El ‘coaching’ para “bros” de influencers como Llados: una tendencia en redes sociales que promete claves para el éxito y repercute física, emocional y económicamente en los jóvenes

En redes sociales hay una tendencia de gurús que prometen enseñar a sus “bros” cómo convertirse en “hombres de éxito” madrugando, haciendo mucho ejercicio y trabajando sin parar, para que puedan ser, como ellos, musculosos y millonarios. El máximo exponente de esto es Amadeo Llados, el coach e influencer que llama a sus seguidores panzas, vagos y mileuristas, mientras los convence de comprar sus cursos y programas por cientos de euros.

En general, sus seguidores son personas con baja satisfacción vital, principalmente jóvenes que buscan encontrar en estos coaches un modelo a seguir. Los expertos consultados por Maldita.es detallan que seguir los consejos de estos influencers puede no solo afectar a la salud física y financiera, también a la autoestima y las relaciones personales, provocar el abandono de tareas académicas y laborales, e incluso desarrollar una relación obsesiva con las redes. La solución para hacerle frente a esta tendencia, afirman, es tener una mirada crítica con lo que vemos en redes sociales y hacer un uso responsable y no abusivo de ellas. 

De “bro” a “bro”: una promesa de éxito social, económico y físico

“A nadie le importa lo duro que entrenas, las muchas horas que trabajas, el tiempo que inviertes en estudiar. Si llegas eres un ganador, y si no llegas eres un perdedor”, afirma categóricamente Rodri Salas, influencer y coach, en uno de sus vídeos. Con más 339 mil seguidores en TikTok, su contenido va sobre los sacrificios físicos y mentales que hay que hacer para conseguir vivir una vida exitosa. 

Si nos damos una vuelta por TikTok o Instagram encontraremos múltiples cuentas de este tipo. Según estos supuestos gurús, sus consejos son el camino seguro para convertirnos en millonarios, estar fuertes y acompañados por una “mujer perfecta”. Sin embargo, su contenido disponible de forma gratuita es solo un anzuelo, los “verdaderos consejos” se encuentran tras asesorías personalizadas, clases magistrales y talleres que pueden llegar a costar cientos de euros. Allí, los seguidores reciben la “educación” que necesitan para alcanzar sus sueños (o no).  

“El mensaje es atractivo, directo y promete una recompensa tangible: los objetos de deseo clásicos de las personas”, explica Amparo Luján, psicóloga especialista en adicciones tecnológicas y maldita que nos ha prestado sus superpoderes. En este mundo, esos deseos serían los que “cualquier hombre hetero-normativo puede tener, pero que en la actualidad se ven frustrados por las circunstancias socioeconómicas”, como el desempleo, los problemas para conseguir vivienda y las tendencias que ellos definen como “progre”, analiza. 

Otra de las razones detrás la viralidad de este contenido sería la figura del mentor. “Tenemos un líder carismático que tiene una facilidad de hablar y convencer a la gente, cuya presencia en redes sociales le permite dar la impresión de que todo es bueno y bonito en su vida”, detalla a Maldita.es Víctor Renobell, doctor en Sociología y coordinador del grado en Ciencias Políticas y Gestión Pública de la Universidad Internacional de la Rioja. 

Este sería el caso de Llados, que acumula más de 1,4 millones de seguidores en Instagram. Su discurso triunfalista lo posiciona como un luchador, con su historia de cómo supuestamente pasó de ganar 50 dólares a 250 mil dólares en solo un mes o, en sus palabras, “como fui de lavaplatos a MILLONARIO con el fitness online”. Dice que nosotros también podemos lograrlo, pero nos costará 100 euros mensuales ser parte de sus mentorías VIP Tu1millon. Promete descuentos de hasta el 30 % por cada inscripción nueva, y también ha impartido clases presenciales cuyas entradas valen mil euros. 

Su sistema lo ha llevado a enfrentar una macroquerella con más de mil personas afectadas, donde se le acusa de estafa, estafa piramidal y diversos delitos de odio. “Llados aplica un modelo de negocio para, como diríamos, vender humo, una aspiración. Te dice algunas cosas obvias como ‘come sano, ve al gimnasio’, pero detrás está la ilusión de que con eso serás millonario”, aclara Renobell. 

