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Con la llegada de las elecciones generales, surge el debate del papel que tiene el partido político o la lista más votada en los comicios. España es una monarquía parlamentaria. La elección del presidente del Gobierno no tiene por qué ser necesariamente de una persona perteneciente al partido con más votos obtenidos en unas elecciones, ya que lo deciden los miembros del Congreso.
En las elecciones generales en España no se elige al presidente del Gobierno, sino a los miembros del Parlamento
En España, el partido político que consigue más votos en las elecciones generales no tiene que gobernar necesariamente, ya que los ciudadanos escogen a los representantes de las Cortes Generales.
“Las elecciones generales no son elecciones presidenciales, como sí ocurre en la mayoría de países de Latinoamérica, por ejemplo. No sirven para elegir un presidente: se elige un Parlamento y es después, una vez constituido este, el que elegirá quién será presidente o presidenta”, explica Aner Ansorena, CEO y consultor en Hauda Comunicación, y maldito que nos ha donado sus superpoderes.
“Según nuestra Constitución, son los diputados los que eligen por mayoría al presidente, que nombrará a su vez al resto del Gobierno”, indica Pablo Olmos, politólogo y maldito que nos ha prestado sus superpoderes. “Es una elección indirecta: los ciudadanos elegimos la composición de las Cortes Generales, pero no elegimos al presidente”, explica la maldita Victoria Rodríguez, profesora de Ciencia Política y Administración de la Universidad Miguel Hernández.
La excepción a este modelo son las elecciones municipales, como indica Victoria Rodríguez: “La ley electoral establece que la elección del alcalde se realiza de entre los concejales que encabezan las listas. Si ninguno consigue la mayoría absoluta, es proclamado alcalde el concejal que encabece la lista que haya obtenido más votos. En caso de empate, se resuelve por sorteo”.
El modelo presidencialista frente al modelo parlamentario
Los malditos consultados por Maldita.es indican que el modelo español, en el que los ciudadanos escogen a los miembros del Congreso de los Diputados y son luego estos quienes eligen al presidente del Gobierno, se denomina democracia parlamentaria.
“En los sistemas parlamentarios se pretende que forme gobierno el partido o coalición de partidos que consiga el mayor apoyo de los representantes de la sociedad (diputados)”, indica Pablo Olmos, que expone el ejemplo de países como Bélgica, Suecia o Dinamarca donde “no es extraño” que la lista más votada no gobierne y lo haga una coalición alternativa, pero con más apoyos en el Parlamento.
En cambio, los sistemas electorales en los que se elige directamente al presidente se denominan modelos presidencialistas. “No hay listas, sino candidatos a presidente. Normalmente, el candidato más votado es el ganador”, señala Pablo Olmos. “En este sistema no existe esa interrelación de poderes legislativo y ejecutivo, sino elementos de control. El candidato que vence en las elecciones gobierna”, indica Victoria Rodríguez.
El modelo presidencialista, como indican los malditos consultados por Maldita.es, es habitual en los países de América, como en Argentina, Chile o Perú. En el caso de Europa, el ejemplo paradigmático de este modelo es Francia.
En este artículo han colaborado con sus superpoderes los malditos Aner Ansorena, CEO y consultor en Hauda Comunicación; el politólogo Pablo Olmos, y Victoria Rodríguez, profesora de Ciencia Política y Administración de la Universidad Miguel Hernández.
Victoria Rodríguez forma parte de Superpoderosas, un proyecto de Maldita.es que busca aumentar la presencia de científicas y expertas en el discurso público a través de la colaboración en la lucha contra la desinformación.
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