El evento, organizado por la International Fact-Checking Network y celebrado en la sede del periódico The Washington Post, comenzó con una entrevista a Drew Harwell y Glenn Kessler, ambos periodistas del Post; para profundizar en los desafíos de los nuevos formatos de desinformación como imágenes manipuladas y vídeos alterados. Uno de los ejemplos presentados ha sido el supuesto vídeo de la Portavoz de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, borracha: un vídeo ralentizado que en España también ha afectado a varios políticos.
Tras ello, verificadores de países como España, India, Sudáfrica, Alemania o Brasil hemos hablado sobre la estandarización a la hora de exponer los resultados de una verificación. En el aspecto tecnológico se ha discutido sobre las ventajas e inconvenientes del sistema ClaimReview, un tipo de datos estructurados que se utiliza a nivel mundial y permite que buscadores como Google o Bing muestren información específica en sus resultados, como muestra la siguiente imagen:
Este tipo de datos, muy útil a la hora de etiquetar declaraciones o afirmaciones, se queda corto a la hora de utilizarlo para hacer referencia a imágenes manipuladas o vídeos alterados. Por ello, durante el evento todos los verificadores hemos trabajado para establecer un sistema común con el que denominar las distintas alteraciones que pueden presentar vídeos e imágenes basándonos en el trabajo del Washington Post con su guía sobre los vídeos manipulados.
El trabajo y feedback generado en esta reunión internacional será utilizado a la hora de desarrollar un nuevo tipo de datos estructurados, llamado MediaReview, que permitirá etiquetar de forma consistente este tipo de desinformación a lo largo de todo el mundo en Google y Youtube y en otras plataformas que decidan adoptarlo. Esta etiqueta permitirá a la ciudadanía estar alerta de la posible desinformación y decidir por sí misma si finalmente quiere o no consumir la mentira, como ya hace ClaimReview.