus SARS-CoV-2, ya que la causa de las muertes no sería la neumonía, sino una “Coagulación Intravascular Diseminada (trombosis)”. También se ha difundido mucho un vídeo atribuido al médico y neuropsicólogo hondureño Daniel Davila Nolasco que trata el mismo tema.

Sí, los enfermos de COVID-19 pueden desarrollar trombosis pero, no hay evidencias de que la trombosis sea la “verdadera” causa de muerte por COVID-19. Os explicamos qué hemos averiguado.

CADENA ANALIZADA POR MALDITA.ES
Importante y novedosa Sobre el Coronovirus: A nivel mundial se ha estado atacando mal el COVID-19 por un grave error de diagnostico. Esta información la difundió una médico investigadora de Italia:
Pues gracias a 50 autopsias hechas a pacientes fallecidos por COVID-19, encontraron que NO ES NEUMONÍA, en el sentido estricto,  porque el virus no mata los neumocitos solo de su tipo sino que utiliza una tormenta inflamatoria para crear una trombosis vascular endotelial, con la correspondiente trombosis difusa el pulmón es el más afectado porque es el más inflamado, pero también, produce un ataque cardiaco, o accidente cerebrovascular, y muchas otras enfermedades trombóticas, de hecho los protocolos han dejado las inútiles terapias antivirales y se han concentrado en las inflamatorias, y anticoagulantes. Estas terapias deben hacerse de inmediato, incluso en el hogar, en las cuales responde muy bien el tratamiento a los pacientes. Entre más tarde se hagan, son menos efectivas. En reanimación, son casi inútiles. Si los chinos lo hubieran informado, se hubiera invertido en terapia domiciliaria, no en Cuidados Intensivos!  una COAGULACIÓN INTRAVASCULAR DISEMINADA (TROMBOSIS). Entonces, la forma de combatirlo es con antibióticos, antiinflamatorios y anticoagulantes. Según la información valiosa de los patólogos italianos, nunca se necesitaron los ventiladores, ni de la unidad de cuidados intensivos. Si esto es cierto para todos los casos, estamos a punto de resolverla más pronto de lo previsto.

El mensaje de WhatsApp se refiere a unos “médicos italianos” o a “una médico” (según las versiones) que habrían efectuado supuestamente 50 autopsias (en otra versiones no se contabilizan cuántas) que se habrían realizado en alguna ciudad italiana (en algunas versiones se mencionan Milán, Brescia o Bergamo).

Ya os hemos explicado aquí todo lo que se sabe sobre estas autopsias. Sí se han hecho autopsias en casos COVID-19 positivos en Italia, pero han sido 38, no 50. A pesar de que el preprint con los resultados de estos exámenes se publicó el pasado 22 de abril, al menos desde el 31 de marzo ya circulaban contenidos con datos similares.

El origen es el titular de un contenido en el que no se aportan evidencias científicas

Según el mensaje, la conclusión de esas autopsias sería que la causa de la muerte de las víctimas de COVID-19 no sería la neumonía sino una trombosis. La “neumonía intersticial” sería un “error en el diagnóstico” y que un tratamiento basado en “antibióticos, antiinflamatorios y anticoagulantes” sería la mejor manera de “resolver” la pandemia “más pronto de lo previsto”.

Hemos localizado un post en Facebook publicado el día 1 de abril que se corresponde de forma más o menos literal con algunas de las versiones del mensaje recibido por muchas personas.

También hemos identificado un un titular de un contenido publicado en el diario italiano Libero el día 15 de abril que también dice que “no se muere de neumonía, sino de trombosis”. La autora del contenido es la médica y consejera de salud de la región Lombardía del partido Forza Italia, Melania Rizzoli.

A pesar del titular, en el primer párrafo la médica explica que solo en el 23% de las supuestas autopsias efectuadas en "muchos" de los pacientes fallecidos por COVID-19, la causa del fallecimiento no es “la grave insuficiencia respiratoria provocada por la neumonía viral”, sino “eventos tromboembólicos masivos, es decir embolias y trombos de vasos pulmonares” aunque no aporta una fuente o documento donde consultar ese dato.

La idea de que la “verdadera” causa de muerte de quienes han padecido la COVID-19 sería la trombosis y no la neumonía (como dice el mensaje) también ha salido en otros medios digitales italianos (aquí o aquí por ejemplo), pero tampoco estos aportan la fuente o los datos en que está basada esta idea.

Sin embargo, como ya contamos aquí, donde aclaramos qué sabemos sobre esas supuestas 50 autopsias realizadas en Italia, no hay evidencias de que la causa principal de las muertes por COVID-19 sea la trombosis.

