Nos habéis preguntado por algún que otro artículo que circula por redes sociales y que alerta sobre la supuesta detección de ratas destinadas al consumo humano infectadas de coronavirus (un 56% de las analizadas) en algunos restaurantes de Vietnam.
Para realizar estas afirmaciones, los textos hacen referencia a "un nuevo informe" del Departamento de Salud Animal del Ministerio de Agricultura de Vietnam que habría encontrado una tasa alarmantemente alta de coronavirus en estos animales silvestres, a punto de ser servidos en restaurantes del país.
El documento al que hacen referencia es real, sin embargo se trata de un preprint (una publicación provisional a la espera de ser validada y publicada en una revista científica), publicada en el repositorio de acceso abierto bioRxiv, que se basa en análisis realizados entre 2009 y 2014, en estudios anteriores y a coronavirus distintos del SARS-CoV-2, que provoca la COVID-19.
Como ya os hemos contado, los coronavirus se identificaron por primera vez en los años 60, según recogen los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), la cepa que ha causado el actual brote iniciado en Wuhan (China) fue descubierta a finales de 2019, tal y como aparece publicado en un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El preprint es de ahora, pero sus conclusiones no se refieren a la actualidad
Como ya contamos en otras ocasiones (aquí o aquí, por ejemplo) la principal hipótesis sobre el origen de la pandemia por coronavirus es el contacto de personas con la vida silvestre, en este caso con un murciélago o una especie huésped intermedia, en China. Sin embargo, la posibilidad de que un contagio similar sucediese no es nuevo ya que, según el preprint al que nos referimos, el riesgo que suponía el comercio de animales vivos ya se reconoció durante el brote del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) que ocurrió durante 2002 y 2003.
Según el documento, para comprender mejor su presencia y diversidad en la vida silvestre, se realizó una vigilancia de coronavirus desde 2009 hasta 2014 (los muestreos del estudio se realizaron a partir de enero 2013 hasta marzo 2014). El objetivo era evaluar el riesgo de diferentes cadenas de suministro de animales silvestres destinadas al consumo humano.
Como ya sabemos, el brote del nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2, comenzó en diciembre de 2019, lejos del momento en que fueron tomadas las muestras de rata de las granjas vietnamitas y, por lo tanto, lejos de influir en el riesgo de contagio de COVID-19 actual.
¿Qué suponen los resultados de las muestras tomadas entre 2013 y 2014?
Los autores del preprint indican que el comportamiento humano facilita la propagación de virus, de animales a personas. "La cadena de suministro y el comercio de animales silvestres aumenta las posibilidades de que esto ocurra. Para minimizar los riesgos que suponen para la salud pública las enfermedades virales procedentes de la vida silvestre [...] recomendamos medidas de precaución que restrinjan la matanza, la cría comercial, el transporte, la compra, la venta, el almacenamiento, el procesamiento y el consumo de animales salvajes".
Además, añaden que la aparición de SARS-CoV, MERS-CoV y ahora SARS-CoV-2 hacen ver la importancia de que la familia viral de coronavirus afecte a la salud pública mundial. "El mundo debe aumentar la vigilancia mediante la construcción y la mejora de la capacidad de detección; realizar una vigilancia activa para hallar coronavirus en humanos, animales silvestres y ganado e informar sobre los comportamientos humanos que ayudarían reducir la transmisión viral de estos a los humanos", concluyen.