Antes de abordar la carga política o ideológica que hay detrás de los emojis empezaremos explicando quién está detrás de su creación. Se trata del Consorcio Unicode, una organización sin ánimo de lucro que desde 2010 vela por la estandarización de estos iconos, presentes en sistemas de mensajería y redes sociales.
¿Cómo funciona la entidad? El consejo de dirección se reúne dos veces al año para decidir qué ideas son candidatas a convertirse en emoji, realiza una lista con los conceptos aprobados y después cada empresa tecnológica lo adapta a su estilo visual. Dentro de este consejo figuran compañías como Adobe Systems, Apple, Google, IBM, Microsoft, Oracle Corporation y Yahoo!.
Cristina Vela Delfa, profesora del Departamento de Lengua Española en la Universidad de Valladolid y coautora del libro ‘Los emojis en la interacción digital escrita’, explica a Maldita.es que las decisiones sobre entradas o salidas de emojis “se deben a unas empresas tecnológicas específicas”, que son las que acaban dando el visto bueno a la introducción de nuevos platos (como la paella en 2016), emociones o distintos tonos de piel para los iconos ya existentes.
El ejemplo de la paella y las "consecuencias identitarias"
El ejemplo de la paella, que se introdujo después de que una empresa de arroces crease una campaña para movilizar a la sociedad valenciana, da a entender la importancia que han ganado estos iconos en nuestras comunicaciones digitales.
“Al hilo de esta anécdota podríamos preguntarnos si de verdad resulta tan importante entrar en esta lista. Sin duda, gracias a ello, actualmente la paella se codea con otros mitos culinarios de relevancia internacional, como la pizza, el sushi y los perritos calientes. Estas decisiones tienen consecuencias identitarias, además de ofrecer visibilidad internacional a reclamos turísticos”, afirma Vela.
Entrando en el terreno de la política y de la ideología, los emojis han sido protagonistas de varios debates recientes como la “versión eufemística” que se introdujo para el emoticono de la menstruación, la adaptación masculina del emoticono de la embarazada o la inclusión de numerosos tonos de piel para los iconos ya existentes.
La profesora considera que los emojis, “como cualquier otro fenómeno comunicativo y social, son fenómenos políticos y comportan una ideología”.
“Las últimas incorporaciones de emojis buscan ser más inclusivas en lo que concierne a tonos de piel o a géneros, con el fin de que se sientan representadas el mayor número posible de personas. Sin embargo, por muy loable que sea esta labor los emojis siempre tendrán un sesgo cultural”, añade.
Cada cultura, además, da una interpretación distinta a los iconos. Las manos rezando (?) pueden parecer dos personas chocando las palmas y, si eres japonés, puede interpretarse como un gesto de agradecimiento. La ‘caca sonriente’ (?) puede parecer escatológica para algunas personas, mientras que para otras puede ser un guiño gracioso como respuesta a un mensaje recibido.
"Las imágenes no son apolíticas de ninguna manera"
También responde a la pregunta sobre la carga política de los iconos Jennifer Daniel, responsable del Subcomité de Emojis del Consorcio Unicode. En esta entrevista en MIT Technology Review afirma que “las imágenes no son apolíticas de ninguna manera”. Pone como ejemplo la inclusión de emojis no binarios o sin género, que apelan a una realidad que está en el debate político actual pero que apenas lo estaba hace dos décadas.
Para Vela, la “capacidad y la necesidad de expresar emociones y significados implícitos” y el poderoso papel de la comunicación audiovisual explican en buena medida la creación y normalización de una forma de comunicación tan gráfica como la de los emojis.
“Según nuestras últimas investigaciones, los emojis ni siquiera son los recursos visuales preferidos entre los más jóvenes. En una encuesta reciente realizada en el marco de una investigación (en colaboración con la doctora Lucía Cantamutto) sobre el uso de emojis y otros recursos multimodales concluimos que, aunque siguen siendo fieles a los emojis, los jóvenes muestran preferencia por los stickers y los gif, al menos en los intercambios de mucha confianza, grupo de amigos y de pareja”, concluye.
La comunicación digital sigue evolucionando y el siguiente paso parece llegar con los stickers y los gifs, unos “elementos al alza” que generalmente abarcan más matices o situaciones contemporáneas respecto a los emojis, como alusiones a la cultura popular o al debate político del momento.
Primera fecha de publicación de este artículo: 26/08/2021