Además de los votos atribuidos a Junts fuera de Cataluña, al menos 254 mesas electorales de las 60.000 totales han podido registrar resultados anómalos para PSOE, PP, VOX, Se Acabó la Fiesta o Podemos, según el análisis realizado por Maldita.es sobre los resultados provisionales de las europeas del 9-J. Los datos fueron comunicados por el personal de la Administración Pública presente en cada mesa a partir de las actas firmadas por los miembros de mesa e interventores de los partidos.
Como os hemos contado, la hipótesis más probable es que se trate de errores durante la comunicación de los datos debido a que las casillas para introducirlos están muy juntas unas de otras. No es la primera vez que ocurre algo así y no determina los resultados definitivos. Los que son legalmente válidos son los que salen del posterior escrutinio general (14 al 17 de junio) donde se revisan y comparan las copias de las actas de todas las mesas electorales.
Para este análisis hemos considerado como casos anómalos aquellos en los que hemos detectado una diferencia de más de cinco votos con respecto a las mesas de su alrededor que se habrían asignado a otro partido contiguo en las actas.
Hay 254 mesas que presentan posibles resultados anómalos para varios partidos, según los datos provisionales analizados por Maldita.es
Hemos analizado los posibles resultados anómalos para cinco candidaturas: PP, PSOE, Vox, Se Acabó la Fiesta y Podemos. Hemos detectado 254 mesas — de las 60.000 que hubo en toda España — donde estos partidos habrían registrado un resultado anómalo con respecto a los resultados en las mesas de sus alrededores en el mismo municipio.
En el caso del PSOE, muchos votos podrían haber ido a parar por error a Junts fuera de Cataluña, lo cual podría haber provocado que se registrasen los datos incongruentes que se han difundido en redes. También muchos votos del PSOE se habrían asignado por error al partido Andalucistas, con escaso apoyo fuera de su comunidad.
Se Acabó la Fiesta presenta anomalías en 106 mesas electorales, mientras que el siguiente sería Podemos, que tiene resultados anómalos en 79 mesas. De los cinco analizados, Vox es el que parece tener menos datos inusuales.
Hemos calculado cuál sería la diferencia de votos si los resultados se hubieran asignado ‘correctamente’ (en el hipotético caso de que se tratara de datos mal comunicados). El PSOE habría sido el partido más perjudicado y el que menos de estos cinco, Vox. Cabe señalar que no todas las secciones reparten el mismo número de votos.
Sólo hemos tenido en cuenta los casos en los que los partidos adyacentes han recibido más de cinco votos, y cuando estos han sido anómalos con respecto a las mesas de su alrededor.
El orden que presentan los datos provisionales es el mismo que tienen los partidos en las actas: pueden haberse confundido al enviarlos
La hipótesis más probable, en el caso de un colegio electoral de Lavapiés (Madrid) en el que Junts aparecía como ganador y también en el resto, es la de un “error en el volcado de datos” por parte del personal de la Administración presente en los colegios al enviar los resultados a través de una tablet al centro de datos electorales.
En el caso de datos inusuales de Junts, la razón puede ser que su fila es contigua a la del PSOE, y pueden haber asignado mal los votos. Lo mismo ocurre con la de Andalucistas y el PSOE, IE y Vox, o PP y Escaños en Blanco.
Ha ocurrido también en situaciones anteriores. En las municipales de 2019, los mapas mostraban datos inusualmente altos para partidos como Vox o Falange en sitios donde el resto de resultados parecían erróneos. Tanto el Ministerio del Interior, responsable de la gestión de los datos, como la empresa Scytl, que proporcionaba la infraestructura tecnológica, reconocieron estos errores.
Si ha sido un error de comunicación de los datos, se solucionará en el escrutinio general
Tras el cierre de los colegios electorales a las 20 horas del 9 de junio, el presidente de cada mesa electoral se encargó de hacer el recuento extrayendo uno a uno los sobres de la urna y diciendo en voz alta la candidatura votada en el Parlamento Europeo.
Tras el recuento se comprueba que el número de sobres es el mismo que el de los votos anotados.
De este escrutinio se levanta acta y se hacen varias copias: a cada representante de candidatura que lo solicite se le da una, y a la Administración se envían los resultados provisionales por teléfono o mediante una aplicación informática al centro de datos electorales, que es quien los difunde.
Más tarde, durante el escrutinio definitivo (del 14 al 17 de junio en las europeas) las copias de las actas deben ser revisadas y comparadas entre sí, para ver si contienen errores. Las juntas electorales no pueden cambiar los votos incluidos en las actas a no ser que considere que ha habido “error material o de hecho o aritmético”, en cuyo caso lo corregirán [art. 106].
Los pocos miles de votos que cambien tras el escrutinio general no alterarían el reparto de escaños en un principio
Los posibles cambios después del escrutinio general, en caso de que se corrijan los posibles errores e incluya el voto desde el extranjero, no alterarían el reparto de escaños, previsiblemente.
Según los datos provisionales comunicados por el Ministerio del Interior, sería necesario que Junts salvase una diferencia de 82.000 votos para arrebatarle el último escaño al PSOE.
En los datos anómalos detectados, Junts habría recibido votos que podrían haber sido para el PSOE, por lo que sería improbable que la corrección de errores disminuyese esta distancia.
En el escrutinio general tan solo se comprueban las actas de las mesas y no las papeletas, que se destruyen tras la noche electoral
Si los miembros de la mesa electoral y los apoderados o interventores dan por buena un acta electoral, estos son los resultados que se envían a la Junta Electoral y que se comprobarán en el escrutinio general.
Las papeletas, como contamos en Maldita.es, se destruyen tras el cierre de la mesa electoral y de hecho la Junta Electoral no puede anular ningún acta ni voto incluido en ellas. Su función se limita a verificar los datos incluidos en las actas y a resolver las posteriores reclamaciones de los partidos.