Durante muchas décadas el espacio de la derecha nacionalista catalana estuvo representado por la coalición Convergència i Unió, formada por los partidos Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y Unió Democràtica de Catalunya (UDC). Pero esta coalición se rompió en 2015 porque Unió no compartía la hoja de ruta independentista de CDC y pasaron a ir por separado en las elecciones.
Unió, el partido de Durán i Lleida, acabó desapareciendo en 2017 tras varios fracasos electorales y un concurso de acreedores. No sin antes dar paso a varios nuevos partidos, como Demòcrates de Catalunya, Lliures, Units per Avançar y Lliga Democràtica. Convergència siguió existiendo, y se presentó a las elecciones dentro de una nueva coalición electoral: el primer Junts per Catalunya.
El lío de Junts per Catalunya: la disputa por el nombre ha desencadenado la ruptura entre Puigdemont y el PDeCAT
Convergència dio en 2015 paso al partido creado por el expresident Artur Mas en 2015, PDeCAT (Partit Demòcrata Europeu Català), que también se presentaría a las elecciones de 2017 dentro de la firma Junts per Catalunya. Sin embargo, desde entonces la formación independentista se ha resquebrajado y ha dado paso a distintos partidos que previsiblemente se enfrentarán en los próximos comicios catalanes.
Uno de los últimos movimientos en el espacio que antes ocupaba CiU ha sido la salida del expresident Carles Puigdemont del PDeCat pero no de Junts per Catalunya. Puigdemont comunicó esta decisión en su cuenta de Twitter.
El PDeCAT (Partit Demòcrata Europeu Català) se fundó en 2015 de la mano de Artur Mas, que dimitió como presidente en 2018, aunque sigue militando en este partido. Hoy su presidente es David Bonvehí, y sus estatutos defienden un estado catalán dentro de la zona euro, el autogobierno del Valle de Arán y el cambio del huso horario de Cataluña.
En 2018 el PDeCat registró la marca Junts per Cat como partido político bajo la titularidad de la diputada Laia Canet. Sin embargo, el 10 de julio de 2020 Canet traspasó los derechos del partido a Carles Valls, alcalde de Balenyà y cercano a Puigdemont.
Según el PDeCAT esta transferencia no se hizo de forma legal, por lo que ahora ambas formaciones se encuentran en los tribunales por poder utilizar la marca Junts per Catalunya
En la web de Junts Per Catalunya se defiende el derecho a la autodeterminación y su objetivo es “culminar con éxito el proceso de independencia iniciado hace poco más de una década con las consultas ciudadanas”. Otros miembros que se han unido a este partido junto a Puigdemont son Jordi Sánchez, Jordi Turull y Antoni Comin.
Este no es el primer partido que crea Puigdemont en los últimos años: en 2018 fundó la Crida Nacional per la República, que finalmente será la fundación de Junts Per Catalunya.
Además, en junio de 2020 se fundó el Partido Nacionalista de Catalunya (PNC), cuya cara más visible es Marta Pascal, política que provenía de Convergencia y exsecretaria general del PDeCAT, partido que abandonó en mayo. Este partido no es independentista sino catalanista, y defiende que haya un referéndum “respetando las reglas del juego democrático”, como explican en su documento “Mesures i reflexions per reactivar Catalunya” [pág. 24].