En qué consiste la Ley de Mercados Digitales y cómo nos afecta: de poder descargar Fortnite en Apple a usar el buscador que queramos en nuestro móvil

Desde el 7 de marzo de 2024 algunas grandes plataformas en línea como Amazon o Meta deben cumplir con la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés). Se trata de un conjunto de normas que busca garantizar que estas grandes plataformas se comporten de manera equitativa.

Este reglamento europeo compone, junto a la Ley de Servicios Digitales (DSA) la estrategia de la Unión Europea (UE) para crear un marco común sobre las grandes tecnológicas. Mientras que la DSA pone el foco sobre los derechos de los usuarios, la DMA lo hace sobre una competencia más justa y abierta entre plataformas del entorno digital.

Repasamos a qué empresas aplica la DMA, cómo nos impactará esta ley como usuarios y qué cambios están siendo ya integrados por estos servicios. 

Qué es la DMA y qué empresas tienen que cumplirla

Este reglamento de la Unión Europea busca mejorar la igualdad de condiciones entre servicios del espacio digital a través de medidas relacionadas con la interoperabilidad, la transparencia o la recolección de datos. 

La DMA es aplicable sólo a las empresas consideradas como “guardianes de acceso”. Es decir, aquellas que cuentan con una gran influencia dentro del mercado de la UE, que se consideran un servicio clave que conecta empresas y usuarios y que tienen una posición estable. Para determinar qué compañías cumplen con estas características se establecen umbrales sobre el volumen de negocio y los usuarios activos, además de comprobarse que estas cifras se alcanzan de forma recurrente. 

El 6 de septiembre 2023 (con un período de seis meses desde entonces para cumplir las obligaciones) la Comisión Europea designó como guardianes de acceso a las siguientes grandes empresas junto a determinados servicios que ofrecen en sus plataformas:

• Alphabet, dueña de Google Maps, Google Play, Google Shopping, YouTube, Google Search, Chrome, Google Ads y Google Android

• Amazon, responsable de Amazon Marketplace y Amazon Ads

• Apple, la empresa detrás de App Store, Safari, iOS y iPadOS (servicio incluido el 29 de abril de 2024)

• Booking, detrás de Booking.com (guardián de acceso incluido el 13 de mayo de 2024)

• ByteDance, dueña de TikTok

• Meta, que está detrás de Facebook, Instagram, WhatsApp, Messenger y Meta Ads 

• Microsoft, empresa dueña de LinkedIn y Windows PC OS

Cómo afecta a las tiendas de aplicaciones: los usuarios de Apple podrán descargar de otras app stores

Tanto Alphabet (compañía detrás de Google) como Apple controlan las tiendas de aplicaciones para móviles y otros dispositivos más utilizadas por los usuarios de la UE, Google Play y App Store, respectivamente. Hasta ahora, aquellos con dispositivos de Apple (y por tanto con sistema operativo iOS) sólo podían usar la App Store de esta compañía para hacer descargas. Bajo la Ley de Mercados Digitales, los usuarios de Apple deberán tener la posibilidad de utilizar “app stores” de la competencia, algo que en dispositivos de Android ya era posible.

Por ejemplo, los usuarios podrán descargar juegos como Fortnite u otras aplicaciones de la Epic Games Store como alternativa a la App Store, después de que Apple devolviera a Epic su cuenta de desarrollador para cumplir así sus nuevas obligaciones en la UE. 

Cómo afecta a buscadores y navegadores: no podrán imponer sus navegadores o buscadores por defecto

Los guardianes de acceso que cuentan con buscadores web o navegadores, como Google con Google Search y Chrome o Apple con Safari, no podrán imponer sus servicios propios a los usuarios.

Al establecerse por defecto, estos navegadores y buscadores parten con una ventaja frente a otros similares. Ahora la DMA obliga a estas empresas a permitir que sus usuarios cambien estas configuraciones predeterminadas con facilidad para que se adapten a sus preferencias. Por ejemplo, a través de pantallas en las que poder elegir entre todas las alternativas cuando utilicemos por primera vez un buscador. 

Cómo afecta a aplicaciones preinstaladas: los usuarios deberán tener la opción de eliminarlas

Nuestros teléfonos (o cualquier otro dispositivo) vienen con aplicaciones instaladas de serie que no tienen por qué interesarnos y que además nos ocupan espacio de almacenamiento. Por ejemplo, en un teléfono de Android recién comprado encontramos apps básicas, apps del fabricante y todas las apps de Google nada más encenderlo. Lo molesto de estas aplicaciones es que muchas veces no es posible eliminarlas.

La DMA pone fin a esta imposición, ya que las empresas deberán dar a los usuarios la posibilidad de desinstalar estas aplicaciones que se encuentran por defecto en nuestros dispositivos.

Cómo afecta a los servicios de mensajería: se podrán mandar mensajes entre aplicaciones distintas 

Uno de los aspectos en el que más podremos apreciar los usuarios esta apuesta de la DMA por la interoperabilidad es en servicios de mensajería como WhatsApp. La ley obliga a los guardianes de acceso a permitir que los usuarios envíen mensajes sin importar la app que utilicen. 

Actualmente, el único guardián de acceso con servicios de mensajería es Meta y ya ha anunciado cómo será esta implementación. Cuando esté disponible, podremos utilizar WhatsApp para intercambiar mensajes con alguien que usa Facebook Messenger sin necesidad de que ambos tengamos descargadas las dos aplicaciones. Estos mensajes entre distintos servicios nos aparecerán en una nueva pestaña, siempre y cuando la persona que envía y la que recibe hayan habilitado esta opción.

Más allá de sus servicios propios, Meta debe ofrecer también esta posibilidad a otras empresas con aplicaciones de mensajería. Compañías como Telegram o Signal podrían solicitar esta interoperabilidad con WhatsApp y Messenger si demuestran cumplir una serie de requisitos de cifrado y privacidad.

Qué pasa si las empresas no cumplen con la DMA

Para que la DMA tenga un impacto real, la Comisión Europea es la encargada de asegurar el cumplimiento por parte de estas empresas de sus obligaciones. De no ser así, se enfrentan a sanciones que pueden llegar a multas de hasta el 10% de los ingresos globales de la compañía o del 20% en caso de incumplimientos repetidos.