Sí, los enfermos de COVID-19 pueden desarrollar trombosis pero no hay evidencias de que la trombosis sea la “verdadera” causa de muerte por COVID-19

Que las trombosis puedan ser uno de los efectos del virus no es ninguna novedad. Como os hemos explicado aquí, desde que se empezó a tratar pacientes con la COVID-19 en China se sabe que en los pacientes graves existen trastornos de la coagulación que requieren tratamiento.

En este artículo científico se hace un análisis de lo que se sabe hasta la fecha sobre este tema. Por eso desde el 13 de marzo la OMS recomienda el uso de heparina de bajo peso molecular en la gestión clínica de los enfermos a los que se sospeche que puedan estar afectados de COVID-19 para prevenir las complicaciones relacionadas con el "tromboembolismo venoso".

Por las evidencias hasta la fecha, el fallo respiratorio es la principal causa de muerte en la enfermedad de la COVID-19, tal y como dice este artículo del Lancet. Aunque es importante recordar que en muchos casos intervienen otras causas, debidas, entre otros factores, a condiciones previas.

Sin embargo, no hay evidencias de que la trombosis sea la “verdadera” causa de muerte por COVID-19 ni que la heparina o cualquier anticoagulante, sea la forma más eficaz de combatir el COVID-19, como afirma el mensaje y el vídeo que giran por las redes. Los documentos que hemos enlazado explican que la trombosis es una de las posibles complicaciones de la enfermedad, no que sea la principal causa de muerte, ni que, debido a esto, “estamos a punto de resolverla más pronto de lo previsto”, como se puede leer en las cadenas de WhatsApp que circulan.

Los anticoagulantes y los antiinflamatorios ya se utilizan para tratar la COVID-19

En cuanto a los anticoagulantes, se trata de fármacos que ayudan a reducir el riesgo de padecer una coagulopatía, un trastorno del proceso de coagulación de la sangre por el exceso de respuesta inmunológica (“la tormenta de cloroquinas”, que os explicamos aquí) de nuestro organismo frente a la acción del virus. Pero de momento no se sabe ni qué incidencia tiene la coagulopatía, ni si los anticoagulantes como la heparina son los más eficaces para prevenirla (ya que existe un importante riesgo de hemorragia) ni, tampoco, si son eficaces en las fases más agudas de la enfermedad.

Tal y como resume Flora Peyvandi, directora de la Unidad Hemostasia y Trombosis del Políclinico de Milán, que está trabajando con estos pacientes, “la heparina es un fármaco anticoagulante que debe ser prescrito solo por médicos expertos, capaces de evaluar las condiciones clínicas del paciente y los resultados de los test de laboratorio para llevar a a cabo una correcta evaluación del beneficio de la terapia y del riesgo hemorrágico que el fármaco puede inducir”.

Tampoco es ninguna novedad el uso de antiinflamatorios en el tratamiento del COVID-19. Según Sonia Zuñiga, investigadora en el Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC), “desde prácticamente el principio, se dan antiinflamatorios a los pacientes con síndrome de dificultad respiratoria aguda. Todo esto no es nuevo y tiene todo el sentido del mundo. No sólo hay que intentar reducir la carga viral con antivirales, también hay que reducir la inflamación exacerbada que se produce en las manifestaciones más severas. Con estos virus es lo que causa el daño que puede llevar a la muerte”.

Eso sí, añade la investigadora, “lo que no tiene sentido es el uso de antibióticos, más que para prevenir infecciones bacterianas secundarias. Desde luego no para el virus”.

Los respiradores y las UCI sí son necesarias

Finalmente, el médico hondureño del vídeo que hemos citado al principio cree que quizás no sea necesario invertir en respiradores y en UCI. A esta cuestión se ha referido Sergio Harari, director de la Unidad Operativa de Neumología del Hospital San Giuseppe de Milán en una entrevista al diario italiano Corriere della sera.

Según este especialista, por mucho que algunos pacientes desarrollen trastornos tromboembólicos, “la gran parte de los fallecimientos es debido a neumonía intersticial y por insuficiencia respiratoria”. Y añade: “Decir que no hay que intubar a los pacientes es totalmente fuera de lugar”.

En el mismo sentido se pronuncia para Maldita Ciencia Pepe Alcamí, virólogo e inmunólogo del Instituto de Salud Carlos III. En su opinión, afirmar que “estamos ante una enfermedad equivocada es insensato”.

Alcamí recuerda que los respiradores salvan vidas y explica que muchos pacientes intubados —más de la mitad— sobreviven cuando morirían si no se les intuba. "Decir que la ventilación mecánica es perjudicial porque pacientes en asistencia ventilatoria a veces mueren es como decir que un hospital es un sitio peligroso como un barrio criminal porque muere más gente en su interior que fuera del mismo", añade.

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