Para hablar de la inflación, que es la variación de los precios en un periodo determinado, la referencia es el índice de precios al consumo (IPC) que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero en contextos de volatilidad, cobra protagonismo la inflación subyacente, un indicador del IPC que según el cálculo del INE no tiene en cuenta los valores económicos de la energía y los alimentos.
Hay otras formas de calcular la inflación subyacente, eliminando otros componentes (como puede ser el tabaco o la vivienda). El portal estadístico Eurostat utiliza para representar esta variable el índice general sin energía, alimentos, alcohol y tabaco. Puesto que son cálculos diferentes no pueden compararse, como comparten algunos contenidos.
También es posible que hablando de inflación hayas leído sobre los índices generales de inflación intermensual e interanual. Estos pueden estar sometidos a una variabilidad excesiva a consecuencia de los cambios que sufren los precios de algunos productos o servicios concretos que tiene en cuenta el INE a la hora de conformar estos índices y que podrían desvirtuar la tendencia general. Eliminando los precios de los combustibles y los alimentos no elaborados se alejan las subidas o bajadas estructurales que afectan a estos productos, explicó a Maldita.es Rafael Pampillón, catedrático en Economía por la Universidad CEU-San Pablo. En los últimos datos publicados por el INE la inflación subyacente en España se situó en 6,2%.
Pero hay más formas de medir la inflación. En sus notas de prensa, el INE también incluye otros dos datos. Uno es el IPC armonizado, un indicador pensado para realizar comparaciones internacionales. Es el que recoge Eurostat en sus informes. El último, correspondiente a julio, recoge que el IPC armonizado fue del 2,1% en ese mes en España, solo por encima de Luxemburgo (2%) y Bélgica (1,6%) entre los países de la eurozona. La inflación media en los países que comparten moneda fue del 5,3%.
Qué es la inflación subyacente y cómo se mide
El dato de la inflación subyacente excluye productos que se consideran más susceptibles de sufrir un cambio de precio. Al no incluir estas variables se considera un indicador que muestra la variabilidad de los precios de consumo a corto plazo de manera más precisa.
Como hemos visto, hay varias maneras de medir la inflación subyacente. La que incluye el INE en sus notas de prensa es el índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos, pero hay otras formas de calcularla. Como se puede comprobar en esta nota de prensa de Eurostat sobre los datos de inflación de julio de 2023, hay varias cifras de inflación subyacente que hacen referencia a la zona euro.
En la siguiente tabla se incluyen hasta seis indicadores diferentes y cada uno de ellos se calcula excluyendo unos componentes concretos. La identificada como “All-items HICP excluding energy, unprocessed food” es la que se corresponde con el dato que da el INE en sus notas de prensa, ya que no incluye alimentos no elaborados ni productos energéticos. El instituto estadístico español también recoge el resto de indicadores en su web.
El índice que utiliza el INE no es el de referencia a nivel europeo
España registra una de las tasas de inflación más bajas de la eurozona, pero circulan contenidos en redes sociales que aseguran que la tasa de inflación subyacente en España es superior a la media europea. Esos contenidos comparan el dato de inflación subyacente, que en julio en España fue del 6,2%, con el core consumer price index (core CPI), que fue del 5,5%.
Pero esta comparación es errónea porque estos datos no son equivalentes. Según explica el Banco Central Europeo en su web, el core HICP se define como el dato de inflación armonizada (medida común de la inflación que permite realizar comparaciones internacionales) excluyendo energía, alimentos, alcohol y tabaco, según la metodología de Eurostat. Son, por tanto, indicadores con componentes diferentes.
La inflación subyacente que publica el INE incluye el índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos. Si se compara con el mismo indicador a nivel europeo, el resultado en julio de 2023 es este: 6,2% en España y 6,6% en Europa. Y al contrario: si se coge el indicador europeo más común (que incluye el índice general sin alimentos, bebidas, tabaco ni productos energéticos) el resultado para junio de 2023 es este: 4,3% en España y 5,5% de Europa.
Si se tiene en cuenta la inflación subyacente, España también tiene uno de los datos más bajos de Europa. En junio de 2023, España se colocó en el 5,5% (el sexto país con la cifra más baja); frente al 6,8% de la eurozona y el 7,7% de toda la Unión Europea.