Una veintena de expresidentes de diferentes países, incluidos José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, han firmado una carta que apoya la creación de un impuesto global para las personas más ricas de, al menos, el 2% de su riqueza, es decir, de su patrimonio. La idea de este impuesto proviene de un informe que el economista Gabriel Zuzman elaboró para el G20 y que fue presentado en junio de 2024.
La propuesta recaudaría entre 200.000 millones y 250.0000 millones de dólares anualmente
La propuesta consiste en recaudar anualmente el 2% de la riqueza de las personas más ricas del planeta. Zucman calcula que, si se aplicara un impuesto anual del 2% de la riqueza a las 3.000 personas más ricas del mundo, es decir, aquellas personas que tienen un patrimonio superior a los 1.000 millones de dólares (920 millones de euros), se ingresaría entre 200.000 y 250.000 millones de dólares anualmente (entre 184.000 y 231.000 millones de euros).
La propuesta de Zucman va en línea de otro debate que hubo en el G20 después de la pandemia: el objetivo de crear un impuesto mínimo del 15% de los beneficios de las empresas para asegurar la recaudación de las multinacionales. Es decir, que en todos los países del mundo haya un impuesto que obligue a pagar, al menos, el 15% de los beneficios anuales de todas las multinacionales.
La diferencia entre impuestos sobre la riqueza y la renta: el primero se centra al patrimonio y el segundo, en lo que se gana
La propuesta del impuesto pretende gravar la riqueza de los ricos (es decir, lo que poseen) y establece dos opciones: o bien establecer directamente el impuesto sobre el patrimonio de las personas que más tienen, o bien aumentar el dinero que se deben pagar por los ingresos que obtengan mediante un impuesto sobre la renta.
En economía, la riqueza y la renta son dos conceptos distintos. La renta es el conjunto de los ingresos que una persona tiene durante un período de tiempo (generalmente, al mes o al año), mientras que la riqueza es el conjunto de recursos que tiene una persona, y se mide en función de su patrimonio (viviendas, coches, dinero, bienes, etc.).
En España, existen ambos impuestos. El impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) recauda dinero de los ingresos de las personas durante el año, como los salarios, los alquileres o las inversiones. El impuesto sobre el patrimonio recauda dinero de lo que tienen las personas, como las viviendas o el ahorro. Además, en 2023, el Gobierno aprobó un nuevo impuesto sobre las grandes fortunas, complementario al impuesto sobre el patrimonio.