“O muere el capitalismo salvaje o muere la civilización humana”. Circulan contenidos que aseguran que este es el título de un artículo de opinión “sobre el capitalismo salvaje” publicado por The Washington Post en marzo de 2020 y "traducido al español por Desmond Brown". Es un bulo: el medio americano no ha publicado una editorial similar al que se mueve en la cadena de WhatsApp cuyo título o contenido sea "O muere el capitalismo salvaje o muere la civilización humana".
cadena desmentida por maldita.es
EDITORIAL
The Washington Post
Marzo 25 2020
O MUERE EL CAPITALISMO SALVAJE, O MUERE LA CIVILIZACION HUMANA
Traducido al español por Desmond Brown
Empezare aclarando que no soy comunista; los reaccionarios, ultraconservadores le tienen mucho terror a estos títulos; y casi siempre ante la falta de argumentos sólidos, terminan repitiendo y adjudicándonos calificativos que solo han escuchado, pero que en la mayoría de los casos, desconocen su significado. Soy un Demócrata con ideas Republicanas.
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El 25 de marzo, el día que se especifica en la cadena que circula, The Washington Post publicó un artículo de opinión titulado "Will our democracy still work with coronavirus?" [¿Nuestra democracia seguirá funcionando con el coronavirus?]. La pieza trata sobre las dificultades que enfrenta el sistema político de Estados Unidos en medio de la pandemia del coronavirus, pero dentro del artículo no se especifica nada sobre el "capitalismo" ni se nombra a "Adam Smith".
De hecho, en una búsqueda por términos en la web de The Washington Post, tampoco hemos encontrado ningún artículo que diga lo que afirma la cadena. En el mes de marzo, este medio ha publicado diferentes artículos que incluyen la palabra "capitalismo" pero ninguno incluye un texto similar al que circula por las redes sociales.
Además, el único artículo en el que han hecho referencia a "Adam Smith" durante el mes de marzo es este. Pero, una vez más, el texto es diferente al de la cadena y se menciona a Smith una sóla vez.
El medio de verificación ColombiaCheck, miembro del International Fact-Checking Network (IFCN), ha desmentido esta cadena de WhatsApp. A parte de este editorial, ColombiaCheck también ha revisado otros artículos que se han publicado en The Washington Post durante el mes de marzo. Ni esta carta al director, ni esta una columna de opinión, ni esta otra editorial, del 31 de marzo, que incluyen la palabra "capitalismo", hablan sobre lo que dice la cadena de WhatsApp.
Por lo tanto, no es cierto que The Washington Post haya publicado un editorial similar con el título o cuyo contenido sea "O muere el capitalismo salvaje o muere la civilización humana".
Cadena Desmentida por Maldita.es
EDITORIAL
The Washington Post
Marzo 25 2020
O MUERE EL CAPITALISMO SALVAJE, O MUERE LA CIVILIZACION HUMANA
Traducido al español por Desmond Brown
Empezare aclarando que no soy comunista; los reaccionarios, ultraconservadores le tienen mucho terror a estos títulos; y casi siempre ante la falta de argumentos sólidos, terminan repitiendo y adjudicándonos calificativos que solo han escuchado, pero que en la mayoría de los casos, desconocen su significado. Soy un Demócrata con ideas Republicanas.
Todo el mundo habla del libro “La riqueza de las naciones” de Adam Smith, el escoses que logro articular con sus ideas, los pilares de la Economía Moderna que le dio paso al Capitalismo Moderno; sin embargo muy pocos hablan sobre el otro libro del mismo autor, “Teoría de los sentimientos morales”; que hace una crítica muy puntual a la conducta de la avaricia humana. Conociendo ya la historia desde la Secundaria, vemos que el prólogo de la misma, tuvo su origen cuando el feudalismo fue sustituido por este nuevo modelo económico.
La configuración Social, de la “Teoría de los sentimientos morales”; y “la armonía del mercado” de las riquezas de las naciones; es en sí una dicotomía que se concatena con la sociedad; esto sin olvidar la famosa “mano invisible” que mueve ese mercado.
El 20 de enero del año 2009, Barack Obama es juramentado Presidente número 44 de Estados Unidos; recuerdo muy bien su discurso.
