En los últimos meses, hemos visto cómo se han lanzado al mercado varios modelos de inteligencia artificial (IA) capaces de crear imágenes y vídeos que no existen a partir de una frase que nos inventemos. StableDiffusion, Meta AI o DALL-E 2 son algunos de los más sonados - del último hicimos una Maldita Twitchería acompañadas del divulgador en inteligencia artificial Carlos Santana (DotCSV).
Estas tecnologías arrojan resultados bastante impresionantes si se eligen las palabras adecuadas, de ahí que algunos artistas hayan comenzado a expresar su preocupación y descontento respecto al impacto que podrían tener en su sector. Una inquietud que deriva de situaciones como que se hayan presentado obras creadas por estos programas a concursos artísticos y, en alguna ocasión, se hayan llevado el primer premio.
Por todo esto, aprovechamos esta Maldita Twitchería para hablar sobre cómo se pueden usar estos programas, cómo funcionan y, sobre todo, qué papel tiene a día de hoy la inteligencia artificial en diferentes sectores creativos, como el del arte, la música o incluso el desarrollo de los videojuegos. ¿La conclusión? Que la sustitución plena de una personita por una máquina está un poco más lejos de lo que pensamos.
No es inmediato que una IA genere una imagen increíble: es una herramienta que el artista debe guiar y afinar
Seguro que ya te has topado con alguna de esas espectaculares imágenes que generan modelos como DALL-E o, puede que incluso lo hayas hecho pero no hayas notado que no las ha creado un humano... Bueno, en cierta parte sí. Todos esos modelos se nutren de imágenes creadas antes por artistas, ilustradores y fotógrafos; es decir, han sido entrenadas.
"Recordemos que una inteligencia artificial es un algoritmo de optimización, es decir, se encarga de aprender a hacer algo muy bien. Los nuevos modelos son un tipo de generación de imagen mucho más realista y con un aspecto mucho más concreto, y es que podemos guiar a la IA mediante texto", subraya Arturo Fuentes, profesor de Fundamentos de Imagen Digital en la Universitat Politècnica de Catalunya y miembro del Computer Vision Center (CVC).
Fuentes nos enseña, a través de StableDiffusion, cómo el artista puede ir dirigiendo al modelo para asociar imágenes a texto y conseguir un buen resultado, un trabajo que también requiere de tiempo y afinación: la IA no genera una obra de arte por sí sola. "Yo no veo un peligro real. Somos nosotros los que hemos producido tanta información y ahora podemos integrar estos modelos en nuestro trabajo. Es una herramienta, pero seguimos empezando con el papel en blanco", considera el especialista. Algo que ahora también se empieza a usar en vídeo.
La IA puede ser una herramienta musical para apoyar en tareas concretas, más allá de simplemente automatizar procesos
Aunque es lo que más ha saltado a la palestra en estos meses, no solo se pueden generar imágenes y vídeos con inteligencia artificial. Otra de las artes donde se postula como herramienta es en la música, como ya os contamos en Maldita.es a raíz del Eurovisión de la inteligencia artificial. En la Maldita Twitchería Tecnológica estuvo con nosotras Sofía Oriana Infante, compositora especializada en música para el cine y creadora de la canción festival que presentó España en 2022, AI-lalelo.
A Oriante le preocupa especialmente que el uso de la IA como herramienta esté vinculada con la insistencia de agilizar los procesos creativos y trabajar más rápido: "Siempre se exclama, ¡la inteligencia artificial puede hacer música! Bueno, pero hay que preguntarse por qué, de qué manera y qué tipo de resultados nos ofrece".
De su experiencia en la composición de la canción para la Eurovisión de la IA, destaca que fue un trabajo colaborativo con los modelos, pero por supuesto con intervención humana: "Usé Google Magenta, que tiene plugins para componer melodías, derivar ritmos, fusionar ideas distintas... Está tan especializado en cosas concretas que en ese caso podría entender que sirva de ayuda, no es una mera automatización sin más".
Otra aplicación: crear y modelar elementos que ya existen, pero sin que parezcan que ya existen
De las imágenes, los vídeos y la música, pasamos a otra disciplina que también tiene mucho de artística: el sector de los videojuegos. En su desarrollo intervienen multitud de elementos (personajes, objetos, escenarios) que pueden presentar una amplísima gama de características (colores, texturas, acabados hiperrealistas) que requieren de un gran proceso creativo. ¿Puede la inteligencia artificial intervenir en ello?
Pues, sin ir más lejos, se podría modelar uno de esos elementos para pasarlo a 3D a través de una imagen generada por una IA, pero no es la única intervención que podría darse. "La aplicación más directa puede ser en desarrollo de texturas. A corto plazo, poniendo tags muy sencillos podemos encontrar patrones. Sería una optimización de trabajo muy grande, pero puede que llegue a ser un salto y perdamos una fase muy creativa", explica José Manuel Guevara, artista de entornos en Room 8 Studio y director del Máster en Arte para Videojuegos en Florida Universitaria.
Precisamente, en ese salto y ahorro de tiempo es donde el artista y sus compañeros del gremio ven un arma de doble filo, como coincidía Sofía Oriante. "Parte del escepticismo que tenemos con estas inteligencias artificiales es porque están muy vinculadas con la velocidad y la producción. Está vinculado a hacer videojuegos cada vez más grandes, con escenarios más amplios y más objetos, pero también a mayor velocidad de lo que se hacía hasta ahora. Es una espada de Damocles", concluye Guevara.
Primera fecha de publicación de este artículo: 25/10/2022