La presa perfecta son los jóvenes Z o alfa que no están satisfechos con su vida y buscan modelos a seguir

Pero, ¿qué hace que alguien decida seguir a Llados u otros coaches de este estilo? “Hay una clave fundamental que diferencia a los seguidores que cambiarán o no su conducta según el mensaje del influencer: su satisfacción vital”, identifica Luján. De hecho, acudir a las redes sociales para compensar nuestras necesidades frustradas en la vida diaria “puede ser uno de los principales motivos de desarrollar una adicción a ellas”, según la experta. 

“Las generaciones de nativos digitales, como los Z o los alfa, son más propensos a aceptar como verídicos los consejos de estos personajes, ya que al haberse criado en esos ambientes los perciben como una parte más de su realidad”, describe Luján. Para Renobell, otro factor es que los jóvenes aún están en un proceso de socialización en el que buscan un modelo a seguir. “Están en búsqueda de referentes y de lo que quieren ser en el futuro”, sugiere.

Una dinámica que puede provocar una baja autoestima, abandono de tareas y bajo rendimiento en el trabajo o estudio

“Se le acercan los chavales hipnotizados y le preguntan cómo ha conseguido sus ocho coches y vivir en una mansión. Él les da su servicio y te dice que es porque ha hecho esto, esto y esto, pero luego lo haces y no funciona. Es que te hace sentir muy mal”, relata Paulo Azpiazu, exseguidor de Llados y entrenador, en el vídeo de Claudia Nicolasa, psicóloga y divulgadora que se infiltró en las mentorías del gurú.  

Según Luján, las consecuencias que pueden tener estos coaches en sus seguidores variarán según sus mensajes. Por ejemplo, los consejos sobre ejercicios y pautas alimentarias pueden comprometer la salud física. Mientras, los tips sobre finanzas personales pueden poner en riesgo la salud financiera de las personas y repercutir en su entorno. 

Como ya hemos abordado en Maldita.es, la exposición a los influencers “perfectos” en redes sociales puede provocar ansiedad y frustración en los usuarios. A nivel general, “el alto compromiso con los estilos de vida que emulan la vida de estos gurús pueden poner en serio compromiso el estilo de vida anterior y su rendimiento en otras áreas vitales como el trabajo o los estudios, por lo que puede derivar en el abandono de tareas más prioritarias así como relaciones personales más íntimas”, advierte la experta. 

Esto lo atribuye a que “cuando una persona con las características mencionadas encuentra un grupo con el que siente una alta afinidad y desarrolla un alto compromiso, recrea virtualmente el rol de un miembro de una secta”, advierte la psicóloga. “El rechazo al antiguo yo hace que la persona tenga una pérdida de la percepción del valor personal”, añade, lo que puede traducirse en una falta de autoestima y una relación obsesiva con las redes. 

El compromiso con el uso moderado de redes en adultos y jóvenes es clave

Como abordamos aquí, las redes sociales pueden tener consecuencias reales en la salud mental de los adolescentes y jóvenes. Para hacerles frente, es importante prevenir, enseñar a tener una mirada crítica frente a lo que nos encontramos y transmitir la importancia de hacer un consumo responsable y no abusivo.

La recomendación de Luján es conseguir una buena dosis de reflexión y pensamiento crítico en los jóvenes a través de programas de prevención y sensibilización. Pero no son los únicos que tienen responsabilidad aquí. La psicóloga destaca la importancia de enseñar a los adultos a reconocer los peligros y asimilar soluciones contra el abuso de las redes. “Debemos comprometernos con un uso moderado y responsable de las redes, ser críticos con lo que consumimos y el contenido que generamos”, concluye. 

En este artículo ha colaborado con sus superpoderes la maldita Amparo Luján, psicóloga especialista en adicciones tecnológicas.

Amparo Luján forma parte de Superpoderosas, un proyecto de Maldita.es que busca aumentar la presencia de científicas y expertas en el discurso público a través de la colaboración en la lucha contra la desinformación.

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