Maldito Bulo vuelve a Bruselas. Otras veces hemos ido como expertos del Grupo de alto nivel de la Comisión Europea sobre desinformación, en el que somos los únicos representantes españoles. Esta vez vamos al Parlamento Europeo a hablar de cómo luchamos nosotros contra los bulos en una conferencia y lo más importante, a encontrar junto a otros verificadores, eurodiputados y miembros de las plataformas tecnológicas maneras de mejorar en la lucha contra los bulos.
Sólo juntos podemos luchar contra la desinformación
Tenemos claro que los verificadores tienen que estar en continuo contacto. Desde que empezamos nuestro trabajo desmontando bulos hace un año, nos hemos dado cuenta de que la desinformación traspasa fronteras y lo hace muy rápido y de forma organizada. Queremos coordinarnos con el resto de miembros europeos del International Fact Checking Network para aunar esfuerzos en la lucha contra la desinformación
Un bulo italiano se traduce y se transforma en un bulo en España. El vídeo falso de un "musulmán" que agredía a personal sanitario en un hospital y que en realidad era un borracho ruso en Rusia se movió en varios países europeos como si sucediera en ellos. Necesitamos estar coordinados para ser más efectivos. Aprender de otros proyectos, estar unidos.
Vienen elecciones europeas
Se acercan las elecciones europeas de 2019 y los verificadores queremos organizarnos porque además de que juntos es más difícil que nos la cuelen, los bulos van a aumentar. Sucede en cada proceso electoral: las desinformaciones políticas y de odio crecen.
Las instituciones tienen que ir más allá de declarar públicamente que hay que acabar con las "fake news". Se tienen que comprometer a ser más transparentes, a contestar cuando se les cuestiona sobre un posibles bulo, a no minusvalorar el potencial de una desinformación, a compartir los datos de manera rápida y eficiente, a ser conscientes de que el ecosistema de consumo de información está cambiando y ya no vale eso de que si no sale en la tele no es problemático. Las redes sociales pueden viralizar una desinformación con un potencial que no pueden menospreciar.
Tienen, también, que corregir cuando se equivocan en los datos y los verificadores se lo hacemos ver. Y hacerlo de manera pública y transparente.
Las plataformas deben cooperar
Las plataformas deben compartir los datos. La comunidad de verificadores y ‘fact-checkers’ lleva años pidiéndole a las plataformas un mayor acceso a los datos, pero en este caso es especialmente importante ya que Google, Facebook y Twitter se han comprometido a ello. Han accedido públicamente a trabajar junto con investigadores que evalúen de forma independiente la difusión y el impacto de la desinformación. Tenemos que conseguir que esa promesa sea efectiva en todos los países.
El agujero negro de WhatsApp; este verano en Maldita.es hemos comenzado la lucha contra los bulos en nuestro número 655 19 85 38. Llevamos ya más de 20.000 mensajes recibidos desde entonces. Tenemos que encontrar juntos una manera de detener la desinformación de una manera más efectiva en esta plataforma sin que ningún derecho se vea afectado.
Educación y tecnología frente a legislación
Contra la desinformación: legislar no es la solución. Es algo que venimos repitiendo y que en Maldita.es tenemos claro.
Con los bulos no vamos a acabar mediante leyes sino con educación; alfabetización mediática y con tecnológica; con herramientas que nos ayuden a detectar antes y mejor una desinformación, que nos adviertan cuando un posible bulo empieza a viralizarse. Que permitan la búsqueda de bulos ya resueltos no solo por texto e imagen como ya tenemos en Maldito Bulo, sino también por audio y vídeo. Con bots que avisen y que ayuden a resolver dudas a nuestra comunidad. En definitiva con herramientas que ayuden a la gente a que no se la cuelen.
Una legislación en caliente en la lucha contra los bulos, en nuestra opinión, es corta de miras y peligrosa para la libertad de expresión y prensa. Necesitamos estudiar el problema de la desinformación para poder resolverlo: comprobar quién y por qué se crea el contenido falso, cómo se viraliza y qué impacto real y medible tiene en nuestra sociedad. Ante la legislación, nosotros proponemos medidas educativas, una apuesta por una comunidad antibulos y el uso de la tecnología.
Comunidad: os necesitamos
La hemos dejado la última, pero es la más importante. Sin gente que nos avise de los bulos, que colabore viralizándolos o que nos aporte información o conocimiento, sería imposible la lucha contra la desinformación.
En Maldita.es ya somos más de 6.000 inscritos. En Twitter nuestros proyectos superan los 400.000 followers, en Facebook los 100.000. Estamos empezando en Istagram y tenemos servicio de WhatsApp y un canal de Telegram con 9000 personas. Todo esto importa porque nos ayudáis, porque os interesa la lucha contra la desinformación.
Un desmentido puede estar muy bien resuelto, pero sin gente que ayude a moverlo no tiene efecto. Tenemos que ser más conscientes de ello. Debemos entender que sin comunidad no hay lucha contra los bulos, no hay control del discurso político real.
Extra: dejemos de llamarlo "Fake News"
Nunca fueron "news", nunca pretendieron serlo. Solo se disfrazan de ellas. Además la desinformación es mucho más amplia que las mal llamadas "fake news". No está solo en urls; está en el discurso político, en el meme político que ves en Facebook, en el mensaje de alerta falsa que te llega por audio en Whatsapp. Bulo, patraña, desinformación el uso de "fake news" no beneficia a nadie más que a los desinformadores.