Los canales públicos de Telegram se han convertido en unos espacios en los que abunda la desinformación y las teorías de la conspiración. Hay estudios que señalan que la falta de moderación de contenidos por parte de la plataforma y la posibilidad de contactar con decenas de miles de personas convierten estos canales en lugares ideales para difundir contenidos potencialmente dañinos a un público numeroso.
Los canales “alternativos” que difunden desinformación
Esta investigación de Maldita.es (España) se realiza en colaboración con la Universidad de Granada.
La investigación analiza cerca de millón y medio de mensajes publicados entre diciembre de 2019 y agosto de 2024 en 95 canales de Telegram en español para conocer mejor cómo funcionan.
Entre los canales analizados hay medios de comunicación y otros que se presentan a sí mismos como “de información alternativa”. Estos últimos, aseguran que los medios de comunicación y las fuentes oficiales no son fiables pero que ahí están ellos para transmitir a sus seguidores lo que otros no cuentan. Sin embargo, entre los contenidos de estos canales aparecen constantemente todo tipo de desinformaciones, teorías de la conspiración y afirmaciones sin pruebas.
La investigación confirma que en Telegram esos “canales alternativos” que disfrazan de información lo que, en realidad, son bulos, tienen más impacto y son capaces de crear grandes comunidades de usuarios que reciben constantemente esa visión alternativa y engañosa de los acontecimientos de actualidad que centran el debate público. Estos son los principales hallazgos.
Los canales que se presentan como alternativos analizados tienen más fuerza en Telegram que los de medios de comunicación tradicionales
Tienen un público más implicado mediante reacciones y comentarios
Generan comunidades con otros canales de temática similar
Sirven también de conexión con el mundo más allá de Telegram: comparten muchos contenidos de otras plataformas e incluyen links que redirigen hacia determinados contenidos de distintas redes sociales
Adaptan sus mensajes a la actualidad de modo que sus seguidores reciben constantemente una visión “alternativa” y falsificada de lo que está sucediendo
Con más público que los medios de comunicación
Los canales que se presentan como “alternativos” mientras difunden desinformaciones y sostienen teorías de la conspiración tienen mucho más seguimiento que los de los medios tradicionales. De media, estos canales tienen más del cuádruple de seguidores que los de los medios: una media de 34.000 frente a los 8.300 de los medios. Además, aunque cada canal evoluciona de una manera, en general estos canales que simulan informar mientras transmiten desinformación enmascarada ganan seguimiento durante el tiempo analizado mientras que los medios tradicionales apenas avanzan.
En cuanto al alcance de sus publicaciones, el número de vistas de los contenidos de los canales desinformadores es mucho mayor, como se puede ver en el siguiente gráfico. Por ejemplo, el alcance medio de los más seguidos entre este tipo de canales roza en conjunto las 600.000 visualizaciones en el último periodo de tiempo analizado.
Con seguidores más implicados y activos
Los canales que se disfrazan como informadores mientras difunden bulos no sólo tienen más usuarios sino que, además, sus seguidores se implican más. En Telegram, hay dos maneras de interactuar con los mensajes que se publican en los canales que cada administrador decide si activa o no. Existe la opción de responder con emojis a lo publicado y la de abrir un chat para comentar cada uno de los mensajes. Los canales que se autodenominan alternativos utilizan más estas dos vías de participación. El 80% de ellos tienen activadas las reacciones a mensajes para cualquier usuario que acceda a su contenido mientras que sólo el 53% de los canales de medios lo tiene. Los seguidores de estos canales utilizan nueve veces más que los de los medios de comunicación esta forma de reaccionar ante un mensaje.
En cuanto al chat grupal, 3 de cada 5 de los canales camuflados como informativos contaban con esta sección. Únicamente 10 de esos canales no tenían habilitadas ninguna de las dos formas de interacción que favorecen la creación de una comunidad afín y altamente activa.
Así se crean comunidades “alternativas”
Las comunidades de usuarios no sólo se van forjando con la actividad interna de cada canal, también se crean lazos que conectan a los canales que se interesan por los mismos temas y que comparten esa visión que les lleva a dudar de la información que consume el público en general mientras distribuyen regularmente contenidos desinformadores.
Es muy habitual que estos canales compartan contenidos entre ellos. Hay diferentes perfiles. Unos son creadores de contenidos y otros se dedican a compartir lo que han publicado otros. Pero, al actuar de esta manera, se van formando redes de grupos afines.
