“El 28/07 tienen que contar los votos 1 a 1 como exige la ley, pero no lo van a hacer” o “se han incumplido las normas de recuentos y se han eliminado las papeletas para poder hacerlos como dicta la ley” son algunos de los mensajes que se han difundido tras las elecciones generales del 23 de julio, sobre las que se han publicado muchas desinformaciones que hablan de “pucherazo”. Es un bulo: en ningún proceso electoral ese escrutinio se realiza contando de nuevo las papeletas. La ley electoral, vigente desde 1985, ordena destruir las papeletas una vez termina el escrutinio en las mesas electorales. Lo que se utiliza en el escrutinio general son las actas.
El escrutinio general se celebra cinco días después de las elecciones por las juntas electorales de zona o provinciales (según corresponda por el tipo de elección). Es decir, que el escrutinio general de las elecciones generales del 23-J se lleva a cabo este viernes, 28 de julio. En ese procedimiento, que es público y se realiza en presencia de los representantes de los partidos, se comprueba que todas las actas son correctas y se suma el voto de los electores desde el extranjero (voto CERA).
Las papeletas se destruyen tras el escrutinio en las mesas electorales
La ley electoral establece que una vez terminado el escrutinio en la mesa electoral y resueltas las reclamaciones de los representantes de los partidos, si las hubiera, las papeletas deben destruirse. Las únicas que no se destruyen son aquellas a las que se les haya negado validez o hayan sido objeto de reclamación. Esas deben adjuntarse al acta y entregarse a la junta electoral. Ni la ley electoral ni la Junta Electoral Central detallan cómo debe ser esa destrucción.
Qué son las actas que se utilizan para el escrutinio general
Una vez cierran los colegios electorales, el presidente saca uno a uno los votos de la urna y hace público, de viva voz, la decisión contenida en cada papeleta. Una vez se terminan de contar los votos de la urna, se registran en las actas los resultados de la mesa electoral.
Una copia del acta del escrutinio se coloca en la entrada del colegio electoral y también se entrega una copia a los representantes de la Administración y a los candidatos, apoderados o interventores que lo soliciten.
Después, el presidente de mesa entrega personalmente en el juzgado de primera instancia o de paz que le corresponda dos copias de las actas de la sesión con toda la información, incluido el escrutinio y los miembros de la mesa electoral. Una tercera copia se entrega a un miembro de Correos. Luego, el juez y Correos entregan una copia a la junta electoral para el escrutinio general.
Por lo tanto, es un bulo que la ley exija que se vuelvan a contar los votos uno a uno durante el escrutinio general: la normativa electoral indica que estas se destruyan y lo que se revisa son las actas.