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La mayoría de los coches ya cuentan con cámaras y sensores que detectan lo que pasa fuera y dentro del vehículo. Aunque estos dispositivos pueden ser beneficiosos para la seguridad vial, también pueden recoger datos personales sobre nosotros sin nuestro conocimiento, por ejemplo cómo conducimos o nuestra ubicación, datos que las compañías automovilísticas venden a terceras empresas y que pueden caer en las manos de los cibercriminales si no se gestionan correctamente. Por eso es importante saber qué información puede recoger nuestro coche sobre nosotros y qué podemos hacer para proteger nuestra privacidad.
La mayoría de vehículos actuales cuentan con ordenadores y sensores que pueden recoger nuestros datos personales
Cuando pensamos en un coche solemos tener en cuenta aspectos sobre la conducción, la potencia o su consumo. Pero estos vehículos no son sólo su motor: la mayoría de automóviles que se encuentran en el mercado cuentan con ordenadores que hacen posibles gestos tan básicos como bajar las ventanillas, señalizar con los intermitentes o encender la calefacción, y posibilitan que el coche funcione tal y como lo entendemos.
Estos ordenadores pueden ser más o menos sofisticados dependiendo de la gama de nuestro vehículo. Mientras que algunos cuentan con sensores y cámaras que nos ayudan a aparcar, hay modelos que disponen de sistemas de conducción autónoma capaces de interpretar lo que sucede a nuestro alrededor y tomar decisiones por nosotros. Pero independientemente de su potencia, todos estos dispositivos tienen algo en común: son capaces de recoger información sobre nosotros.
Según un estudio realizado por Privacidad no incluida, un proyecto de la Fundación Mozilla, la mayoría de marcas de coche recogen información personal sobre sus usuarios de manera detallada. Estos datos van desde nuestro nombre, nuestra cara o nuestra tarjeta de crédito, a nuestros hábitos de conducción, la música que escuchamos y hasta nuestra vida sexual, recoge ese estudio.
Los coches pueden recoger estos datos a través de los diversos sensores que llevan incorporados o de los dispositivos que conectamos a él, como nuestro teléfono móvil. Y no pasa sólo con los coches de alta gama: según un estudio de la consultora McKinsey, el 95% de los vehículos que se vendan en 2030, en su mayoría vehículos básicos o de gama baja, contarán con conexión a internet para enviar esta información. Estos coches se conectan a través de nuestro teléfono móvil o desde los dispositivos que tienen integrados gracias a las redes de telefonía y 5G, algo que puede suponer un punto de entrada para que los cibercriminales accedan a nuestros datos.
Nuestra información personal tiene un precio, por lo que es importante saber quién la va a recoger y para qué se va a usar
Nuestra información personal tiene un precio en el mercado. Según McKinsey, los datos que recogen estos vehículos pueden suponer beneficios de hasta 310 dólares (unos 288 euros) al año por coche. Dependiendo de la política de privacidad de cada compañía, las empresas pueden vender esta información a terceros, por ejemplo a aseguradoras o proveedores de internet.
La información que nuestro coche recoge sobre nosotros puede acabar en manos de terceros. Fuente: Fundación Mozilla.
Esta información, si no se trata adecuadamente, también puede caer en manos de cibercriminales. En 2021 Volkswagen y Audio sufrieron una brecha de seguridad en sus bases de datos que afectó a 3 millones de usuarios. En 2022 Mercedes-Benz reveló que una filtración de datos de un proveedor externo había expuesto los datos de 1,6 millones de clientes. El peligro no sólo se encuentra dentro de las bases de datos, según la compañía de ciberseguridad ESET: los propios coches, al estar conectados a la red a través de nuestro móvil o de los dispositivos incorporados en el propio vehículo (como es el caso de los coches Tesla), son susceptibles de sufrir un ataque informático, lo que permitiría a los delincuentes acceder a nuestra ubicación o nuestra información personal.
Aunque la información que recogen estos dispositivos puede ser útil para los conductores y la seguridad vial, también es importante saber a quién se la cedemos y para qué se va a usar. No es lo mismo que una compañía de automóviles venda datos sobre nuestra ubicación a terceras compañías que emitir esta información a los servicios de emergencia en caso de accidente, como es el caso de las balizas de señalización V16 que serán obligatorias a partir de 2026.
Cómo reducir los datos personales que recoge nuestro coche, aunque pueda afectar a algunas funciones
Existen ajustes para reducir la cantidad de datos que nuestro coche recoge sobre nosotros, aunque la Fundación Mozilla advierte de que hay ocasiones en las que desactivar estas opciones puede limitar las funciones del vehículo y en determinados casos dejarlo inoperativo. Si queremos salvaguardar nuestra privacidad, tanto ESET como la Fundación Mozilla dan una serie de consejos para estar más protegidos.
Cuando vendas tu coche, asegúrate de borrar tus datos personales y restablecer el coche a su estado de fábrica. También puedes notificar a la empresa que tu anterior vehículo ha cambiado de manos. Si compras un vehículo usado, asegúrate de que el anterior dueño ha borrado su información personal.
Después de alquilar un vehículo, desconecta el teléfono y elimina todos tus datos personales antes de devolverlo. Aquí puedes encontrar más información sobre cómo gestionar tu información personal en un coche compartido.
Limita los datos que compartes con el fabricante del coche y las compañías de terceros. Revisa las configuraciones de privacidad del vehículo y sólo emplea tus datos en las funciones esenciales.
Mantén actualizado el software de tu coche y usa contraseñas seguras. Activa la autenticación en dos pasos si puedes.
Desconecta las opciones de conectividad cuando no las uses. Si empleas un teléfono móvil, limita la cantidad de datos personales que se pueden recoger a través de él, como la ubicación en tiempo real.
Primera fecha de publicación de este artículo: 03/04/2024