Además, desde noviembre de 2023, la propia plataforma recomienda al usuario una lista de otros ‘canales similares’ al que está accediendo y en forma de pop-up nada más suscribirse. De este modo, es muy fácil que un mismo usuario siga varios de estos canales. Así, mediante la funcionalidad de canales similares, se van formando redes de canales interconectados (como se ve en el siguiente gráfico).
Las conexiones fuera de Telegram
Estos canales no sólo van formando una red dentro de Telegram, también recogen contenidos de otras plataformas y dirigen a sus seguidores hacia ellos. Cuando revisamos la lista de los enlaces más compartidos, en primer lugar aparece claramente Telegram porque, como hemos visto, hay mucha relación entre canales. Más allá de eso hay cinco tipos de links que merece la pena destacar.
Grandes plataformas de redes sociales (YouTube o Twitter). Muchos de estos canales funcionan como difusores de todo tipo de contenidos que cuadran con las narrativas desinformadoras que ellos presentan como alternativas que defienden. Es habitual que busquen esos contenidos en grandes plataformas. También es habitual que los administradores de los canales de Telegram tengan perfiles en esas redes sociales y reboten sus contenidos de YouTube o de X en el canal de Telegram.
Redes sociales minoritarias con poca moderación (Odysee, Rumble o Parler): Estas plataformas son mucho más pequeñas pero apenas tienen moderación de contenidos. De esta manera es más fácil que circulen por ellas contenidos más extremos que resultan atractivos para este tipo de canales. De hecho, algunos de ellos o sus administradores tienen también una cuenta en alguna de estas plataformas donde generan contenidos que luego difunden en los canales de Telegram
Páginas webs vinculadas a los propios grupos canales (euskalnews o eldiestro): Algunos canales están dedicados a dar difusión a los contenidos desinformadores de websites directamente vinculadas con el canal. Por ejemplo, Maldita.es ha desmentido en una docena de ocasiones publicaciones de la web 'El Diestro' y 'EuskalNews' difunde habitualmente contenidos de conocidos desinformadores como Josep Pamiés o Robert F. Kennedy. En estos casos, el canal usa como puerta de entrada en Telegram de sus contenidos que luego puede llegar más lejos a través de las redes de canales afines.
Medios de comunicación (ABC o El Mundo): Cuando alguna noticia real cuadra con las narrativas que defienden, también la comparte en el canal, aunque su línea habitual sea desconfiar de los medios.
Webs desinformadoras y de propaganda: En el listado de dominios más compartidos aparecen algunos calificados como desinformadores por la web especializada Media Bias Fact Check como The Gateway Pundit o ZeroHedge. También figura la emisora estatal rusa RT, suspendida por la Unión Europea desde marzo de 2022.
Otro tipo de enlaces que se incluye intentan buscar financiación: 1 de cada 8 canales enlaza en su descripción a aplicaciones de pago como Patreon o incluso dan información bancaria para que sus suscriptores puedan hacer donaciones directas a través de transferencias.
Una visión “alternativa” y desinformadora pegada a la actualidad
En la investigación se dividieron los canales en cinco grupos según el tema que trataban principalmente: cambio climático, COVID-19 y vacunas, narrativas prorrusas, contenidos variados y medios de comunicación. El análisis de las publicaciones mostró que, aunque cada grupo se centraba en su tema, había cambios y adaptaban sus publicaciones a la actualidad informativa de cada momento. De este modo, cuando el debate público se centra en un tema, los usuarios de estos canales reciben una visión alternativa y falseada de lo que está sucediendo.
En la lista de los 10 principales temas sobre los que publican los canales que disfrazan la desinformación de contenidos informativos se puede ver ese proceso de adaptación. Los gráficos muestran cómo, mientras los sucesos y la política en España tiene una presencia constante, hay grandes acontecimientos que irrumpen de una manera abrupta entre las publicaciones de estos canales. Por ejemplo, son fácilmente identificables los picos por la guerra de Ucrania en febrero de 2022, el conflicto entre Israel y Palestina en octubre de 2023 o las protestas de los agricultores a comienzos de 2024.
Sobre la base de los resultados de esta investigación, la Fundación Maldita.es ha publicado un documento de políticas públicas que responde a la creciente influencia de la plataforma y los riesgos sistémicos vinculados a la Digital Services Act (DSA) que se pueden observar. El documento recomienda a las autoridades finalizar la verificación del número de usuarios reportados por Telegram y proceder con celeridad y rapidez a su designación como VLOP (Plataformas online muy grande, por sus siglas en inglés), si fuera el caso. Además, Telegram debería revisar sus condiciones de uso para incluir la desinformación, desarrollar medidas de moderación adaptadas a la plataforma y colaborar con expertos y miembros de la sociedad civil.