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Nos estáis preguntando a través de nuestro chatbot de Whatsapp (644 229 319) si los ministros tienen derecho a una pensión vitalicia después de abandonar el cargo. No lo tienen.
Lo que sí que pueden percibir, según la Ley 74/1980, de 29 de diciembre [art. 10.5], es una paga mensual durante el mismo tiempo que hayan estado en el cargo, pero sólo hasta un máximo de dos años. Es decir, que si ejercen durante un año como ministros tienen derecho a un año de sueldo, pero si están más de dos años sólo podrán obtenerlo durante un máximo de dos. Además, esta indemnización es del 80% del salario que haya estado percibiendo el ministro en cuestión durante el tiempo que haya ejercido ese cargo.
¿Y cuánto dinero recibirían? En España el sueldo de ministro, de acuerdo con el artículo 20 de los presupuestos vigentes desde 2018, es de 71.424,12 euros al año. Por lo tanto, un exministro podría llegar a cobrar 57.139,30 euros al año por un tiempo máximo de hasta dos años.
Esta pensión vitalicia sí existió, pero se eliminó en 1980
Aunque hoy los ministros no tengan una pensión vitalicia, sí la tuvieron en el pasado. El artículo 41 del Decreto 1120/1966, de 21 de abril dictaba, en 1966, que “los Ministros del Gobierno de la nación tendrán derecho a un haber pasivo vitalicio igual al ochenta por ciento del sueldo anual y pagas extraordinarias” y que lo cobrarían “desde el día primero del mes siguiente al de su cese y sin más requisito que el de haber jurado el cargo”.
Esta paga existió hasta 1980. Ese año, la Ley 74/1980, de 29 de diciembre [art. 10.5] limitó el tiempo máximo durante el que los exministros podían recibir la pensión a los veinticuatro meses actuales.
Los expresidentes del Gobierno sí tienen derecho a una pensión vitalicia creada por Felipe González
Los vicepresidentes tampoco tienen derecho a ninguna pensión vitalicia, sino a la misma paga mensual que los ministros por un tiempo máximo de dos años. Como ya explicamos en Maldita.es, los expresidentes del Gobierno sí que tienen derecho a percibir una paga vitalicia, creada por Felipe González en 1992.
Esta dotación se recoge en el Estatuto de los expresidentes, regulado en el Real Decreto 405/1992, de 24 de abril y están justificados como “gastos de oficina, atenciones de carácter social y, en su caso, alquileres de inmuebles, en la cuantía que se consigne en los Presupuestos Generales del Estado”.
Desde la creación de esta dotación, el Estado se ha gastado más de 6,7 millones de euros en dotaciones a expresidentes. Los ya fallecidos, Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo llegaron a percibir cada uno de ellos más de un millón de euros, teniendo en cuenta el cambio de divisa de pesetas a euros.
