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MALDITA TECNOLOGÍA

Qué son los neurodatos y qué protección legal tienen

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Claves
  • Los neurodatos abarcan la información que genera nuestro cerebro y que puede ser captada, medida y registrada por la neurotecnología y las interfaces cerebro-computador
  • Estos pueden usarse para identificarnos y reconocer nuestras emociones, pensamientos y sentimientos, lo que los convierte en datos personales sensibles y valiosos
  • Las expertas consultadas por Maldita.es afirman que pueden ser protegidos por el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea, pero expresan preocupación por el rápido avance de la tecnología 
  • La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y el Supervisor Europeo de Protección de Datos (EDPS) han alertado sobre el posible impacto del tratamiento de los neurodatos en los derechos y libertades fundamentales de las personas

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Este artículo se ha actualizado para incluir las conclusiones del informe sobre los retos que supone el tratamiento de los neurodatos publicado el 27 de junio de 2024 por la AEPD y el EDPS. 

¿Sabías que se puede “leer” un cerebro? Es posible a partir de los neurodatos, la información que genera el cerebro y que puede ser captada, medida y registrada gracias a la neurotecnología y las interfaces cerebro-computador (BCI por sus siglas en inglés). Con análisis avanzados e inteligencia artificial (IA), los neurodatos (sumados a otros datos personales) pueden usarse para identificar a alguien y reconocer sus emociones, pensamientos y sentimientos

El avance de la neurotecnología ha permitido que los dispositivos colocados o implantados en el cerebro ya no sean algo limitado a la ciencia ficción. Son parte del Internet de los Cuerpos (IoB, Internet of Bodies), que abarca los dispositivos conectados a internet que monitorean la actividad cerebral con fines de salud, entretenimiento o control de otros dispositivos (como el Neuralink de Elon Musk). 

Conectar nuestros cuerpos no solo abre posibilidades, también riesgos: los neurodatos son una fuente de información valiosa y sensible, que pueden utilizarse de modo beneficioso o malintencionado. Expertas han explicado a Maldita.es que pueden protegerse como datos personales a través del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea. Sin embargo, les preocupa que el rápido avance de la neurotecnología y la IA pueda vencer la velocidad legislativa.  En esta línea, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y el Supervisor Europeo de Protección de Datos (EDPS) han publicado un informe en el que alertan sobre el impacto del tratamiento de los neurodatos en los derechos y libertades fundamentales de las personas.  

Los neurodatos comprenden la información sobre el funcionamiento de nuestro cerebro

Neurotecnología es el nombre que reciben los dispositivos y técnicas con los que se puede registrar la actividad de nuestro sistema nervioso y que permiten, entre otras cosas, analizar el funcionamiento de nuestro cerebro. Algunos ejemplos de neurotecnología llevan décadas en funcionamiento. Por ejemplo, se puede realizar un TAC, una tomografía axial computarizada, para obtener una imagen de este órgano y detectar una enfermedad. Otras tecnologías permiten estudiar la actividad de nuestro cerebro en tiempo real, como puede ser una resonancia magnética funcional, y algunos dispositivos, como los implantes cerebrales, permiten la conexión entre este órgano y otros dispositivos. Esto último, mucho más reciente, es lo que se conoce como el Internet de los Cuerpos: el uso de dispositivos conectados a internet que monitorizan constantes vitales y/o datos biométricos, así como indicadores de salud, según la Agencia de Protección de Datos Española (AEPD).  

El conjunto de estas tecnologías aporta información sobre el funcionamiento de nuestro cerebro, un conocimiento que recibe el nombre de neurodatos: la colección de datos neurológicos de una persona. Yasna Bastidas, especialista en protección de datos y derecho de las nuevas tecnologías, detalla a Maldita.es que mientras el término “datos cerebrales” define de forma amplia la estructura y la actividad del cerebro, los neurodatos se centran en el funcionamiento de este órgano.

Con análisis avanzados e inteligencia artificial, los neurodatos se pueden usar para “inferir y revelar información asociada a pensamientos, sentimientos o estados de salud, además de perfilar al individuo”, afirma la AEPD

En este sentido, la información cerebral es única y personal. “Puede revelar información que no es conocida por el propio individuo o que está fuera de su control, puede usarse con fines predictivos y abre nuevas posibilidades en las representaciones del individuo a través de los datos” detalla la AEPD.

La agencia ahonda en su potencial no sólo para diagnosticar, “sino para predecir predisposiciones a enfermedades” y “comportamientos y características de la personalidad”. Un tema que genera preocupación, por la tendencia hacia un uso relacionado con el marketing (para medir la reacción ante anuncios o productos y predecir comportamientos). Además, los implantes cerebrales “ofrecen la posibilidad de influir y reescribir la actividad cerebral de las personas”, según el informe de la AEPD y el EDPS. “Esta accesibilidad, junto con las capacidades de la inteligencia artificial para combinar datos de diversas fuentes, pueden interferir sustancialmente con los derechos y libertades fundamentales”, alertan.

Los neurodatos se pueden considerar datos personales y estar protegidos por la ley

Si la información obtenida puede asociarse a un usuario identificado o identificable, se convierte en un dato personal, afirma a Maldita.es Sandra Molina, abogada experta en Protección de Datos del Grupo Atico34. Por ejemplo, un impulso eléctrico cerebral no permite identificar a una persona por si solo, pero si se suma a otra información (como la edad, sexo o historial cliníco) conforma un dato personal compuesto que sí permite reconocer a alguien. 

Precisamente porque los neurodatos pueden usarse para inferir y revelar información de las personas, “son una fuente de información que necesita una regulación para no incurrir en un incumplimiento de la privacidad”, determina la especialista, y por eso pueden quedar protegidos por la RGPD y regularse por la Ley orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales. Aunque no están incluidos directamente, para Bastidas sí se corresponden con algunas de las categorías especiales incluidas “por ser datos biométricos dirigidos a identificar de manera unívoca a una persona y ser datos relativos a la salud”. 

“En principio, el tratamiento de categorías especiales de datos está prohibido, salvo excepciones en las que concurren unas circunstancias determinadas”, confirma la AEPD. En el informe sobre neurodatos, los organismos de protección de datos advierten a quienes pretenden hacer un tratamiento de neurodatos que siempre tengan en cuenta su carácter intrusivo y valorar si la finalidad de su uso se justifica, ya que es un proceso “extremadamente invasivo y sensible, que afecta al aspecto más íntimo de la vida de las personas”. En el texto, destacan la necesidad de evaluar el impacto de este tratamiento en los derechos fundamentales, incluida la necesidad de crear neuroderechos (te explicamos qué son aquí).

Como suele pasar con el desarrollo de la tecnología, esta puede ir más rápido que la legislación. Molina advierte que la normativa actual puede quedarse corta a la hora de proteger nuestros neurodatos. “La neurotecnología y la IA avanzan más rápido que las leyes y se pueden crear vacíos legales, como los que ya estamos viendo respecto al uso de la inteligencia artificial generativa y los conflictos con la protección de datos, la propiedad intelectual y los derechos de autor”, concluye la experta. Un problema que también afecta el reconocimiento de emociones y análisis de sentimientos con IA, tema que abordamos en este artículo de Maldita.es



Primera fecha de publicación de este artículo: 26/06/2024

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