A pocos días de las elecciones al Parlamento Europeo (del 6 al 9 de junio), los participantes en el panel “Desinformación y Elecciones Europeas” en la jornada “Desinformación, medios y el futuro de la UE”, organizada por la Fundación Maldita.es, han coincidido en que la desinformación sigue siendo un reto en el territorio comunitario.
“Estamos mejor preparados que en 2019 pero todavía estamos en pañales en 2024, comparado con lo que deberíamos estar haciendo en la lucha contra la desinformación efectiva”, dijo la directora de la Oficina del Parlamento Europeo en España, María Andrés, durante el evento celebrado el 27 de mayo en el Laboratorio de Periodismo Larra de Madrid.
Andrés destacó los avances logrados en la última legislatura europea, como las nuevas leyes que obligan a las plataformas a moderar y retirar contenido falso o la ley de transparencia de publicidad online. “Las leyes están, hemos reaccionado, hemos entendido que el problema estaba ahí. Lo que hemos hecho ha sido una lluvia fina, colaborar con fact checkers, con medios, organizar formaciones, legislar… la conclusión es que hay que luchar en muchos frentes, de manera muy coordinada”, añadió.
La directora de la Oficina del Parlamento Europeo en España señaló narrativas desinformadores comunes a varios países de la Unión Europea (UE), como las que ponen en duda el voto por correo: “La intención es crear desconfianza, una narrativa en la que no te puedes fiar de lo que te fiabas, nos hacen dudar de la democracia”.
En el panel moderado por el director adjunto de Maldita.es, Carlos Hernández-Echevarría, participaron también Beatriz Becerra, ex parlamentaria europea, Raúl Magallón, profesor de la Universidad Carlos III, y Pablo Suanzes, corresponsal de El Mundo en Bruselas.
Para Becerra, los ciudadanos europeos saben “desde hace mucho el problema que significa la desinformación para la democracia” y a las injerencias extranjeras se han sumado desinformaciones “como lo que hemos visto en la pandemia o en la invasión de Ucrania”. La ex parlamentaria europea recordó que la UE ya elaboró en 2018 un Plan de Acción de la UE contra la desinformación y lamentó que ese plan se encontrase con intereses electoralistas y partidistas a la hora de ser puesto en marcha en los Estados miembros. También se preguntó “qué hacemos en 2024 hablando a altos niveles de representatividad mediática y política de fake news o noticias falsas, cuando una noticia falsa es una contradicción en sus términos. Si es falso no es noticia”.
Según Suanzes el riesgo de los bulos sobre la UE está más vinculado a que se desinforme sobre los procesos legislativos y de toma de decisiones que a la injerencia rusa. “Ser corresponsal de la UE es cómo explicar el resultado de un partido de fútbol teniendo que explicar qué es el fuera de juego en cada crónica”, dijo el periodista. “El que la audiencia no acabe de comprender el proceso hace que sean más fáciles la desinformación y la manipulación”.
“Si hay algo que sabemos de estas elecciones (europeas) es que se prevé que las 72 horas antes del proceso electoral van a ser fundamentales desde el punto de vista de la desinformación”, dijo por su parte Magallón.
El investigador también señaló que la publicidad política segmentada en redes sociales permite hacer anuncios políticos en función de la edad, el sexo o los intereses y poder buscar en unos casos la desmovilización y en otros la polarización.
“Por eso son tan importantes las nuevas reglas del juego que tienen que ver con la publicidad electoral. Y prácticamente en todas las elecciones sigue habiendo publicidad electoral en Facebook y Google en la jornada de reflexión e incluso en la jornada de elección”, apuntó Magallón. “Una de las cosas que deberíamos pedirle a la Junta Electoral y a los Gobiernos es que eso no puede volver a ocurrir”.