Casi 1.500 expertos del mundo académico, empresarial, gubernamental, y de la sociedad civil creen que la desinformación es el mayor riesgo a nivel mundial para los próximos dos años. El sondeo forma parte de última edición del Global Risks Report (Informe de Riesgos Globales, en español), el estudio que elabora cada año el Foro Económico Mundial en el que reúne la opinión de diferentes expertos sobre los riesgos más graves para la sociedad y economía global en los próximos años.
La desinformación, el mayor riesgo para los próximos 2 años
Consultados sobre los riesgos más probables de desencadenar una crisis a escala global en los próximos dos años, los expertos mencionan la desinformación como el más importante. A lo largo de 2024 (año electoral en la UE y EEUU) esperan que la percepción de este riesgo pueda incluso intensificarse. Respecto a la probabilidad de que la desinformación tenga un impacto global de aquí a 2026, apenas un 1% de los expertos cree que es una posibilidad mínima. Es el riesgo más severo entre todos los analizados.
La desinformación es un peligro que preocupa a casi todos los expertos, independientemente de su área de conocimiento y edad. Para los representantes de la sociedad civil, del mundo académico y del sector privado, la desinformación es el riesgo principal, mientras que para los representantes de organizaciones internacionales y gobiernos es el segundo más importante, sólo tras los eventos climáticos extremos.
La irrupción de la IA generativa como herramienta al alcance de todos y el acceso a nuevas tecnologías cada vez más sofisticadas ha hecho aumentar la preocupación global por la magnitud e impacto de este fenómeno. De hecho, el estudio refleja que se trata del riesgo que más rápidamente ha crecido, subiendo 15 posiciones en la lista desde el año pasado.
Polarización y desinformación van de la mano
La desinformación y la polarización en la sociedad son percibidas por los expertos como dos riesgos que se refuerzan mutuamente. Entre todas las amenazas analizadas, los encuestados han identificado estas dos como las más relacionadas y con mayor potencial de amplificarse entre sí. El informe explica que las sociedades polarizadas tienen mayor probabilidad de confiar en información que confirma sus creencias, con independencia de si éstas son verdaderas o falsas.
En un año repleto de elecciones en todo el mundo, incluidas las del Parlamento Europeo, el informe advierte de los riesgos reales que representan la desinformación y la polarización: “si se cuestiona la legitimidad de las elecciones, la confrontación civil es posible, y podría incluso extenderse a conflictos internos y terrorismo, y al colapso del Estado en casos más extremos".
Además, los expertos alertan también del riesgo de que la proliferación de la desinformación sea aprovechada por ciertos gobiernos para “reforzar el autoritarismo digital y el uso de la tecnología como herramienta de control ciudadano”. Esta reflexión está en línea con las recomendaciones del informe sobre gobernanza de las plataformas digitales publicado por la UNESCO en 2023, que pone el foco en la importancia de combatir la desinformación al tiempo que se fomenta la transparencia y la libertad de expresión. Esto es también lo que advertimos en Maldita.es hace ya más de dos años en Desinformación y Legislación: cualquier iniciativa para combatir la desinformación debería abordarse con el mayor consenso político y social, para evitar que pueda percibirse como un intento partidista de censurar el discurso crítico.
Concienciación pública y educación, claves
El informe no habla solo de riesgos, sino también de posibles soluciones. En el estudio se invitó a los participantes a reflexionar sobre qué enfoques tenían un mayor potencial para impulsar acciones de reducción y prevención de la desinformación. Los expertos identifican tres áreas prioritarias: la concienciación pública y la educación; la implicación de los actores relevantes; y la regulación. De entre todas las amenazas analizadas, la desinformación es el área en la que los expertos identifican que tanto la concienciación pública como la educación pueden tener un mayor impacto en los próximos 10 años.