Obama recibía un país en bancarrota, epicentro de una gran recesión mundial; he aquí un pequeño fragmento de su gran discurso: “Pero esta crisis nos ha recordado que, sin un ojo atento, el mercado puede salirse de control; y que un país no puede prosperar durante mucho tiempo cuando solo favorece a los que ya son prósperos”. Más que un discurso, fue una gran reflexión; el mercado había quedado a las anchas de los hombres que no tienen sentimientos morales, ni empatía por la Humanidad; el mundo entero fue estremecido por el flagelo de la avaricia humana; y la economía mundial cayó de rodillas ante una dura recesión. La obsesión del oro negro, llevo a George W. Bush a invadir y a atacar medio oriente, la zona donde se encuentran las mayores reservas de petróleo; el mundo jamás olvida la causa barata por la que justificaron la invasión a Irak; aseguraban que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva; la ONU, de forma deliberada avalo la invasión. Sin embargo, en el 2010, Julian Assange, fundador de Wiki Leaks, reveló la verdad de lo sucedido; y dejo al desnudo la colosal mentira tarifada que los medios de comunicación le habían contado y hecho creer al mundo; en los archivos que se filtraron, registraba la muerte de más de cienmil personas, de los cuales el 70% eran civiles. Jamás olvidare las palabras de Assange: “La primera víctima de la guerra es la verdad”. Ese 22 de octubre de 2010, se caía ante el mundo la muralla de la mentira tarifada.
En los últimos doscientos años, nos hemos consumido la energía fósil concentrada de nuestro planeta desde sus orígenes. La danza del capitalismo salvaje va dejando por su paso, la destrucción acelerada de los recursos naturales del planeta; la explotación inhumana del hombre; y la manipulación de la mente humana para que este de forma sistemática se convirtiera en un rehén de las sociedades de consumo, que sin darse cuenta se convierta en el arma de su propia autodestrucción.
La nueva pandemia ha quitado el velo ilusionista, y el maquillaje hipócrita de la Civilización; la Italia de Rómulo y Remo, de los Cesares, de Marco Polo, de Leonardo Da Vinci, de Galileo Galilei, de Luciano Pavarotti, de Benito Mussolini, de Silvio Berlusconi, de Andrea Bocceli, de Roberto Baggio, de Paolo Maldini, de Gennaro Gattuso; la Italia que pago el fichaje más caro de su historia por el portugués Cristiano Ronaldo, 122 millones de euros; si esa misma Italia que tuvo que desconectar la respiración artificial de sus ancianos, para luego verlos morir; y que no pudo responder de la misma forma como cuando organizaron el mundial de Italia 90; porque su sistema de salud expiró en los brazos del capital privado, haciendo de la salud una mercancía; lo mismo está sucediendo con España, un país que presume de una monarquía; que se ha convertido en un adorno costoso para un país que no tiene camas para atender a sus pacientes.
La pandemia ya llegó a la gran nación del Norte; pero en los 100 primeros días de Gobierno, el Presidente número 45 de Estados Unidos, Donald J. Trump, destruyó el sistema de salud que había dejado su antecesor. Las consecuencias ya se están sintiendo; los arrebatos de un líder que anda por el vecindario de la aldea global, ufanándose de su “hegemonía o supremacía” ; así como se llama el libro de Noam Chomsky, están llevando a la gran nación del Norte, como lo expresó hace unos días el Premio Nobel de Economía, Paul Krugman: “A que su Democracia y Economía estén amenazadas por un segundo periodo presidencial de Trump en la Casa Blanca”. La crisis del coronavirus ha puesto en aprietos a Trump, ya que el haber minimizado esta pandemia le está pasando una factura en la encomia, porque la bolsa de valores se ha desplomado en estas dos últimas semanas; y existe un alto riesgo que la factura se extienda al mes de noviembre, en las elecciones.
La pandemia quitó el antifaz del modelo económico de las naciones más poderosas del Planeta (Estados Unidos y China); y en el caso de Italia y España; ambos países miembros de la OTAN, que maneja un presupuesto de casi dosmil millones de dólares, se vieron como los más pobres del barrio, que fingían ser ricos, pero no tenían ni donde caer muertos. La realidad ha quitado el efecto de la anestesia del capitalismo salvaje; y ha tirado sus cartas sobre la mesa. Ha llegado la hora de replantear y de humanizar este modelo económico; y hacernos el siguiente planteamiento: ¡O muere el Capitalismo Salvaje, o muere la Civilización Humana! Como decía Albert Einstein: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez, esperando obtener resultados diferentes”. No podemos seguir viviendo en un planeta donde más del 80% de la riqueza, está concentrada en un 1% de la población. Me resisto a defender con mi silencio un indefendible y despiadado statu quo que concentra la riqueza de nuestros recursos naturales, y medios de producción en pocas manos, capaces de derramar sangre inocente por mantener intacto ese statu quo. Yo no puedo defender este statu quo que privatiza el agua, la salud, la educación, el viento, el sol; Derechos Humanos Universales que se han convertido en mercancías, que se encuentran solo al alcance de una minoría rapaz, voraz e insaciable; mientras las grandes mayorías invisibles; solo son visibles en los procesos electorales, disfrazados de Democracia. Una gran realidad de todo lo que pasa a nivel mundial que nos quieren tener controlados a los más vulnerables del planeta tierra porque la avaricia, la ambición y las ansias de poder los tiene enfermos.
Primera fecha de publicación de este artículo: 08/04/2020